martes, 5 de junio de 2012

Pelea por la ´Banana Republic´

Exobreros vuelven a tomarse la finca Níspero con autorización del diputado Osman Gómez, quien promociona un negocio de los Ochy Diez.
Sandra Alicia Rivera
PLANTACIONES. Las tierras bananeras pasan nuevamente por un conflicto en el que ha quedado de por medio un ambicioso plan de inversión. LA PRENSA/ Archivo
La producción del oro verde, como se le llamó por muchos años al banano en la provincia de Chiriquí, vuelve a ser el núcleo de un conflicto en el que miden fuerza políticos, empresarios y productores.

De por medio están 3 mil 119 hectáreas, cuyas propiedades para producir banano de exportación han hecho que las tierras en Barú vuelvan a ser codiciadas.

El sábado de 2 junio los exobreros del sector de la finca Níspero se volvieron a tomar parte de estas tierras y rápidamente iniciaron trabajos en la zona, según ellos, con la autorización del diputado Osman Gómez, quien les alquiló la maquinaria que están utilizando, a pesar de que había una orden de no entrar a la propiedad.

Los trabajadores ingresaron a la finca justamente dos días después de que la Policía Nacional desalojara a los operadores de maquinarias que se habían instalado en el lugar para iniciar la limpieza del terreno y posterior siembra.
 
Gómez ­tránsfuga del Partido Panameñista­ hoy inscrito en el gobernante Cambio Democrático, reclama una titulación colectiva de estas tierras a nombre de los productores de la extinta Cooperativa de Servicios Múltiples de Puerto Armuelles (Coosemupar).

Lo que hay detrás de esta petición es la búsqueda de un camino expedito para que sea fácil negociar la entrada al escenario del empresario bocatoreño David Ochy Diez, quien ha prometido la comercialización de la fruta a través de la empresa Panaplátano.

“De entregarse [los títulos] de manera colectiva a los exobreros, se garantiza que una empresa interesada en el desarrollo de esta región pueda hacer mejor su trabajo, pero individual es imposible, se formaría el desorden y no es procedente”, afirmó Gómez.

Ochy, directivo de Panaplátanos, dijo la semana pasada a La Prensa que al menos 800 extrabajadores de las bananeras se agruparon para crear la Asociación Agraria del Barú, con el fin de reactivar la deteriorada economía de la zona de Barú, provincia de Chiriquí, y generar empleos.

Con esta unión existe un jugoso plan de negocio visualizado por Ochy. La llamada Asociación Agraria del Barú sembraría para él 260 hectáreas de plátano que se exportarían a Estados Unidos.

A futuro se calcula que la siembra podría alcanzar las 2 mil 500 hectáreas y una inversión total de 25 millones de dólares.

El diputado del circuito 4-2 de Barú goza-al igual que Ochy- del aval del grupo de productores que el fin de semana pasado cruzó los linderos de la finca Níspero para seguir con el trabajo que habían dejado inconcluso.

Pero, por otro lado, Elías González, vocero y delegado de otro conjunto de trabajadores, dijo que ya el Gobierno se comprometió con todos a que esas tierras se van a entregar de manera individual; por tanto, hay que respetar esta decisión que afectaría a cerca de 2 mil 400 productores.

Según Gómez, las diferencias respecto al tipo de titulación que se debe dar a los productores tienen su origen en las promesas hechas por el Banco Nacional de Panamá (BNP).

Asegura que en el pasado se reunieron con el gerente del BNP, Darío Berbey, y se acordó que las tierras se entregarían de manera colectiva, por lo que ahora les sorprende que se hable de una entrega individual.

“A mi parecer, nos engañaron, porque primero se acuerda una cosa que se debió respetar y ahora es otra; esto es no tener juicio, por tanto, decidí tomarme las fincas porque se las pueden quitar, debido a que algunas tierras que tienen que ser entregadas a los exobreros están alquiladas y otras invadidas”, afirma.

Sin embargo, desde el BNP se informó que jamás se llegó a un acuerdo con el diputado Gómez.

De hecho, la Presidencia de la República informó el pasado 1 de mayo que a través de un acuerdo logrado por el Ejecutivo –y consensuado con exmiembros de Coosemupar y sindicalistas-, el Gobierno daría parcelas de tierra a título personal.

Como parte de este proceso, el Estado canceló la deuda de $19.5 millones que pesaba sobre las finanzas de la Coosemupar desde hace nueve años.

Además, la Autoridad Nacional de Tierras (Anati) inició la medición de las referidas tierras para luego proceder con la titulación “gratuita e individual a favor de cada uno de los trabajadores”, dijo la Presidencia en un comunicado.

A pesar de lo pactado según la Presidencia, Gómez insiste en que se realizó una reunión y que la mayoría de los exobreros decidió que se entregaran las tierras de manera colectiva, porque así le sacan más provecho que de manera individual.

Indicó que fueron los mismos obreros los que llamaron al empresario David Ochy, “quien tiene un proyecto de siembra de plátanos que garantiza trabajo y dinero”.

Ochy es un empresario bocatoreño que durante la actual administración ha ganado millonarios contratos, a través de la empresa constructora Transcaribe Trading.

Su logro más reciente es la la ampliación de la carretera Paso Canoa- Puerto Armuelles, que costará al Estado $114 millones, luego de varios cambios que incluyeron un alza en el precio, pues se suponía que la obra costaría cerca de $88 millones.
Por esta misma carretera, se supone, transitará el banano que se sacará de las fincas hoy en disputa.

(Con información de Yolanda Sandoval)

Negocio bananero
2006
La cooperativa asumió el control de la producción y comercialización de la fruta, luego de que Chiriqui Land Company abandonó las tierras que ocupó durante más de 70 años.
42
Millones de cajas de banano se exportaban desde Barú.
220
Millones de dólares en ingresos generó la actividad bananera anualmente en esa zona.

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