Coiba perdería estatus de patrimonio mundial
El Gobierno panameño sigue sin rendir cuentas a la
Unesco sobre una inversión de 350 mil dólares que hizo el organismo
para la conservación de la isla.
ANA GRACIELA MÉNDEZ
PELIGRO. El estatus de este patrimonio no es lo único en riesgo, también peligra la fauna y la flora.. LA PRENSA/Archivo |
Uno de los sitios más ricos del mundo en biodiversidad, el Parque
Nacional de Coiba, podría perder su estatus como Patrimonio de la
Humanidad.
De acuerdo con la Secretaría Técnica del Comité de Patrimonio
Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (Unesco, por sus
siglas en inglés), Panamá tiene hasta el 1 de febrero de 2013 para
entregarle un reporte de avance para que se decida el frágil estatus
del tesoro panameño.
La Unesco precisó que el Gobierno ha sido negligente ante la
organización al no proporcionar la información que se le ha solicitado, y
en la que se detallaría el estado y los avances de conservación en la
isla de Coiba, que ha llevado el título de Patrimonio de la Humanidad desde 2005.
Tampoco han recibido el reporte sobre el estado del plan de manejo
para lo que denominan la zona especial de protección marina de la isla.
La Unesco se ha visto forzada a obtener información de las
condiciones de este patrimonio a través de otros medios y, según esos
reportes, los estamentos gubernamentales no han cumplido con su deber
para mantener el estatus de la isla ni han velado por su conservación.
El informe de la organización sobre el estatus de Coiba, al que tuvo
acceso este diario, destaca que de las tantas responsabilidades del
Gobierno ante este patrimonio, pocas se han llevado a cabalidad y muchas
ni se han tomado en cuenta.
Entre los ejemplos más serios citados en el informe está el hecho de
que la pesca deportiva y la pesca con palangre en esta área restringida
no se han regulado, lo que ha causado “una marcada decaída” en las
poblaciones de tiburón, raya, pargo, mero, marlín y pez vela.
Además, establece que la organización de conservación Marviva ha
tomado la responsabilidad de “ente regulador” en el área, mientras la
Anam se ha quedado de brazos cruzados.
El documento señala que el Gobierno no ha tomado medidas para
financiar y capacitar a personal que pueda ejecutar las políticas de
conservación necesarias y regular las actividades perjudiciales que se
puedan llevar a cabo en el área.
Sin embargo, de acuerdo con la Unesco, el organismo proporcionó 350
mil dólares al Gobierno panameño para ejecutar el plan de manejo, la
instalación de boyas especiales, capacitación, diseminación de
información del uso y las secuelas legales que pueda tener un
incumplimiento por parte del público.
Los resultados de esta inversión no son evidentes.
Las autoridades tampoco se han tomado el tiempo de responder a dos
solicitudes de la Unesco, en las que pide información actualizada sobre
un posible proyecto de desarrollo de una base naval, que pudiese
afectar negativamente el valor patrimonial de la isla.
La organización concluye el informe solicitándole a Panamá que
confirme el estado del plan de manejo para la zona especial y el parque,
y establece que si en el documento no se evidencia un plan de manejo
que se adhiera a las especificaciones de la Unesco, “considera” que se
afectará el estatus de Patrimonio de la Humanidad que mantiene la isla.
A través de correo electrónico, este diario solicitó al presidente,
Ricardo Martinelli, reacciones sobre el informe de advertencia de la
Unesco, pero al cierre de esta edición no se había recibido respuesta.
NEGLIGENCIA.
A pesar de varios llamados al Gobierno panameño, la Unesco no ha
podido recibir respuesta sobre los avances de conservación en Coiba. La
organización ha recibido información, por otras vías, sobre el estado
de la isla y asegura que Panamá no ha asumido su responsabilidad.
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