Espionaje telefónico genera dudas y ‘recelo colectivo’ en la sociedad

Zelideth Cortez

zcortez@laestrella.com.pa

 

La dirigencia del CEN advirtió que presentarán la denunciapor los pinchazos ante las instancias nacionales e internacionales

PANAMÁ. A medida que se acerca la fecha de las elecciones generales, las escuchas telefónicas ilegales y grabaciones de procedencia sospechosa aparecen en el ciberespacio como por arte de magia y se multiplican como hierba mala.

Esta realidad ha vuelto a despertar las voces de alerta en la población. Al ser consultados, miembros de la sociedad civil advierten denuncian, aseguran o predicen —cada uno a su modo— cómo el uso de estas tácticas dibuja un mal rumbo de lo que será el desarrollo del proceso electoral del 2014.

Mientras, Maribel Jaén, del Pacto Ético Electoral, le pide a los políticos mantener un comportamiento en el marco del acuerdo que firmaron.

DESPERTANDO AL GIGANTE

‘Lo que está pasando ha despertado un gran escepticismo en los partidos políticos y además genera una histeria colectiva’, plantea el presidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE), Roberto Troncoso.

En medio de esta incertidumbre, al jurista no le cabe la menor duda de que ‘si las cosas siguen así, en el 2014 nos vamos a quedar sin candidatos’. Esta es una premisa que explica a raíz de que estas escuchas ‘han generado una lucha intestina entre políticos’.

Además, es preocupante el uso de tecnología de última generación. Troncoso proyecta este argumento desde una disyuntiva entre ‘el ser y el deber ser’, un debate que primero se enfoca en respetar los derechos a la privacidad de las personas y el segundo, el deber de infor mar sobre la realidad de nuestros políticos, porque ‘de no haber sido por esta intromisión, no hubiésemos sabido que esos políticos actuaban así’. Otro aspecto que según el abogado no podría obviarse es que ‘podría estar emergiendo un nuevo negocio de venta de grabaciones’.

EL LETARGO DE LAS MASAS

Más allá de la controversia por la apertura de un proceso judicial frente a los posibles gestores de estos pinchazos, el catedrático Miguel Antonio Bernal lamenta la falta de reacción de la población que ‘no ha sabido, querido o condenado este tipo de prácticas’.

El letargo apunta a que en un futuro no muy lejano estos actos van a generar violencia, porque Bernal lo ha venido advirtiendo y no se cansa de decirlo: ‘estas prácticas (los pinchazos) son deleznables, le rinden culto al morbo y pisotean la garantías de las personas involucradas’.

Por eso cree que ya es hora de decirle ‘basta ya al espionaje político’. De no ser así, y si no actuamos ‘en el cuarto de hora, ¡que Dios nos agarre confesados!’.

¿La razón? El veterano jurista vaticina que ya es tiempo de que el país se mire en el espejo de los hechos oscuros que ocurrieron en 1968, pero esta vez —recalca— serían ‘mucho peor’, porque se está generando un ambiente de descalificación donde ‘no habrá títere sin cabeza’.

EL MAL PRECEDENTE

Conocedora por experiencia de este tipo de interceptaciones telefónicas, la exprocuradora Ana Matilde Gómez ilustra que lo más preocupante es ‘que nos encontramos en los albores de una contienda plagada de un tono anticívico’.

Es que desde el punto de vista del Estado de derecho, además de vulnerarse el derecho a la privacidad, se está mostrando un nuevo rostro: ‘la otra cara de los políticos donde subyace un submundo plagado por la maleantería’. Esta situación debe instar a la población para que ‘toda la gente seria’ decida tomarse los espacios políticos, recalca Gómez.

Como estocada final, Aurelio Barría, de la extinta Cruzada Civilista, pronostica que tendremos una campaña política inmersa en ‘la falta de ética y violencia’.

El empresario agrega que no se podría esperar menos que esto, sobre todo porque ya hay un factor de violencia verbal que sienta un mal precedente, y se empeora tomando en cuenta que quien lo promueve o es partícipe es el presidente Ricardo Martinelli.

VIENEN MÁS GRABACIONES

La inquietud de la sociedad civil se agudiza más tomando en cuenta que podrían haber más pinchazos.

Desde la semana pasada, éstas penetraron las entrañas del opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD) y al parecer seguirán siendo la constante.

Primero una conversación de Roberto ‘Bobby’ Velásquez, que lo llevó a sepultar sus aspiraciones políticas por la comuna capitalina.

La tarde del lunes, apareció en el portal You Tube un audio de una conversación telefónica cuyo protagonista supuestamente es el diputado perredista Raúl Pineda, quien acordaba con desconocidos la compra de votos a cambio de dinero, tarjetas de celular y drogas.

‘ESE NO SOY YO’

Este pinchazo se hizo público 24 horas después de que el diputado del populoso distrito se alzara con el triunfo en las primarias PRD como el candidato más votado, con un margen de votos de 16. 85%.

Cuando en las redes se supo de la grabación, Pineda no aparecía. Minutos antes de la media noche, sus voceros de prensa negaban en las redes sociales la autenticidad del audio.

Pero la mañana de ayer, Pineda ‘se multiplicó’ y se dejó ver en los canales de televisión y emisoras de radio para dar su versión.

Categóricamente, el diputado negó tener vínculo con ese audio: ‘¡Ese no soy yo! Es una grabación que no tiene nada que ver conmigo, ni menciona mi nombre ni conozco a ninguna de las personas que allí aparecen’.

El perredista se puso a disposición de ‘una prueba de peritos’ para comprobar que la voz de esa conversación telefónica no es la suya.

Adelantó que su equipo legal investigará el IP (número o código de identificación) de la computadora de donde provino la supuesta grabación, para luego presentar una querella penal ante las instancias judiciales. Después de escuchar la conversación con un equipo técnico, se pudo percatar de que la supuesta grabación tenía más de siete cortes o ediciones.

Su vinculación a la grabación, la convirtió durante toda la mañana en una letanía. Al final tajantemente aseguró que ‘no renunciará a su postulación’.

Hoy, el Sector Jurídico del PRD interpondrá por lo menos tres denuncias por los supuestos pinchazos telefónicos ante la Fiscalía Electoral, Tribunal Electoral y la Corte Suprema de Justicia. Ayer, el candidato presidencial perredista, Juan Carlos Navarro, retó al presidente a que haga lo mismo si tiene pruebas.