sábado, 31 de diciembre de 2011

Banaico el banco que colapsó

ARISTIDES CAJAR PÁEZ
 
 
 
Molestos. Angustiados. Así se veían los rostros de aquellos cuentahabientes que una tarde a principios de enero de 1996 hacían fila en la entrada de un banco ubicado en la avenida Balboa.

Los ahorros de toda una vida, el capital de sus negocios, las inversiones y el futuro de hijos y nietos acababan de volatilizarse sin que nadie les hubiese advertido nada.

Un “hueco” de unos 50 millones de dólares había provocado que un banco que entonces tenía cerca de 20 años de funcionar en Panamá solicitara la intervención de las autoridades, lo que destaparía uno de los peores escándalos financieros de la década de 1990 en la región.

El Banco Agro Industrial y Comercial de Panamá (Banaico) funcionaba desde octubre de 1978 y fue intervenido el 24 de enero de 1996 por iliquidez, a petición de su presidente, el español Manuel Salvador Morales.

Erasmo Castro, el interventor nombrado por la Comisión Bancaria Nacional (CBN), que era entonces el ente regulador de la actividad bancaria en el país, encontró que de los 24 millones de dólares que el banco decía tener en efectivo, 23 millones eran simples papeles. No existían.

Pese a que Banaico había clasificado al 60% de los depósitos como provenientes del extranjero, solo el 30% de los mismos lo era. Ante esto, la CBN solicitó que el Ministerio Público indagara a varios funcionarios de Banaico.

El interventor descubrió que el 22 de enero de 1996, luego de no cumplir por segundo día con la cámara de compensación (una operación obligatoria para todo banco), Banaico había cancelado irregularmente varios depósitos a plazo fijo.
Muchos préstamos no coincidían con los nombres de los depósitos. Otros se cancelaron en los libros, pero los documentos aún reposaban en el banco.

Una empresa perteneciente, en parte, al entonces vicepresidente y secretario de Banaico, Mayor Alfredo Alemán (la Trans Latin Air o TLA), había sido incluida en un encausamiento del Departamento de Justicia de Estados Unidos. sobre narcotráfico en 1994.

Según información periodística, existían además vínculos bancarios entre la TLA y Banaico. Alemán, también dirigente nacional del entonces gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD), había sido nombrado presidente del Banco Nacional de Panamá (BNP) en 1994, pero renunció meses después.

Un banco de papel “domiciliado” en la isla de Monserrat, el Lion Bank, habría servido para concertar transacciones masivas con Banaico. Muchas de estas transacciones eran ficticias o “cruzadas”.

El 7 de febrero de 1996, la Universal, Compañía de Seguros y Reaseguros, fue intervenida por la Superintendencia de Seguros y Reaseguros. Manuel Salvador Morales era también el apoderado de esta empresa.

La justicia entonces investigó por estos hechos a Morales, al gerente Bruno Bemporad, a la subgerente Maritza Ramos de Mattaden y a la oficial de cuentas Irasema Subia.

Subia fue detenida el 22 de noviembre de 1996 por las autoridades antidrogas, bajo cargos de lavado de dinero a través de Banaico. Se buscaba determinar si había ocultado millones de dólares en cuentas de banco del narcotraficante colombiano José Castrillón Henao, detenido en Panamá y extraditado a Estados Unidos.

Castrillón Henao fue un personaje clave del Cartel de Cali en Panamá, estrechamente vinculado a uno de los jefes de aquella poderosa organización delictiva: Víctor Patiño Fómeque.

Como si fuera poco, dinero de Castrillón Henao había ingresado a la campaña presidencial de Ernesto Pérez Balladares, a la sazón, presidente de la República. El propio Pérez Balladares se vio obligado a admitir, tras haberlo negado antes, el ingreso de ese dinero a su campaña, aclarando que no sabía que era de origen ilícito.

EL CASO
Los tribunales iniciaron un proceso judicial por delitos como estafa, asociación ilícita para delinquir y falsedad de documentos, que duró 11 años después de enfrentar constantes recursos de la defensa para proteger a los acusados. Estos habían sido condenados en primera instancia el 13 de febrero de 2004 por el Juzgado Decimosegundo del Primer Circuito Judicial de Panamá.

No fue sino hasta 2008 cuando la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ratificó las condenas, sellando así en forma definitiva el caso. Una condena de 8 años 4 meses y 15 días de cárcel recibió Manuel Salvador Morales.

El gerente Bruno Bemporad recibió por su parte siete años y seis meses de prisión, condena similar a la que se le dictó a la subgerente Maritza Ramos de Mattaden. Irasema Subía fue condenada en tanto a tres años y ocho meses.

Adicionalmente, Morales, Bemporad, Mattadem y Subia pagarían $1.9 millón por la cantidad que Banaico adeudaba a la Cámara de Compensación del BNP, más los intereses generados desde que fue dictado el fallo judicial. Sin embargo, en junio de 2009, en las últimas horas de su gestión, el expresidente Martín Torrijos indultó a 20 personas, entre ellas a Bemporad, quien quedó así en libertad.

Ese mismo mes, Ramos de Mattaden se entregó a las autoridades luego de permanecer durante cinco años en su casa, resistiendo el fallo de 2004, por problemas de salud, según sus representantes legales. Ramos de Mattaden se habría beneficiado de una medida cautelar, lo mismo que Morales. Los cuentahabientes nunca lograron recuperar todo el dinero perdido.

Quiebras, seguridad y proyectos de ley

En los últimos 15 años, varios escándalos financieros han sacudido al país. La seguidilla de descalabros se inició con la quiebra de Banaico, que sin embargo pronto sería solo uno de una penosa cadena. Después vendría la quiebra del Grupo Adelag (que controlaba El Triángulo, Tecno Auto y la financiera El Roble, entre otros), la caída de la cadena Fotokina, Banco DISA, The Providence y Estrellamar. Más de 300 millones de dólares en pérdidas supusieron estos escándalos, principalmente en perjuicio de acreedores y cuentahabientes. Entre otras razones, fueron estos descalabros los que ayudaron a impulsar la aprobación de las Normas Internacionales de Contabilidad, obligatorias para las empresas y bancos que operan en el centro bancario. La nueva ley bancaria y la creación de la Superintendencia de Bancos y la Comisión Nacional de Valores, además del Tribunal de Cuentas, abonaron para dar mayor seguridad y transparencia a las actividades financieras.

En octubre de 2010, el Ministerio de Comercio e Industrias impulsó un proyecto de ley de reestructuración empresarial, destinado a que las compañías que quedaran en situación de insolvencia pudieran mantenerse a flote y pagar sus deudas. La falta de una legislación de este tipo ha sido criticada por entidades financieras internacionales que la señalan como una de las debilidades del sistema panameño.

viernes, 30 de diciembre de 2011

En el eje de una red de blanqueo
 
ALBERTO DE LEÓN DE GRACIA
Eurocambio, S.A; Euro Exchange & Financial Commerce, Inc. (Eurex) y General Commerce Overseas, entre las involucradas 
 
 
 
  PANAMÁ. Los nombres de los colombo-libaneses Jorge Fadlallah Cheaitelly y Mohamad Zouheir, alias ‘El Khansa’, darán de qué hablar en este país por buen rato.

Y es que en la acción ejecutada esta semana por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos que sancionó a los dos sujetos y a diversas empresas por lavado de dinero procedente de carteles mexicanos y de Colombia, Panamá es punto clave en estas operaciones.

Ambos fueron catalogados ‘Narcotraficantes Especialmente Designados’ (SDNT por sus siglas en inglés), por lo que queda prohibido para cualquier estadounidense realizar operaciones financieras o comerciales con ellos, al tiempo que quedan congelados sus bienes en Estados Unidos, según un comunicado del Departamento del Tesoro.

‘Jorge Fadlallah Cheaitelly dirige una extensa red de lavado de activos con sede en Panamá y Colombia, con vínculos en México, Líbano y Hong Kong’, comunicó en su momento Adam J. Szubin, director de la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (OFAC).

Las empresas en Panamá y Colón que se afectan con esta medida incluyen varias casas de cambio, como Eurocambio, S.A; Euro Exchange & Financial Commerce, Inc. (Eurex), ya disuelta, y General Commerce Overseas, Inc.; al igual que Junior International S.A., Global Technology Import & Export, S.A. (GTI), y Fedco Import & Export, S.A., de Colón. Junior International S.A. está afiliada -según los reportes internacionales- con el narcotraficante y lavador de activos libanés Ayman Joumaa, designado bajo la Ley Kingpin en 2011.

A principio de esta semana, y con la intervención de la Agencia Antidrogas de los Estados Unidos (DEA), se dieron varias detenciones de personas ligadas a la empresa Eurocambio, S.A., aunque el pasado miércoles fueron liberadas por la Fiscalía de Drogas ‘por falta de pruebas’, según reportó ayer el diario La Prensa.

Según el rotativo panameño, la liberación se produjo ‘porque no había nada en su contra y, de hecho, se precisó que solo eran los empleados de la casa de cambio’.

En los registros de las empresas citadas, el apellido Cheaitelly se repite entre los dignatarios.

Para la inscripción de estas empresas en el régimen de sociedades anónimas panameño se utilizaron los servicios de igual número de oficinas forenses, de acuerdo al Registro Público. Los bufetes que figuran son: Orlando Barsallo y Asociados, Estudios Jurídicos Araúz; Arias, Fábrega y Fábrega; Castro y Castro; Rubio y Rubio y Bernal y Bernal.
 
EL ALCANCE DE LA MEDIDA

Aplicación

La Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico, conocida como la Ley Kingpin, prohíbe a los estadounidenses realizar transacciones financieras o comerciales con estos individuos y entidades.
 

martes, 27 de diciembre de 2011

Valter Lavítola dice que se entregará a la justicia

El exconsultor de Finmeccanica dijo desde Argentina que enfrentará a la justicia en enero próximo para demostrar su inocencia. (Reveló que ha hecho cosas "para cubrír a otros")
SANTIAGO CUMBRERA
 
ENCUENTRO. El presidente, Ricardo Martinelli, se reunió con el excanciller de Italia Franco Frattini y el exconsultor de Finmeccanica Valter Lavítola, en mayo de 2010. LA PRENSA/Tomado de Internet

El italiano Valter Lavítola, pieza clave en la millonaria y polémica contratación entre el Gobierno de Panamá y el conglomerado italiano Finmeccanica para adquirir equipos de seguridad por unos $250 millones, anunció que se entregará en enero próximo a la justicia de su país, después de permanecer en la clandestinidad durante casi cuatro meses.

Lavítola, que solía moverse por Panamá con escolta presidencial y en vehículos oficiales como representante del exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi y agente comercial de Finmeccanica, confesó a un grupo de amigos haber “hecho cosas para cubrir a otros”, según reporta el diario italiano Corriere della Sera.

El diario destaca –citando a amigos de Lavítola- que este se encuentra de “vacaciones” en la provincia de Salta, al noroeste de Argentina, donde tiene una propiedad y en la que celebrará una fiesta de fin de año denominada “adiós a los fugitivos”. Junto con él se encuentran su esposa Mariastella Buccioli y su hijo de 7 años.

“En Argentina trabaja con un amigo brasileño en un estudio de una cadena de televisión privada, para grabar unas cintas en las que explicará su versión de los hechos y que entregará a los jueces una vez arribe a Roma”, cita el diario.

Horas más tarde, Lavítola envió un comunicado a medios italianos en el que explicó que “no me podré mover de Italia por un tiempo, así que estoy tratando de planificar mi trabajo durante muchos meses por venir. Los que trabajan en el comercio pesquero saben las variables y los riesgos, si no se gestionan se puede llevar a un desastre”.
En el comunicado, Lavítola confirma lo publicado por el Corriere della Sera sobre el video que planea hacer para explicar toda su historia, “basada en el análisis y documentación necesaria a fin de demostrar la verdad sobre los hechos que se le acusan”.

INVESTIGACIONES
La justicia italiana adelanta varios procesos que tienen a Lavítola como principal investigado.
El más reciente lo lleva la Procuraduría de Nápoles y es por corrupción internacional, según confirmó a este diario el procurador adjunto de Nápoles, Francesco Greco.

La nueva línea de investigación incluye la presunta comisión de los delitos de peculado, concusión, corrupción e instigación a la corrupción de una persona en el ejercicio de sus funciones públicas (artículo 322 bis del Código Penal italiano), y se relaciona con las actividades de Lavítola en Panamá.

En esta investigación, los fiscales italianos indagan la participación de funcionarios panameños en el supuesto pago de millonarias comisiones tras la firma de los contratos con Selex, AugustaWestland y Telespazio, todas filiales de Finmeccanica.

Lavítola –quien ejerció el cargo de director del diario italiano L´Avanti– también es investigado por la Fiscalía de Bari por una supuesta extorsión contra Berlusconi, a quien le pidió unos 500 mil euros (casi $685 mil) para no divulgar que las mujeres que asistían a sus fiestas eran prostitutas.
PANAMÁ Y LAVÍTOLA
En agosto pasado, cuando los fiscales italianos decretaron la detención de Lavítola, este informó que estaba en Panamá (Guna Yala). “Estoy en Panamá, pero volveré pronto”, dijo entonces.
De hecho, Lavítola se sentía confortable en Panamá. “Aquí [Panamá] es una maravilla”, le dijo Lavítola a Adolfo De Obarrio, secretario privado del presidente, Ricardo Martinelli, en un correo electrónico de febrero pasado y divulgado por la dirigente opositora Balbina Herrera.
Las versiones sobre el paradero de Lavítola a partir de ese momento fueron contradictorias.
Mientras el ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, aseguraba que lo había visto y que no tenían registro de su salida del país, el Servicio Nacional de Migración informó que Lavítola abandonó Panamá el 26 de noviembre con destino a Río de Janeiro, Brasil.

Sin embargo, el fotógrafo italiano Alan Fiordelmondo captó a Lavítola abandonando Panamá por el aeropuerto de Tocumen junto a su esposa e hijo. Las imágenes exclusivas fueron divulgadas a mediados de noviembre pasado por el semanario italiano Hoy, días después de que el fotógrafo retornó a su país tras reunirse con Lavítola. (www.oggi.it/focus/gallery/valter-lavitola-beccato-allaeroporto-di-panama).
Es decir, Lavítola debe haber salido de Panamá antes de la fecha divulgada por Migración.

“Yo no he tomado nada... si yo hubiera tomado fotos ya estuvieran en Italia”, contó el fotógrafo al semanario con relación a un intercambio de palabras que sostuvo con Lavítola.

“Por dentro estaba temblando, porque entiendo que él [Lavítola] es muy poderoso en Panamá y se irritó cuando se enteró que sabía todo sobre él”, agregó Fiordelmondo.
 

lunes, 26 de diciembre de 2011

El verdadero desfile de Globos de navidad

Si las cosas se hicieran con un sano propósito, como el desfile de globos creado en un dos por tres
estariamos celebrando junto a nuestros hijos, otra presentación de navidad. Sin embargo deja un mal sabor
el crear competencias de quien improvisa mejor, como es estilo del gobierno actual. Pero nos deja un amargo
sabor todos los bochornosos escandalos que hemos tenido que soportar en los últimos meses, uno tras otro de manera que no podemos ocultar la duda de cuales globos están mas inflados, los que presenta el gobierno en el desfile, o los que se han presentado en proyectos no planificados para el país con cifras que nos dejaran con una deuda, que adjunta la futura ganancia de los beneficios que entraran a Panamá por los trabajos del ensanche del Canal. Pareciera que las demás provincias no existen y que el sector primario no es importante.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Presupuesto de Walt Disney: José Montano

José Montano
 
 
La planificación, asignación y ejecución del Presupuesto General del Estado está demostrando que el gobierno de Ricardo Martinelli desconoce la cautela y la prudencia al momento de emplear los recursos públicos. El momento crítico en el que está entrando la economía mundial, arrastrada por los problemas de la deuda y el déficit de Estados Unidos, ofrece un futuro sombrío y bajas perspectivas de crecimiento.
Panamá no está aislado del exterior y una recesión de la economía mundial tendrá sus efectos en el país. Podría producirse una merma en el turismo, en la demanda de exportaciones, una contracción del comercio internacional con sus repercusiones en la Zona Libre de Colón y en las operaciones del Canal.
Por el carácter de su economía la marea de la crisis mundial se tarda en tocar a Panamá, pero cuando pasa su efecto también toma más tiempo en recuperarse. Por eso, la recomendación es mantener el gasto público bajo control, aumentar el ahorro interno, la eficiencia y productividad, mejorar la recaudación y prevenir la evasión fiscal.
Sin embargo, no hay un plan serio de ahorro ni un freno al gasto público, como si el país viviera en un carnaval de millones. Así lo demuestra el presupuesto de 14 mil 451 millones de dólares para 2012, de los que 3 mil millones se destinarán mayormente a inversiones en infraestructuras en desequilibrio con los servicios sociales y mil 967 millones a la planilla estatal, que en dos años creció en 217 millones.
La fiebre de construir obras de infraestructura, junto con la compra de los corredores Norte y Sur, pareciera ser uno de los principales afanes de este gobierno. En el proceso se ha beneficiado en forma sospechosa a las empresas Odebrecht (que aportó por lo menos 800 mil a la campaña de Martinelli), FCC, ICA y Pycsa. Diversos sectores han denunciado la megarebusca que significa la compra de los corredores con un sobrecosto de más de 500 millones.
Para enfrentar los proyectos faraónicos, el equipo económico del régimen echa mano en forma imprudente del endeudamiento. Oficialmente la deuda contratada hacia 2014 será de 4 mil 476 millones de dólares. Pero podría ubicarse en 8 mil 500 millones, porque no incluye más de mil millones en proyectos llave en mano, la compra de los corredores por mil 70 millones, las ampliaciones del aeropuerto de Tocumen por 800 millones, ni 300 millones de financiamiento de Etesa.
Mientras se produce ese manejo irresponsable de las finanzas públicas, en el sistema de salud no hay estructuras para los pacientes de cáncer, las bacterias han matado a 60 personas en la CSS, hay epidemias de dengue y faltan medicinas e insumos en los hospitales. Sin contar con los problemas de aguas negras, la basura y la falta de agua potable y electricidad en cientos de comunidades del país.
Un precario sistema educativo, el alza de los precios de los alimentos y la energía, la inseguridad ciudadana y la crisis en el Órgano Judicial y el Ministerio Público, conforman un cuadro doloroso de la degradación que sufre el país. Con el aumento de las tensiones sociales, también se reducen los espacios de diálogo para hallar soluciones a los problemas nacionales. El gobierno de Martinelli no ha intentado consolidar un programa de redistribución del bienestar social ni mejorar los servicios a la población. La sociedad en su conjunto es la que paga los costos de un estilo de gobierno cada vez más autoritario, en el que el ciudadano está desprotegido e indefenso.
El Gobierno pareciera ignorar que un ambiente de estabilidad política y social es el principal garante del desenvolvimiento de la economía. No es con el gorilismo expuesto por el ministro de Seguridad, José Mulino, aficionado a las películas de muchas balas, como se ejerce el poder y se conduce al país a buen puerto.
Martinelli debe reconocer a la oposición y a la sociedad civil como socios en la tarea de construir el país. Lejos de la discrecionalidad, las arbitrariedades y falta de trasparencia, la ciudadanía demanda un ambiente en el que pueda convivir en armonía y sin imposiciones. Esa es la mayor empresa que puede acometer un gobierno que respeta a sus ciudadanos y no se burla de su inteligencia con cuentos de Walt Disney.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Hallan El Dorado en Panamá

Es el descubrimiento arqueológico más importante de los últimos 70 años en ese país; aparecerá en la edición de National Geographic.

( NOTIMEX 16 DIC 2011 | 03:01 )

Panamá.- El "Dorado de Panamá", el sueño de riqueza de los españoles hace 500 años, fue descubierto en el sitio El Caño, en el hallazgo arqueológico más importante del país de los últimos 70 años, reveló hoy la experta panameña Julia Mayo.

"Se ha encontrado 'El Dorado de Panamá' y éste se halla en Coclé", en El Caño, unos 180 kilómetros al oeste de la capital panameña, informó Mayo en referencia a la leyenda de los españoles en busca de grandes tesoros de oro hace cinco siglos.

El descubrimiento aparecerá en la edición de enero de la revista "National Geografic" (NG) para América Latina, con su portada dedicada a una de las figuras localizadas a raíz de nuevas excavaciones en desarrollo desde hace unos cuatro años.


Mayo, asociada del Instituto Smithsonia de Investigaciones Tropicales (STRI) y presidenta de la Fundación El Caño, al mando de 30 especialistas desarrolló nuevos estudios en el sitio con auspicios de NG y de la Secretaría Nacional de ciencia y Tecnología (Senacyt).

Los investigadores hallaron junto a un centro ceremonial funerario marcado por columnas basálticas donde individuos permanecía atados, seis tumbas donde fueron entgerradas personas de alto rango, cubiertas de oro, hueso y piedras semipreciosas y preciosas.

"Eran envueltos en tejidos o lienzos y cubiertos por platos y ollas. Se cubrian de cubiertas de madera y se colocaban incesarios y algunas vasijas con alimentos, hachas y flechas", reseñó la experta.

"Todas las piezas recuperadas en la excavaciones tienen buena información de contexto. La mayoría de las piezas precolombinas que se exhiben en Colombia, Costa Rica, España o en Estados Unidos no tienen esta información de contexto", comentó feliz.

El editor para América Latina de NG, el mexicano Omar López, resaltó que "hay hallazgos que se dan una vez cada siglo, si acaso", y anunció que el reporte será titulado "El Dorado de Panamá, las tumbas de los antiguos jefes de Centroamérica".

En el informe de la revista se indica que "Las impurezas naturales del oro apuntan a que el metal fue extraído y trabajado en la región, lo que zanja de una vez por todas el debate sobre la posibilidad de que los tesoros panameños fueran importados del sur".


Las excavaciones, a cinco metros de profundidad y en un espacio de 100 metros cuadrados -una pequeña parte del sitio - se dieron con los jefes de la "misteriosa cultura Coclé", cuya época se ubica entre 700 y mil años después de Cristo, de acuerdo con López.


"Es el más importante hallazgo arqueológico de Panamá en los últimos 70 años, después del (cercano) sitio Conte", indicó Mayo al señalar que de las seis tumbas halladas sólo en cuatro se ha trabajado en su totalidad.

En una de las tumbas se encontraron 25 cuerpos incluido un bebé de alto rango. "'A partir de cierta fecha, 700 años después de Cristo, en Panamá hay ciertas personas que son más ricas y poderosas que otras y surgen figuras de líderes y jefes que hasta entonces no existían", añadió.


Advirtió que las investigaciones aún están en desarrollo, debido a que se busca determinar la génesis de esas sociedades, cómo "'pasan de tribus y sociedades igualitarias a sociedades de rango; como las personas adquirieron poder".


"Es un yacimiento muy rico, está en muy buenas condiciones; nos va a ayudar a esclarecer estas preguntas, qué tan compleja era la sociedad de Coclé en aquella época, qué tan poderosos eran; cómo se estructuraban, cuántos rasgos existían", añadió la investigadora.


Las escasas informaciones de la cultura Coclé, cuyos orígenes se remontan a los primeros panameños de hace 10 mil años, señalan que fueron grupos regionalistas, estables y sin mayor relación con otras tribus de la región, por lo cual "'no lograron desarrollarse a altas culturas".


El hallazgo es importante debido a que el cercano sitio Conte se conocía como un centro funerario para personas de alto estatus social, pero había escasos datos con relación a El Caño, indicó el director del Senacyt, Rafael Berrocal.


"Allí se hacían ceremonias funerarias y se enterraba a personas de alto estatus. Esta nueva información enriquece la historia de la región cultural de Gran Coclé y es el principio de lo que esperamos sean más hallazgos contundentes", indicó Berrocal.


El Caño se localiza en el distrito de Natá, a unos 100 metros del Río Grande, en un área propensa a inundaciones.

´Pérez malinterpreta la ley´ (Otra véz..?)

Sobre Noriega pesan seis condenas. Otros militares procesados por crímenes de la dictadura han sido mostrados al país.
Redacción de La Prensa
 
FILMACIÓN. Las imágenes del ex hombre fuerte de Panamá 
que Pérez no quiere mostrar fueron tomadas por el jefe de prensa 
de la PN, Jahiro Polo (de frente). LA PRENSA/David Mesa.
  No hay duda de que la Constitución y las leyes panameñas incluyen la presunción de inocencia como una garantía fundamental, y que los servidores públicos están obligados a respetarla, pero en el caso del exdictador Manuel Antonio Noriega no se aplica tal prerrogativa, ya que sobre él pesan seis condenas por delitos graves y debidamente ejecutoriadas.

Así lo explicó el exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia Edgardo Molina Mola, luego de que el director de la Policía Nacional (PN), Gustavo Pérez, indicara que no hará público un video tomado al exdictador la noche de su llegada a la cárcel de El Renacer, el 11 de diciembre pasado, porque se trata de un derecho reclamado por el propio Noriega que debe respetarse.

Según Molino Mola, el director de la PN hace una aplicación errada de la ley, ya que al ser Noriega un reo condenado “es perfectamente legal la difusión de su imagen a través de los medios”.

Explicó que la presunción de inocencia se aplica cuando la persona no tiene una condena firme en su contra.
En el caso de Noriega, dijo, hubo una investigación por parte del Ministerio Público, un juicio en el que tuvo representación legal; se dio la condena y esta fue notificada. Además, basados en una de esas condenas fue que se produjo su extradición desde Francia.

El exmagistrado reconoció que es cierto que Noriega tiene procesos pendientes, pero según su opinión estos solo son indicativos de que es un reincidente en la violación de la ley.

La legislación

La presunción de inocencia es una garantía consagrada en el artículo 22 de la Constitución: “...Las personas acusadas de haber cometido un delito tienen derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad en juicio público que le haya asegurado todas las garantías establecidas para su defensa...”.
Además, el artículo 8 de la Ley 63 del 28 de agosto de 2008 –que adoptó el nuevo Código Procesal Penal– indica: “Toda persona debe ser tratada y considerada como inocente durante la investigación y el proceso, hasta tanto se le declare responsable del delito que se le imputa en sentencia que haga tránsito a cosa juzgada. Los jueces, fiscales, querellantes y miembros de la Policía Nacional no pueden presentar a la persona investigada o imputada como culpable ni pueden brindar información sobre esta en ese sentido a los medios de comunicación social. Solo es permitida la publicación de datos o fotografías indispensables para fines de la identificación de dicha persona”.

Pero hay excepciones, según el artículo 2044A del Código Judicial: que establece: “El funcionario judicial o la autoridad competente podrá difundir la imagen y demás generales del prófugo, imputado o evadido a través de los medios de comunicación o cualquier otro medio audiovisual siempre que resulte necesario para esclarecer la verdad sobre el hecho punible, por razones de flagrancia, orden público, interés social, moralidad o salud pública”.

Los hechos

Más allá de las consideraciones legales, en la práctica diaria de la Fuerza Pública son innumerables las veces en que las autoridades de las entidades dan videos, fotografías e información de sospechosos, imputados y condenados.

Solo en lo que respecta a los crímenes de la dictadura hay varios ejemplos, como en el caso del asesinato de Hugo Spadafora, cuya audiencia en 1993 fue completamente pública y en ella fueron mostrados los imputados e incluso los que resultaron condenados: Francisco Eliécer González, alias Bruce Lee, y Julio César Miranda, apodado Muñecón.

Por este crimen Noriega fue condenado a 20 años de cárcel, y basado en dicha sentencia el Gobierno de Francia concedió su extradición a Panamá.

Un caso similar ocurrió en 1994, cuando el Tribunal Superior de Coclé y Veraguas hizo la audiencia por la desaparición y muerte en 1971 del sacerdote colombiano Héctor Gallego, en la que fueron condenados a 15 años de prisión –y mostrados públicamente– los militares Nivaldo Madriñán y Melbourne Walker.

Además, el mayor Heráclides Sucre, jefe del Batallón 2000, un grupo de élite de las extintas Fuerzas de Defensa, fue extraditado a Panamá en febrero de 1997 desde Perú, donde se refugió después de la invasión estadounidense de 1989, y a su llegada fue mostrado al país a través de los medios.

Más recientemente, en junio de 2006, se mostró al exjefe de Los Pumas de Tocumen, teniente coronel retirado Ricardo Garibaldo, procesado en el Segundo Tribunal de Justicia por el secuestro y homicidio del dirigente popular Heliodoro Portugal, ocurrido en 1970.

Reacciones

El pasado martes, Pérez declaró a los medios de comunicación que no entregará el video porque Noriega “es una persona que tiene derechos casualmente para esto, para poder decir ´quiero que divulguen esto o no divulguen esto”.

También alegó que se trataba de un tema de seguridad y que las amenazas contra Noriega tras su llegada al país están latentes.

Se buscó una opinión del superior de Pérez, el ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, y de la ministra de Gobierno, Roxana Méndez, pero no respondieron.

En tanto, el director del Sistema Penitenciario, Ángel Calderón, prefirió no opinar sobre la decisión de Pérez y se limitó a recordar que la presunción de inocencia es una garantía constitucional.

Además, aclaró que Noriega no fue exhibido el 11 de diciembre, sino que se le llevó a la sala de guardia del penal para cumplir una diligencia y desde allí pudo ser visto y fotografiado.
(Juan Manuel Díaz C. Rafael Luna Noguera y José Otero).

Denuncia contra Noriega

Las hermanas del asesinado médico Hugo Spadafora presentaron ayer ante el Ministerio Público una denuncia contra el exdictador Manuel Antonio Noriega por el secuestro en Chitré del sacerdote español José Majadas, entre el 22 y 23 de febrero de 1989.

Alida, Carmenza y Rita Spadafora explicaron que con la detención e intento de desaparición de Majadas se violaron sus derechos, por lo que se debe procesar a Noriega, preso en El Renacer desde el 11 de diciembre pasado.

Alida Spadafora denunció que a Majadas “lo secuestró el G2 de Noriega en Chitré, donde era párroco, y lo tuvo que liberar porque la gente no dejó de tocar las campanas”.

Rita Spadafora detalló que la acción contra el sacerdote se debió a que Noriega se vio amenazado por los mensajes indirectos contra su poder escritos en una pancarta colgada dentro de la iglesia de Chitré.
Según la edición de Panorama Católico del 26 de febrero de 1989, la excusa para llevarse al párroco fue que estaba indocumentado.

Majadas es párroco de la parroquia Santa María La Antigua en Panamá y en enero viajará a España.
Se trata de la primera denuncia contra Noriega desde su regreso.
Elio Núñez

IBT Group, empresa con un historial polémico

Ereida Prieto-Barreiro
 
CELEBRACIÓN.
El 16 marzo de 2010, el Consejo de Administración de IBT Group
realizó su presentación con motivo de la apertura
  En abril pasado, cuando la Caja de Seguro Social (CSS) convocó al acto de licitación por mejor valor para el suministro de equipos y servicios de hemodiálisis –por un monto de 105.3 millones de dólares–, 11 fueron las empresas que se interesaron en participar, entre ellas, el Consorcio IBT Medical Outsourcing Services y Promed, S.A., este último con un largo historial de suministros a la CSS.

A pesar del largo proceso de esta particular licitación, en la que abundaron resoluciones de suspensión y acciones de reclamos, las empresas mantuvieron su interés en participar en el acto público. De hecho, Promed –presidida por el empresario y político opositor Jorge Sánchez– cuestionó en su momento varios puntos del pliego de cargos de la licitación.

El proceso, que aún se encuentra en el portal electrónico PanamáCompra, revela que la CSS, a través de un acta fechada el 14 de junio pasado, rechazó cambiar el monto económico propuesto en la licitación por la CSS, que era de 105.3 millones de dólares.

Pero a pesar del interés mostrado por Promed, S.A. en este acto público, el 15 de julio pasado –cuando la CSS realizó el acto público– sorprendentemente la empresa no se presentó. A la convocatoria solo acudió una sociedad que para esa fecha no existía en el Registro Público de Panamá: el Consorcio IBT Medical Outsourcing Services, que ofertó el mismo monto propuesto por el Seguro Social y no los $126.3 millones que aprobó este martes el Consejo de Gabinete para el contrato.

Una revisión del contrato entre la CSS y el Consorcio IBT Medical Outsourcing Services revela que el monto del acto público, inexplicablemente cambió a $126.3 millones. En los documentos a los que tuvo acceso este diario no quedó aclarado el motivo del aumento en el monto de la licitación.

Y dado que el Consorcio IBT Medical Outsourcing Services fue el único que se presentó a la licitación, se le adjudicó el contrato. Esta empresa está presidida por José Ramón Brea, quien es directivo de IBT Group, cuyas filiales en Panamá han obtenido contratos millonarios, incluso, de forma directa.

El contrato del Consorcio IBT Medical Outsourcing Services –sociedad inscrita en el Registro Público el pasado 9 de noviembre, es decir, tres meses después de haberse adjudicado el millonario contrato de la CSS– tendrá una duración de 52 meses “prorrogables”.

Al ser consultado sobre su relación con el Consorcio IBT, Sánchez confirmó que solo mantienen relaciones comerciales, ya que le provee de equipos médicos.

“Asumo que este es el contrato que surge de la licitación pública que se llevó a cabo hace varios meses. Proceso del que creo estás bien enterada, ya que fue bastante transparente”, aseveró el político y empresario
.
DEFENSA

El ministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, aunque ayer reconoció que no es su ramo, salió en defensa del contrato del Consorcio IBT Medical Outsourcing Services. Dijo que se trató de una licitación pública que recibió el aval del Consejo de Gabinete, ya que el monto del acto público era superior a los $3 millones.

“La alta dirigencia de la Caja de Seguro Social –alegó Mulino– explicó ampliamente en el Gabinete el monto del contrato, el estado en que está todo el sistema de hemodiálisis de la institución en distintas provincias y la vertiginosa crecida de pacientes por la crisis del dietilene glycol”. Así, Mulino justificaba la contratación de IBT Group en el noticiero radial de Omega Stereo.

El director de la CSS, Guillermo Sáez-Llorens, también salió al paso de las críticas. Señaló la necesidad de que el Consorcio IBT Medical Outsourcing Services inicie lo más pronto el suministro de los equipos y del servicio, pues “una hemodiálisis para un paciente cuesta 173 dólares, y un enfermo necesita tres tratamientos por semana, lo que representa 519 dólares” cada ocho días.
Sáez-Llorens aseguró que “el señor Presidente no se mete en nada de la Caja de Seguro Social”. Confirmó que el Consorcio IBT Medical Outsourcing Services y Promed, S.A. participaron por separado en el proceso de licitación y que al final esta última no asistió al acto público.

Sáez-Llorens no explicó, empero, por qué se licitó un contrato por $105.3 millones y al momento de firmar con el Consorcio IBT Medical Outsourcing Services se hizo por $126.3 millones.

Otra de las incongruencias de esta contratación es que Sáez-Llorens reveló que “Promed es quien nos va a seguir dando el servicio... Promed es una de las empresas mejores y más cumplidas que tenemos en la CSS”, afirmó el funcionario.

Por otro lado, Sáez-Llorens dijo que “se están ahorrando casi 100 millones de dólares por los próximos 52 meses” con el contrato otorgado al Consorcio IBT Medical Outsourcing Services.

El director ejecutivo de Prestaciones Médicas de la Caja de Seguro Social (CSS), Javier Díaz, dijo que el gasto anual de los pacientes de hemodiálisis es de $26.5 millones este año.

Díaz dijo que después de los 52 meses de la vigencia del contrato, todas las infraestructuras que construya Consorcio IBT Medical Outsourcing Services, así como todas sus máquinas de hemodiálisis pasan a ser de la institución.

Millonarios contratos 

El conglomerado IBT ha tenido un corto, pero efectivo paso por diversas licitaciones y contrataciones directas en Panamá, que suman, al menos, unos 370 millones de dólares.

En julio de 2010, el Ministerio de Salud le adjudicó un contrato al Consorcio IBT por $237.1 millones para la construcción de cinco centros de Atención Primaria de Salud Innovadora (Minsa-Capsi), en diversos puntos del interior del país.

Tres meses después, ese mismo conglomerado era el favorito para adjudicarse otros Minsa-Capsi en Las Tablas, Ocú, Pesé y Pedasí.

Y no son los únicos contratos que podría conseguirse para construir centros de atención primaria. En septiembre pasado, la Asamblea Nacional aprobó que el Minsa reciba para el próximo año fiscal un incremento presupuestario en el que se contempla la construcción de 10 Minsa-Capsi por un monto de $97.8 millones.

Niega nexos

IBT Group, una de cuyas sedes principales se localiza en Santo Domingo, República Dominicana, también parece tener vínculos en las altas esferas del Gobierno, cosa que ayer fue negada a este diario.

Medios periodísticos dominicanos, entre ellos Elsiglo21.com, reportaron supuestas reuniones entre el presidente de IBT, José Ramón Brea, con Luis Enrique y Ricardo Martinelli Linares –hijos del presidente Martinelli– en Santo Domingo, sin embargo, este último desmintió a la publicación dominicana.

Ricardo Martinelli Linares negó el encuentro con Brea en “Santo Domingo y en Casa de Campo”, como lo reportara el diario digital en mayo pasado.

“La última vez que mi hermano (Luis Enrique Martinelli) y yo estuvimos en República Dominicana fue a principios de mayo de 2010, un año antes de la publicación. Ni en aquella ocasión ni en ninguna otra ocasión anterior durante la administración de mi padre, nos hemos reunido ni conversado con el Sr. Brea en la República Dominicana”, aseveró Martinelli Linares (ver facsímil).

La posición de Martinelli Linares fue enviada a esta redacción, aunque antes fue recibido por altos ejecutivos de este medio periodístico que lo atendieron en horas de la mañana de ayer para escuchar su versión sobre los reportes de los medios dominicanos.

Un Conglomerado con escándalos 

IBT Group, del que forman parte José Ramón Brea, Eduardo David Benzadon y Daniel Toledano, ha estado envuelta en diversos escándalos, principalmente por construcciones defectuosas de hospitales en República Dominicana e Islas Vírgenes a través de sus filiales Carimex, IBT y Riogersa.

IBT Group, inscrita en el Registro Público panameño el 9 de octubre de 2009, es presidida por Rogelio Oruña Aguilar. Y, ¿quién es este personaje?

Este empresario preside Design Build & Engineering Panamá Inc., que se adjudicó en contratación directa la construcción del primer Centro de Atención Primaria de Salud Innovadora (Minsa-Capsi) en Las Garzas de Pacora –en el este de la provincia de Panamá– que lleva el nombre de Ricardo Martinelli, en honor al padre del mandatario (ver nota relacionada).

Esta sociedad, como ya se ha mencionado anteriormente, se ha adjudicado varios contratos millonarios en Panamá. Entre ellos, la construcción de cuatro hospitales en el interior del país, por un monto de 386 millones de dólares, a través de su sociedad Carimex Panamá.

En República Dominicana, Carimex tuvo como gerente general a Gustavo Franchella que ha sido vinculado con Valter Lavítola, hoy prófugo de la justicia italiana. (Ver ilustración: De República Dominicana a Panamá).
Franchella afirmó recientemente que es el dueño de la sociedad panameña Agafia Corp., la cual recibiría una millonaria comisión del grupo italiano Finmeccanica que se adjudicó –por venta directa– contratos valorados en más de 250 millones de dólares para el suministro de equipos de seguridad a Panamá, y que hoy es investigado por las autoridades de Italia.

¿Coincidencia?

Varias de las sociedades que han sido registradas en Panamá y que guardan relación con el grupo IBT han sido creadas por un funcionario que actualmente ostenta un alto cargo en el Órgano Ejecutivo.

Se trata de Eladio Ostia Pravia. Este abogado fue nombrado subadministrador de la Autoridad Nacional de Administración de Tierras (Anati), tras el escándalo en Juan Hombrón que provocó la salida de Anabelle Villamonte de esta entidad. Posteriormente fue designado viceministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial. (Ver gráfico: Sociedades vinculadas a IBT Group).

Así, por ejemplo, figura en al menos cuatro sociedades vinculadas a IBT, entre ellas, Carimex (Latin America) y Carimex Panamá, así como IBT Group y Petrolex Overseas.
(Con información de Santiago Cumbrera y Vannie Arrocha).

Así empezó todo

Uno de los primeros negocios de IBT Group en Panamá, a través de una de sus empresas, fue la construcción del primer Centro de Atención Primaria de Salud Innovadora (Minsa-Capsi) en Las Garzas de Pacora.

Y, tal como ha sido la historia de muchas de las filiales de IBT, empezó mal. El hoy excontralor Carlos Vallarino se negó a refrendar el proyecto en 2010. El exfuncionario listó 33 observaciones y objeciones al contrato que, dicho sea de paso, se otorgó sin licitación por el Ministerio de Salud al consorcio Constructora Real S.A. y Design Build & Engineering Panamá Inc., esta última del grupo IBT.

Pese a sus objeciones, el presidente, Ricardo Martinelli, intervino. “Recuerdo que el Presidente me llamó y me pidió que refrendara el contrato, pues el hospital llevaría el nombre de su papá [Ricardo Martinelli Pardini], pero yo le dije que con más razón, si iba a llevar el nombre de su padre, debería haber mayor transparencia”.

A Martinelli se unió el ministro de Salud, Franklin Vergara, quien también llamó a Vallarino para que agilizara la aprobación del hospital. “También me cuestionaron en el Gabinete, pero les dije que no iba a refrendar nada que se hubiese manejado indebidamente y que representara riesgo para las finanzas del Estado. Pero todo lo que no refrendé lo aprobaron cuando salí”, a principios de enero de 2010, indicó Vallarino.

Las objeciones de Vallarino iban desde las malas referencias internacionales de los dignatarios de las empresas de IBT, entre ellas, Design Build & Engineering Panamá Inc. –en cuya lista figura Rogelio Oruña Aguilar–, hasta serias deficiencias en el contrato.

Vallarino encontró, por ejemplo, que no se suministró la lista de los equipos de oficina, mobiliario hospitalario ni biomédico con sus catálogos, especificaciones y precios, para así evaluar su costo y calidad. Tampoco se precisaba si era un centro de atención primaria o un hospital.

En el contrato se exoneraba de impuestos de importación a la empresa, sin la autorización del Ministerio de Economía y Finanzas, lo que no fue del agrado de Vallarino.

Tampoco le gustó que Design Build & Engineering Panamá Inc. desarrollara la obra sin tener experiencia constatada en construir instalaciones hospitalarias ni en suministrar equipo.

Lo que no sabía el excontralor es que el proyecto, cuyo costo original era de $3.6 millones, terminó en $5.4 millones, luego que el Gabinete reformara el contrato el 19 julio de 2011, por $1.7 millón adicional, pues se incluyeron “trabajos adicionales”.

Para Vallarino, el hecho de que las especificaciones del proyecto no estuvieran muy claras, causó su elevado costo. “Lamentablemente, no hay control”, aseguró.

Tras la inauguración del Minsa-Capsi, en junio de este año, los moradores de Las Garzas no están conformes con la atención que reciben ahí.

Se había prometido que atenderían las 24 horas a los cerca de 200 mil residentes del área, pero se quejan de que solo atienden 12 horas.

Se le envió un cuestionario a la contralora, Gioconda de Bianchini, preguntando por qué refrendó un contrato con tantas irregularidades, pero no respondió. De Bianchini inspeccionó el 20 de abril de 2011 los avances del Minsa-Capsi, junto al ministro de Salud. “Estoy muy contenta de ver que lo que yo firmo en papeles se está culminando correctamente”, fueron sus palabras aquel día en la inspección.

OHIGGINIS ARCIA JARAMILLO

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Nueva "licitación" descubre nexos José Ramón Brea en Panamá



Una compañía ligada a un grupo empresarial dominicano encabezado por José Ramón Brea, se ha adjudicado una nueva licitación millonaria en Panamá, quedando al descubierto sus relaciones con el gobierno.

El Consorcio IBT Group, que encabeza el empresario dominicano Brea, inscribió el pasado 9 de noviembre al Consorcio IBT Medical Outsourcing Service, S.A., en el Registro Público.

A seguidas, logró ayer la aprobación del Consejo de Gabinete de Panamá un contrato por más de $125 millones con la Caja de Seguro Social para el suministro de equipos y servicios de hemodiálisis, según reporta hoy el diario panameño la Prensa.

Se trata de un contrato que tiene una duración de 52 meses “prorrogables”.
IBT Group se ha adjudicado varios contratos millonarios en Panamá, tales como la construcción de hospitales –por $386 millones– y busca adjudicarse la edificación de uno de los mercados de la Cadena de Frío, por más de $23 millones en La Chorrera.

IBT es la empresa que también elaboró, a través de su sociedad Tarjetas Láser Latinoamérica, S.A., los 600 mil pasaportes defectuosos a través de un contrato directo en 2010.

Al menos tres fuentes confirmaron a este diario que el presidente, Ricardo Martinelli, varios de sus amigos y el ministro de Obras Públicas, Federico Suárez, viajaron sin avisar en el avión privado de esta empresa hacia Italia en agosto pasado, desde República Dominicana, adonde habían llegado previamente en el avión presidencial.

Además, medios periodísticos dominicanos, entre ellos Elsiglo21.com, reportaron en mayo pasado que el presidente de IBT Group, José Ramón Brea, “ha sido visto en diversas oportunidades en restaurantes de Santo Domingo y Casa de Campo con Ricardo y Luis Martinelli”, hijos del presidente, Ricardo Martinelli, con quienes presuntamente –añaden– mantiene “vínculos comerciales”.
EMPRESA ENVUELTA EN ESCÁNDALOS GANA LICITACIÓN

Aprobado jugoso contrato

Ereida Prieto-Barreiro
SUSTENTACIÓN. El director de la Caja de Seguro Social, Guillermo Sáez-Llorens, y Javier Díaz, director ejecutivo de Prestaciones Médicas de la entidad, presentaron ayer el proyecto al Gabinete. Tomado del sitio web de la Presidencia de la República
  En el misterioso viaje que hizo el presidente, Ricardo Martinelli, en agosto pasado a Italia para encontrarse con el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi y Valter Lavítola, ahora prófugo de la justicia de su país, también se registra una escala en República Dominicana.

Al menos tres fuentes nacionales y extranjeras confirmaron a este diario que Martinelli, que salió del país sin agenda oficial, llegó a Cerdeña (Italia) de manera secreta, acompañado de los empresarios Gabriel Btesh, Ricardo Francolini, así como del ministro de Obras Públicas, Federico Suárez; viaje que Martinelli ha negado.

El mandatario tampoco mencionó que, aunque salió de Panamá en el avión presidencial Embraer Legacy, no se trasladó directamente a Alemania en busca de dos tuneladoras para la construcción del Metro –como luego informaría oficialmente la Presidencia–, sino que aterrizó en República Dominicana.

Diversas fuentes que solicitaron el anonimato confirmaron que el mandatario y su comitiva se trasladaron hacia Italia posteriormente en el avión privado de IBT Group, un conglomerado de empresas que es mencionado en varios escándalos en República Dominicana e Islas Vírgenes, entre otros países.
Las fuentes también indicaron que el avión presidencial panameño fue enviado a Alemania desde donde luego la delegación retornó a Panamá.

El Consorcio IBT Group, del que forman parte José Ramón Brea, Eduardo David Bensadon y Daniel Toledano, lleva años envuelto en escándalos a través de sus filiales Carimex, IBT y Riogersa. En Panamá el grupo ha logrado adjudicarse varios contratos millonarios.

Interesantes conexiones
Este conglomerado, que también ha creado varias sociedades dedicadas principalmente a la construcción, cuenta con otro aliado en el gobierno. Eladio Ostia Pravia –nombrado viceministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial el pasado 29 de octubre– es su agente residente.

Previamente había sido nombrado en agosto pasado por el presidente, Ricardo Martinelli, como subadministrador de la Autoridad Nacional de Administración de Tierras (Anati). También es el agente residente en las sociedades IBT Group Panamá y Carimex Panamá, inscritas en 2009 en el Registro Público.
El funcionario no es el único que aparece en el historial de conexiones con este polémico grupo empresarial. Al conglomerado igualmente está ligado el argentino Gustavo Franchella –que, a su vez, ha sido relacionado con el prófugo de la justicia italiana Valter Lavítola.

Franchella declaró recientemente que es el dueño de la sociedad panameña Agafia Corp., la cual recibiría una millonaria comisión del grupo italiano Finmeccanica que se adjudicó la venta por más de 250 millones de dólares en equipos de seguridad a Panamá, y que hoy es investigado por las autoridades de ese país.
Franchella fue el gerente general de Carimex –filial de IBT Group– en República Dominicana. Su relación con este consorcio en Panamá se da a través de servicios de asesoría.

Pero no es todo. Medios periodísticos dominicanos, entre ellos Elsiglo21.com, reportaron en mayo de este año que José Ramón Brea, uno de los propietarios de IBT Group, “ha sido visto en diversas oportunidades en restaurantes de Santo Domingo y Casa de Campo con Ricardo y Luis Martinelli” [sic], hijos del presidente Martinelli, con quienes presuntamente –añade el medio– mantiene “vínculos comerciales”.

Escándalos
El primer escándalo en Panamá de las empresas vinculadas a los dueños de IBT Group surgió por la contratación directa –por más de 575 mil dólares en octubre de 2009– a la sociedad Tarjetas Láser Latinoamérica, S.A. para la elaboración de 600 mil pasaportes que resultaron defectuosos.
La empresa, dedicada a “proveer asesoría y diseñar y ejecutar proyectos de construcción”, logró el contrato cuatro meses después de haberse constituido.

A pesar de la entrega de pasaportes defectuosos y de los escándalos por construcciones deficientes de hospitales en República Dominicana e Islas Vírgenes, no hubo obstáculos para que el Ministerio de Salud en Panamá le adjudicara a Carimex (filial de IBT Group) un contrato por $386 millones para la construcción de cuatro hospitales.

En su momento se conoció que Carimex también entregó al Ministerio de Salud de Panamá el currículo de su gerente de proyectos, Christian Muñoz, en el que se indica que en 1999, cuando tenía 16 años de edad, era el superintendente general del Área Electromecánica en la empresa Aldebot.

Más contratos
Otro de los contratos del Consorcio IBT es la concesión de cuatro plantas de producción de asfalto en Panamá, garantizándose además la compra de su producción durante los cinco años de este gobierno.
A pesar de la exclusividad de proporcionar, como mínimo, el 80% del total de su producción al Ministerio de Obras Públicas (MOP) –que este año tiene presupuestada una inversión por más de $700 millones– la empresa ha incumplido, según el propio MOP.
Panamá América reportó que la empresa no ha cumplido con la producción y con adecuar las cuatro asfalteras que tiene el MOP en El Roble de Aguadulce, Los Algarrobos, en Chiriquí, en Las Garzas, Panamá, y en la vía Centenario.

Incongruencias
Ayer, el Consejo de Gabinete aprobó un contrato entre la Caja de Seguro Social y el Consorcio IBT Medical Outsourcing Services, por 125.3 millones de dólares para “el suministro e instalación de equipos, suministro de insumos, puesta en funcionamiento de unidades de hemodiálisis, diseño, habitacional de espacios y construcción de infraestructuras intra y extrahospitalarias para los pacientes con problemas renales”.
El Consorcio IBT Medical Outsourcing Services fue inscrito en el Registro Público el 9 de noviembre pasado. Es decir, cuenta con menos de 45 días de vida jurídica. Sus dignatarios son José Ramón Brea, Daniel Toledano y Ernesto Morales, los dos primeros vinculados a IBT Group.

De acuerdo con la resolución de Gabinete del día de ayer, la licitación ganada por el Consorcio IBT Medical Outsourcing Services se dio el día 15 de julio de 2011, mientras que, el 23 de agosto del mismo año, el director de la Caja de Seguro Social, Guillermo Sáez-Llorens, adjudicó el contrato a la mencionada empresa.
Curiosamente esta, como ya se dijo, fue inscrita en el Registro Público el 9 de noviembre de 2011, es decir, casi tres meses después de haberse adjudicado la licitación.

martes, 20 de diciembre de 2011

Panamá se queda sin respuesta

El Gobierno de Italia se distancia de Finmeccanica tras la petición de Panamá de que aclarara la transparencia de la compraventa de equipos de seguridad.
Lina Vega Abad
Santiago Cumbrera
 
  “Se trata de una relación estrictamente comercial de Finmeccanica, por lo que el Gobierno italiano no tiene nada que decir”. Ese fue el escueto comentario que hizo un vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores a este diario el lunes en la mañana, en relación a la petición del Gobierno panameño de que aclarara que las contrataciones con el conglomerado italiano habían sido “transparentes”.
El funcionario italiano no hizo alusión alguna al convenio bilateral firmado el pasado 30 se junio de 2010 entre el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, y el hoy exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi, y que sirviera de sustento a los contratos por unos $250 millones con el grupo empresarial italiano para la compra de radares, helicópteros y cartografía digital.
Por parte de Finmeccanica tampoco hubo reacción. Todos los esfuerzos para lograr una entrevista con algún ejecutivo o vocero del grupo fueron inútiles. Este diario acudió incluso a las oficinas centrales de Finmeccanica en Roma, pero nadie quiso hablar del tema.
Tampoco fue posible confirmar la ruptura de relaciones entre Selex –la empresa del grupo italiano que vendió los radares a Panamá– y Agafia, la sociedad anónima panameña presidida por la supuesta pareja de Lavítola en Panamá –Karen De Gracia– que se ganaría una comisión del 10% del costo de los radares.
La supuesta ruptura se conoció el pasado 7 de diciembre a través de una carta emitida por Selex el 17 de octubre, que sin embargo no tiene el nombre de la persona que la habría firmado.

Una empresa cuestionada

Mientras, el senador Elio Lannutti, que lleva años cuestionando los manejos de Finmeccanica y Valter Lavítola –hoy investigado por la justicia italiana por peculado, concusión, corrupción e instigación a la corrupción de personas en el ejercicio de funciones públicas–, declaró a este diario que ha hecho no menos de 40 interpelaciones parlamentarias sobre el tema. Con Berlusconi como primer ministro nunca tuvo respuesta, se quejó.

“No sé qué pasará en el ámbito político ahora, pero al menos el nuevo primer ministro, Mario Monti, ha dado señales, con las salidas de los esposos Pier Francesco Guarguaglini y Marina Grossi, exdirectores de Finmeccanica y Selex, respectivamente, de que las cosas van a cambiar”, comentó el senador italiano.
Sin embargo, Lannutti se lamentó de que Guarguaglini fuera indemnizado con unos 6 millones de euros. “Con el descrédito que ha sufrido Finmeccanica y la caída del valor de sus acciones debería entablarse una acción de responsabilidad civil contra él y otros”, añadió con evidente disgusto.
Interrogado sobre la citada carta de Selex a Agafia, Lannutti afirmó que investigaría si realmente fue emitida por directivos de Selex.

Opositores cuestionan compra a Finmeccanica

El vicepresidente, Juan Carlos Varela, reveló que Valter Lavítola pretendía vender aviones a Panamá, pero no precisó si el proveedor sería Finmeccanica.
Explicó que empezó a tomar distancia de Lavítola cuando le dijo que no lo nombraría cónsul honorario como se lo pidió el presidente, Ricardo Martinelli, lo que –dijo– fue respaldado por el excanciller italiano Franco Frattini. Varela aseguró que favoreció la compra de helicópteros, no así de los radares, pero que por ser parte de un equipo votó a favor de todo.

“Nosotros tenemos suficiente información disponible de Key West [Florida, EU] para intercepciones. El sistema de lucha antidrogas opera en ese lugar”.

A Lavítola “se le fue la mano” y abusó de la confianza, dijo Varela, quien añadió que el italiano tuvo contacto por primera vez con el Gobierno panameño en septiembre de 2009, cuando Martinelli viajó a Italia. “Él [Lavítola] apareció en el almuerzo del Palacio con Berlusconi y allí lo presentan [...] Había una fricción con la empresa Enel de electricidad y Lavítola aparece en el almuerzo como asesor de Berlusconi”, dijo Varela.

Balbina Herrera, dirigente del PRD, cree que el Gobierno debe estar protegiendo a Lavítola puesto que le tenía seguridad presidencial y le prestaban helicópteros y aviones. Insistió en que “hay que aclarar por qué se dijo que los radares costaban $125 millones y que las obras civiles serían por cuenta de Selex, pero ahora, tras conocerse los contratos, resulta que eso le corresponde a Panamá”. Herrera dijo estar dispuesta a ayudar a la justicia italiana. Admitió que el italiano Mauro Velocci –que pretendía construir cárceles en Panamá– fue quien le entregó personalmente los correos divulgados en las últimas semanas.

“Nuestra intención [enfatizó Herrera] es que Martinelli no se caiga, sino que sepa que lo estamos vigilando... Romper el orden constitucional no es lo correcto”.
Santiago Cumbrera

domingo, 18 de diciembre de 2011

Muere la "diva descalza" Cesaria Evora

sábado, 17 de diciembre de 2011

Continúan las investigaciones sobre la compra de radares


Senador italiano cuestiona versión de ministro Mulino

Las investigaciones que se desarrollan en Italia contra la empresa Finmeccanica ahora tocan directamente a Panamá.
Ereida Prieto-Barreiro

EMPRESA. Selex Sistemi Integrati es la empresa del grupo Finmeccanica que suministrará los radares a Panamá por un monto de 125 millones de dólares. Imagen tomada de la internet


La Procuraduría de Italia no es la única que tiene en la mira el contrato millonario por más de 250 millones de dólares firmado por Panamá con la empresa semiestatal Finmeccanica para la adquisición de helicópteros, radares y cartografía digital. Ahora el senador italiano Elio Lannutti pidió a los ministros de Economía y de Defensa de su país que expliquen esta transacción.
Durante una reunión en el Parlamento italiano, Lannutti solicitó a los ministros de Economía interino, Mario Monti, y de Defensa, Giampaolo Di Paola, que expliquen el contrato firmado por Panamá e Italia en junio de 2010 a través de la empresa Selex Sistemas Integrados, filial de Finmeccanica, para la provisión de 19 radares.

Panamá contrató directamente a Selex por 125 millones de dólares para la entrega de los radares costeros mediante un acuerdo de cooperación firmado entre el presidente, Ricardo Martinelli, y el hoy exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi, quien trajo de la mano a Valter Lavítola a Panamá para la negociación.
Lannuti se refirió a que por órdenes de Finmeccanica en Panamá se utilizó como mediadora a la sociedad panameña Agafia Corp., también vinculada con Lavítola (prófugo de la justicia italiana), por lo que el Ministerio de Seguridad panameño dio a conocer información relativa a los contratos.
A pesar de ello, indicó Lannuti, hay “dudas” y “contradicciones” con el costo de las obras civiles para instalar los radares debido a que el ministro de Seguridad, José Raúl Mulino, “dijo a medios locales [panameños] que eran sufragados por Selex, lo que justifica un precio muy alto para el contrato”.
Pero el senador se refirió a la cláusula octava del contrato con Selex para ubicar los radares costeros, según la cual el Estado panameño garantizará “la provisión de acceso a los sitios, alimentación eléctrica y cualquier otro trabajo o apoyo necesario en sitio...”, así como las conexiones eléctricas, agua, teléfono y carreteras.
Y mientras este tema se discute en las esferas del Parlamento italiano y en la fiscalía italiana de Nápoles, para Mulino todo forma parte de una “campaña para atacar al Gobierno nacional”, de parte de opositores que “insisten en señalar anomalías que no existen” en el contrato con Finmeccanica.
En un comunicado, el ministro informó que solicitó al Gobierno de Italia una “aclaración” sobre la compra de los equipos de seguridad, así como la donación de seis lanchas patrulleras acordadas con Berlusconi.
Mulino dijo que se reunió con el encargado de negocios de la Embajada de Italia en Panamá, Saverio Rosini, para hacer la solicitud por instrucciones de Martinelli.
La misma nota indica que Martinelli conversó telefónicamente con el diplomático para hacer la solicitud, y que junto con el mandatario estaba su primo, el embajador de Panamá en Italia, Guido Martinelli Jr.

Fondo Negro
Entretanto, las primeras investigaciones en Italia determinaron la existencia de un supuesto “fondo negro” de 20 millones de euros (unos $25 millones) que tenía Finmeccanica para pagar presuntos “sobornos” a funcionarios para adjudicarse contratos en diversos países en los que existen denuncias de sobreprecios.
El dinero presuntamente saldría de otra de las empresas del conglomerado de Finmeccanica, y ahora las autoridades de ese país investigan a los destinatarios finales de esos beneficios.
En tanto, el periódico Il Fatto Quotidiano informó ayer que la Procuraduría de Italia en Nápoles investiga a Lavítola por “corrupción contra miembros de Estados extranjeros”. Las autoridades señalan que Lavítola “promovió contratos millonarios de cárceles modulares y construcción de obras públicas” en Panamá, las cuales serán sometidas a “una investigación profunda”.
Para la construcción de las cárceles por la empresa Svemark Consorzio Panama, S.A. –presidida por el italiano Mauro Velocci, vinculado con Lavítola– se había destinado un monto de “100 millones de euros”, pero el proyecto no prosperó.
Informaciones suministradas a ese medio dan cuenta de que otro de los miembros de Svemark es Ángelo Capriotti, quien a su vez empleó a Nicla De Venuto, esposa de Giampaolo Tarantini, que era el que conseguía mujeres para las fiestas privadas de Berlusconi.

Reacciones locales
Para los diputados de oposición José Blandón y Jorge Alberto Rosas, de los partidos Panameñista y Molirena, respectivamente, el Ministerio Público panameño se está quedando sin argumentos para comenzar una investigación de oficio, como en Italia.
El secretario de Comunicación del Estado, Luis Eduardo Camacho, por su lado, respondió que el Gobierno lo que pide es que se deje de hacer política, y si alguien tiene alguna denuncia, que la presente ante las instancias correspondientes. ().