sábado, 9 de junio de 2012

Coiba perdería estatus de patrimonio mundial

El Gobierno panameño sigue sin rendir cuentas a la Unesco sobre una inversión de 350 mil dólares que hizo el organismo para la conservación de la isla.
ANA GRACIELA MÉNDEZ
 
PELIGRO. El estatus de este patrimonio no es lo único en riesgo, también peligra la fauna y la flora.. LA PRENSA/Archivo
Uno de los sitios más ricos del mundo en biodiversidad, el Parque Nacional de Coiba, podría perder su estatus como Patrimonio de la Humanidad.

De acuerdo con la Secretaría Técnica del Comité de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (Unesco, por sus siglas en inglés), Panamá tiene hasta el 1 de febrero de 2013 para entregarle un reporte de avance para que se decida el frágil estatus del tesoro panameño.

La Unesco precisó que el Gobierno ha sido negligente ante la organización al no proporcionar la información que se le ha solicitado, y en la que se detallaría el estado y los avances de conservación en la isla de Coiba, que ha llevado el título de Patrimonio de la Humanidad desde 2005.
 
Tampoco han recibido el reporte sobre el estado del plan de manejo para lo que denominan la zona especial de protección marina de la isla.

La Unesco se ha visto forzada a obtener información de las condiciones de este patrimonio a través de otros medios y, según esos reportes, los estamentos gubernamentales no han cumplido con su deber para mantener el estatus de la isla ni han velado por su conservación.

El informe de la organización sobre el estatus de Coiba, al que tuvo acceso este diario, destaca que de las tantas responsabilidades del Gobierno ante este patrimonio, pocas se han llevado a cabalidad y muchas ni se han tomado en cuenta.

Entre los ejemplos más serios citados en el informe está el hecho de que la pesca deportiva y la pesca con palangre en esta área restringida no se han regulado, lo que ha causado “una marcada decaída” en las poblaciones de tiburón, raya, pargo, mero, marlín y pez vela.

Además, establece que la organización de conservación Marviva ha tomado la responsabilidad de “ente regulador” en el área, mientras la Anam se ha quedado de brazos cruzados.

El documento señala que el Gobierno no ha tomado medidas para financiar y capacitar a personal que pueda ejecutar las políticas de conservación necesarias y regular las actividades perjudiciales que se puedan llevar a cabo en el área.

Sin embargo, de acuerdo con la Unesco, el organismo proporcionó 350 mil dólares al Gobierno panameño para ejecutar el plan de manejo, la instalación de boyas especiales, capacitación, diseminación de información del uso y las secuelas legales que pueda tener un incumplimiento por parte del público.
Los resultados de esta inversión no son evidentes.

Las autoridades tampoco se han tomado el tiempo de responder a dos solicitudes de la Unesco, en las que pide información actualizada sobre un posible proyecto de desarrollo de una base naval, que pudiese afectar negativamente el valor patrimonial de la isla.

La organización concluye el informe solicitándole a Panamá que confirme el estado del plan de manejo para la zona especial y el parque, y establece que si en el documento no se evidencia un plan de manejo que se adhiera a las especificaciones de la Unesco, “considera” que se afectará el estatus de Patrimonio de la Humanidad que mantiene la isla.

A través de correo electrónico, este diario solicitó al presidente, Ricardo Martinelli, reacciones sobre el informe de advertencia de la Unesco, pero al cierre de esta edición no se había recibido respuesta.

NEGLIGENCIA.

A pesar de varios llamados al Gobierno panameño, la Unesco no ha podido recibir respuesta sobre los avances de conservación en Coiba. La organización ha recibido información, por otras vías, sobre el estado de la isla y asegura que Panamá no ha asumido su responsabilidad.

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