La falta de planificación pasa factura
Panamá, con un crecimiento económico de 10%, está a la puerta de una
crisis energética ante la falta de planificación en esta materia.
La
escasez de lluvia que está limitando la generación hidroeléctrica es la
última estocada de una situación de estrechez de la que se viene
hablando desde hace dos años y cuyas alertas se dieron desde hace cinco
años.
En 2008 el país se sometió a un plan de racionamiento
energético parecido al que anunció el gobierno de Ricardo Martinelli
hace dos días.
En ese momento, con Martín Torrijos en la silla
presidencial, se implementó una serie de medidas como reducir el horario
de los funcionarios para disminuir el consumo eléctrico en las horas de
mayor consumo.
También se invirtieron 13 millones de dólares en
la compra de 6 millones de focos eficientes y se ordenó apagar letreros
luminosos en la ciudad capital.
Para Roberto Troncoso, presidente
de la Asociación de Ejecutivos de Empresa (Apede), la falta de una
estrategia nacional de energía de los últimos Gobiernos nuevamente le
está pasando factura a los panameños.
Según la Secretaría de
Energía, de los 2 mil 398 megavatios de capacidad instalada que había en
2012, realmente se generan mil 778 megavatios. Esto significa que solo
se tienen 376 megavatios por encima de la demanda.
“Es una falta
de visión porque se hicieron inversiones para impulsar el crecimiento
económico del país, pero no se tomaron acciones similares para
garantizar el suministro constante de insumos como lo es el agua y la
electricidad”, indicó Troncoso.
La poca previsión de las
autoridades no solo tiene consecuencias en la generación de energía. El
sistema de alcantarillado en la ciudad capital también trabaja bajo una
fuerte presión.
Hace poco se conoció que en el corregimiento de
San Francisco, uno de los principales polos de construcción en la
ciudad, se suspendieron los permisos de construcción porque el sistema
sanitario estaba saturado.
Dentro del plan quinquenal del Gobierno
que supera los 13 mil millones de dólares no sobresalen inversiones
relacionadas a impulsar la capacidad energética del país en el corto
plazo.
Una de las pocas iniciativas del Gobierno es la instalación
de una planta de energía solar en la provincia de Herrera a un costo de
10 millones de dólares. Se espera que el proyecto de 2.3 megavatios
inicie operaciones a finales de 2013.
El atraso de las lluvias
llevó la semana pasada al Centro Nacional de Despacho a declarar estado
de alerta de racionamiento por energía, debido a que los análisis de
planificación a largo plazo reflejaron un déficit por encima del 5% en
el período comprendido por las próximas 15 semanas.
Esta realidad
hizo que el Gobierno anunciara el pasado jueves que a partir del lunes 6
de mayo, y por 5 a 10 días, los funcionarios trabajarán de 7:30 a.m. a
1:30 p.m.
El exadministrador de la Autoridad de los Servicios
Públicos (Asep), Víctor Urrutia, señala que la medida de recortar la
jornada laboral ha dejado buenos resultados en el pasado, pero advierte
de que esta es una solución a corto plazo, y en nada resuelve el
problema de fondo.
Calcula que las inversiones en el sistema
eléctrico deberían estar entre los 200 y 400 millones de dólares por
año, pero advierte que eso no está ocurriendo.
“Cuando no se tienen reglas claras, cuando las autoridades intervienen en el mercado, los inversionistas se alejan”, indicó.
Urrutia
se refería a la pasada licitación para contratar la generación de
energía a base de gas natural, donde solo se presentó Panamá NG Power,
luego que la Empresa de Transmisión Eléctrica S.A. (Etesa) cambiara a
último momento las reglas para participar.
“Cuando vemos que solo
una compañía se presenta a una licitación que alcanza los mil millones
de dólares, eso es un indicativo que algo no se hizo bien”, explicó.
En el corto plazo no se observa la construcción de una planta que pueda aliviar la tensión entre la oferta y la demanda.
Datos
de la Asep indican que hasta el 25 de abril habían 33 concesiones
vigentes para construir nuevas hidroeléctricas, pero ninguno de estos
proyectos supera los 60 megavatios.
El año pasado AES Panamá puso
en funcionamiento la central hidroeléctrica Chan 1 en la provincia de
Bocas del Toro, que tiene una capacidad instalada de 223 megavatios.
Entre
los planes de la empresa estaba la construcción de una hidroeléctrica
similar a Chan 1 en las aguas del río Changuinola, sin embargo, la Asep
canceló la licitación argumentando que la empresa había cambiado la
estructura del proyecto, situación que afectaría a otros proyectos en la
zona.
Por el momento se desconoce si el Gobierno entregará esta
concesión a otra compañía o si invertirá en la obra, como se habló en
algún momento.
Para evitar el racionamiento de energía, gremios
empresariales como el Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP)
recomendaron apagar los letreros y limitar el uso de los aires
acondicionados.
Gabriel Diez, presidente del CoNEP, indicó que lo más importante es que esas medidas comiencen lo más rápido posible.
El
70% del consumo de energía se registra en el sector comercial e
industrial, mientras que el 30% restante es el consumo residencial.
También
la Apede recomendará al Gobierno actualizar el reglamento de 2008 que
autorizaba el uso de plantas eléctricas en las grandes empresas.
En
la norma se establecía que el Gobierno compensaría económicamente a las
empresas que se abastecieran con plantas de respaldo para no utilizar
el sistema nacional de energía.
En un estudio publicado en abril
pasado, la consultora Indesa indicó que en los próximos dos años la
generación eléctrica en el país debe crecer a un ritmo anual de 6% para
mantener un equilibrio entre la oferta y la demanda. Felipe Chapman,
socio director de la firma, indicó que hace dos años se vienen
observando señales de alarmas en el sector eléctrico que indicaban que
era necesario incrementar la generación para evitar situaciones como las
que vive el país actualmente.
Chapman proyecta que de darse
cortes programados en el fluido eléctrico, la producción del país se
vería afectada. Y existe la posibilidad que inversionistas extranjeros,
que tenían a Panamá entre sus planes, se decidan por otros mercados ante
esta situación.
Nuevo horario en tiempos de política
El
anuncio llegó una semana antes de las primarias del partido gobernante
Cambio Democrático (CD): a partir del lunes 6 de mayo y por cinco a diez
días, los funcionarios laborarán entre 7:30 a.m. a 1:30 p.m.
La
noticia no pasó desapercibida en las filas de la oposición, y ya
advierten que la jornada laboral conviene a CD en tiempos de campaña.
“El gobierno de CD hace lo que le da la gana y obligan a los
funcionarios a apoyar a alguno de los candidatos oficialistas”, dijo el
diputado del Partido Panameñista, Adolfo Valderrama, quien además
manifestó que se “juega” con la dignidad de los funcionarios que cada
cinco años deben inscribirse en el partido de turno. Mientras que el
diputado Rogelio Paredes, del Partido Revolucionario Democrático (PRD),
sostuvo que “ahora los funcionarios tendrán más tiempo para apoyar a sus
copartidarios y a sus antiguos jefes”.
En tanto, el Comité
Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, en un comunicado calificó de
“irresponsable” al Gobierno por la crisis energética que vive el país,
debido a que no tomó las medidas necesarias para evitarla.
“La oferta de energía no ha crecido con base a lo proyectado, (...) este Gobierno no ha hecho las licitaciones necesarias para suplir de electricidad suficiente al mercado”, dijo Juan Pitty, del CEN del PRD.
María Cristina Ramírez
“La oferta de energía no ha crecido con base a lo proyectado, (...) este Gobierno no ha hecho las licitaciones necesarias para suplir de electricidad suficiente al mercado”, dijo Juan Pitty, del CEN del PRD.
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