El poder y las hidroeléctricas
El 25 de febrero de 2013, durante tres horas, hubo un gran apagón en todo el país. El suministro de energía quedó interrumpido debido a un daño en dos líneas de transmisión de energía, en Llano Sánchez, Aguadulce, provincia de Coclé, causado –según las autoridades– por la quema de cañaverales realizada en el ingenio Santa Rosa (Aguadulce).
Al
día siguiente, el Consejo de Gabinete aprobó un acuerdo de
“cooperación” entre el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y la
Empresa de Transmisión Eléctrica, S.A. (Etesa) para construir una
subestación eléctrica en San Bartolo, Veraguas. El proyecto tendrá una
capacidad máxima de 80 MVA (megavoltiamperio) y permitirá la
interconexión con la subestación de Llano Sánchez (Aguadulce).
“Esto
fue mera casualidad, porque desde el año pasado [2010] se venía
hablando de la subestación eléctrica de San Bartolo”, aseguró a este
medio el secretario de Energía, Vicente Prescott (ver nota relacionada).
La
decisión del Gabinete pasó inadvertida para casi todos los panameños,
pues el tema –en corrillos y medios– era el apagón nacional.
Entre
los pocos que reaccionaron a la decisión del Gabinete estuvo el abogado
Ebrahim Asvat, quien preguntó en su cuenta de Twiter: “¿A quién
beneficia la construcción de la subestación eléctrica de San Bartolo?”.
La ambientalista Raisa Banfield le respondió: “Esa es la pregunta de
fondo, lo demás son justificaciones”.
Y algo parecido a una justificación llegó en un comunicado oficial: “...[el
proyecto] es considerado en la política energética como estratégico y
prioritario para promover los proyectos de generación de energía
eléctrica”.
Nadie del Gobierno habló de las “bondades” del
convenio –que incluye ampliar la subestación Boquerón III, en Chiriquí–
ni se mencionó qué proyectos hidroeléctricos aprovecharán la nueva
infraestructura, que les permitirá integrarse sin mayor costo al Sistema
Interconectado Nacional, gracias a una cuantiosa inversión del Estado.
Solo
dos días después de aprobada la construcción de esta subestación, Etesa
recibió ofertas de cuatro empresas interesadas en ejecutar esta obra,
valorada en más de 13 millones de dólares.
En otras palabras,
Etesa había convocado una licitación antes de que el Consejo de Gabinete
aprobara el acuerdo y, curiosamente, coincidió con aquel apagón que
dejó sin energía eléctrica todo el país.
Esta era la segunda
licitación (la primera se declaró desierta) para desarrollar la
millonaria obra, contemplada en el Plan de Expansión del Sistema
Interconectado Nacional 2011.
“Esta nueva subestación permitirá
la conexión de nuevas plantas hidroeléctricas, lo que redundará en
beneficio de todo el país, dado que garantizaría una mayor generación de
energía y de esta forma cubrir la demanda...”, justificó Fernando
Marciscano, gerente general de la Empresa de Transmisión Eléctrica
(Etesa), en un informe divulgado en el portal PanamáCompra en febrero pasado.
Esas
líneas han sido las únicas palabras que ha emitido Marciscano sobre
este asunto, puesto que no aceptó una entrevista con este diario.
Fuentes de la institución –que prefirieron el anonimato por temor a
represalias– informaron que “la línea es no referirse al tema”.
LA PREGUNTA DE FONDO
¿Qué
empresas se beneficiarán con la subestación eléctrica de Veraguas? En
documentos de Etesa se mencionan 10 desarrollos hidroeléctricos: Las
Cruces, Santa Rosa, San Bartolo, Santa María, Cañazas, Cerro Mina, El
Remance, Cerro Viejo, La Laguna y Los Estrechos, con un aporte en
conjunto de unos 60 megavatios.
De esos 10 proyectos, en ocho
aparecen personas allegadas a altos funcionarios del Gobierno,
incluyendo empleados de los supermercados 99, propiedad del presidente,
Ricardo Martinelli (ver infografía).
Por ejemplo,
en tres de esos proyectos (El Remance, Cerro Viejo y Cerro Mina) figura
Leonel Zapata, un cercano amigo de los hijos del gobernante: Luis
Enrique y Ricardo Martinelli Linares (ver foto).
Zapata
participa en viajes y fiestas con el empresario Rogelio Oruña,
representante de IBT Group, al que en los últimos tres años el Gobierno
le ha otorgado contratos valorados en más de 420 millones de dólares.
Zapata
también aparece –o ha aparecido– como dignatario en numerosas
sociedades anónimas vinculadas al presidente Martinelli. La madre de
Zapata, Sabrina García, fue designada por Martinelli como embajadora de
Panamá en Paraguay.
MÁS BENEFICIOS
Puesto
que hay proyectos que no superan los 10 megavatios, sus promotores
serían subvencionados gracias a la Ley 45 del 4 de agosto de 2004, que
establece un régimen de incentivos para el fomento de sistemas de
generación hídrica y otras fuentes renovables.
Por ejemplo, no
pagarán ningún cargo de distribución ni transmisión por los primeros 10
megavatios durante los primeros 10 años de operación.
El proyecto
de la subestación se elaboró luego que Martinelli designó en la
directiva de Etesa a Rolando Cuevas y a Carlos Quintero, este último
empleado de los súper 99.
Justamente, los hijos de Cuevas –Rolando
Cuevas Jr. y Luis Cuevas– son promotores de los proyectos
hidroeléctricos Las Cruces y San Bartolo, representados por la empresa
Corporación Nacional de Energía del Istmo Ltd.
El Código de ética y conducta empresarial de Etesa regula el conflicto de interés (ver tabla).
Cuevas y Quintero prefirieron guardar silencio, pese a que se les envió
en varias ocasiones un cuestionario para conocer sus versiones.
El
que sí defendió su concesión fue Moisés Barraza, de la empresa Mifta
Power Inc., que representa al proyecto hidroeléctrico Santa María,
vinculado a la familia Virzi-Martinelli.
Barraza explicó que el
derecho de concesión lo obtuvieron mediante un acto público de
concurrencia que propuso la Autoridad de los Servicios Públicos (Asep)
en 2008, en el que compitieron con la generadora Fortuna.
VIENTO EN POPA
Dado
que se trata de un proyecto que se “requiere en el menor tiempo
posible”, la construcción de la subestación eléctrica de San Bartolo ya
fue adjudicada por Etesa.
El pasado 18 de marzo, el gerente de
Etesa otorgó el contrato a la empresa Celmec, S.A. por la suma de 13.7
millones de dólares, 40 mil dólares por encima del precio de referencia.
La persona que aparece como contacto de Celmec, S.A. ante PanamáCompra
es Ernesto Richa Viu, que casualmente representa a la empresa Natural
Power and Resources, S.A., responsable del proyecto hidroeléctrico
Cañazas, en Veraguas, que pretende aportar al sistema 5.94 Megavatios. A
Richa Viu se le dejaron dos mensajes con su secretaria, pero no
devolvió las llamadas.
El proyecto Cañazas también sacará provecho de la inversión estatal en la subestación de San Bartolo.
Además,
Richa Viu, junto con los ya mencionados Ulises González, Rolando Cuevas
y Carlos Manuel Quintero aparecen en la junta directiva de la empresa
Recursos Hidroeléctricos, S.A., que se constituyó con el fin de “diseñar
y construir sistemas de acopio y distribución eléctrica, incluyendo
líneas y subestaciones eléctricas”.
Según Etesa, varios de los
proyectos hidroeléctricos que se integrarán al Sistema Interconectado
Nacional tienen un atraso de hasta un año, por objeciones de las
comunidades aledañas.
Se tiene previsto que estos proyectos empiecen operaciones entre 2015 y 2016.
Prescott apuesta por más hidroeléctricas
El
secretario de Energía, Vicente Prescott, afirmó que el Plan de
Expansión del Sistema Interconectado Nacional, que prevé la construcción
de la subestación de San Bartolo, en Veraguas, es “viejo”.
Según
Prescott, este proyecto no se ha ejecutado probablemente por la falta de
presupuesto. “Nos toca apurarnos con las infraestructuras de
transmisión”, indicó el funcionario, quien es partidario de que en el
país se deben construir más hidroeléctricas.
“Nuestro gran
potencial es el agua. Hay plantas hídricas que tienen una eficiencia
arriba del 60%... Iniciaremos una planificación para que en un futuro se
construya una planta más grande que Fortuna”, reveló Prescott. Agregó
que en la región de Azuero hay cerca de 10 ríos que están secos y que no
tienen hidroeléctricas.
El secretario de Energía destacó que el
proyecto Chan II ya tiene un estudio de impacto ambiental aprobado por
la Anam, y que está en un período de consultas.
“He participado en
casi todas las reuniones con el consejo de comunidades de Changuinola y
no veo ninguna oposición por parte de las comunidades...”, destacó.
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