jueves, 9 de mayo de 2013

Etesa agotó el agua que había en los embalses

En los primeros cuatro meses del año se utilizó al máximo las hidroeléctricas de Fortuna y Bayano, lo que redujo más rápido el nivel de los embalses.
 
Wilfredo Jordán S.       Alex E. Hernández


Los cortes programados de energía se aplicarían durante los próximos días si no hay agua de lluvia para los embalses de las hidroeléctricas de Fortuna en Chiriquí y Bayano en Panamá.

Así lo anticipó ayer el secretario de Energía, Vicente Prescott, ante empresarios de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, después de tres días de empezar las medidas de ahorro energético en el país, donde la economía crece a un ritmo de 10%, pero que no tiene mecanismos para suplir la demanda de energía.

La crisis energética ha trastocado la dinámica del país, luego que el Estado ordenara la reducción de los horarios de los funcionarios, la suspensión de las clases y el cierre entre 10:00 p.m. y 6:00 a.m. de cantinas, bares y supermercados que no tengan plantas para generar su propia energía. El ahorro obligado al que ha tenido que someterse el país desde el lunes, ha producido una rebaja de la demanda en aproximadamente 190 megavatios (entre 12% y 15% menos).

Por el momento, el Gobierno aprobó una resolución que ofrece como compensación 50 centésimos por kilovatio hora a las empresas que utilicen sus plantas de generación eléctrica.

“Estamos en un momento muy crítico”, reconoció Prescott. Adelantó que si no hay lluvias en las próximas horas, se tendrá que aplicar el racionamiento por sectores en todo el país.

La crisis energética que enfrenta el país se vincula en estos momentos a la falta de lluvias para generar energía en las hidroeléctricas, pero más allá de la actual coyuntura, el problema de fondo es la mala planificación en el tiempo.

Con el alto consumo de energía, el sistema necesita inversiones entre 200 y 400 millones de dólares anuales para generar más energía y esto no ha sucedido. A falta de esta inyección de capital, el Estado debería haber administrado los recursos de forma conservadora.

Esto es lo que advierten varias fuentes vinculadas al sector, que prefieren mantener sus nombres en reserva por posibles represalias en su contra como contratistas del Estado.

Afirman que una mejor administración del recurso hídrico en los embalses, entre los meses de enero y abril, hubiera podido reducir la carencia que hay en estos momentos.

“El Centro Nacional de Despacho (CND) de la Empresa de Transmisión eléctrica, S.A. (Etesa) no debió haber usado toda el agua de los embalses de Fortuna y Bayano para tener disponibilidad en estos momentos”, afirmó una fuente de la industria eléctrica.

Los informes de operaciones del CND revelan que durante los primeros cuatro meses del año se utilizó al máximo la generación hidroeléctrica, con lo cual el nivel de los embalses de Fortuna y Bayano se redujo más rápido.

De 300 megavatios, que es la capacidad de Fortuna, se generaban 280 megavatios.

Los técnicos aseguran que el embalse de Fortuna, que tiene una planta de generación de 300 megavatios, puede guardar agua para producir energía por varios meses, durante la temporada seca.

Pero se apostó a generar toda la energía hidroeléctrica posible para disminuir la tarifa con la esperanza de que a finales de abril o principios de mayo las lluvias volverían a llenar el embalse.

Pareciera que esta estrategia no tuvo en cuenta que la temporada seca se extendería más allá del promedio normal, que culmina a finales de abril.

Ante estos señalamientos y las graves consecuencias que tiene en el país un posible corte planificado de energía, el gerente de Etesa, Fernando Marciscano, no respondió la solicitud de este diario sobre la decisión de generar casi al 100% de energía hídrica en los primeros meses del año.

Consultado al respecto, el exdirector del desaparecido Instituto de Recursos Hidráulicos y Electrificación, Fernando Aramburu indicó que existe una fórmula y un protocolo que se debe seguir y habría que verificar si se cumplió.

“El despacho no es arbitrario. Depende de los precios relativos de las diferentes fuentes de energía”, añadió Aramburu.

En paralelo, el país también se enfrenta a problemas de transmisión de energía.

En Chiriquí está el parque hidroeléctrico más grande del país, con alrededor de mil megavatios instalados, aunque las dos líneas de transmisión solo pueden transportar 600 megavatios.

La falta de una línea de transmisión adicional impide que en plena estación lluviosa el país pueda aprovechar toda la generación hidroeléctrica que se produce en esa región.

La actual crisis energética ha trastocado la dinámica de la economía panameña. Desde el lunes, el Gobierno decidió reducir el horario de los trabajadores públicos para consumir menos energía, mientras que a partir de ayer se suspendieron las clases de todos los centros educativos y se ordenó el cierre de los supermercados, bares y discotecas después de las 10:00 p.m. Los efectos de estas medidas ya se empiezan a sentir. Algunos supermercados tienen plantas de generación a base de diésel que pondrían a funcionar, y de ser así, el Estado debe subsidiar parte de la cuenta a las empresas que autogeneren energía para sus operaciones.

Jesús Sierra, presidente de la Asociación Panameña de Hoteles (Apatel), indicó que desde ayer un número importante de hoteles en la ciudad capital comenzaron a utilizar las plantas de respaldo para no depender del sistema eléctrico nacional.

José Luis Ford, presidente de la Cámara de Comercio, precisó que la crisis debe dejarle una lección a los panameños para que entiendan que los recursos no son ilimitados.

Empresas utilizan plantas

Las empresas e industrias que tienen plantas de generación eléctrica comenzaron ayer a utilizar estas máquinas para reducirle la demanda de energía a la red del sistema de interconexión nacional.
Ayer varias empresas se desenlazaron de la red a las 9:00 a.m. para operar con la energía generada con sus propias plantas y se volvieron a conectar a las 3:00 p.m.

Las empresas que enciendan sus plantas de generación reciben un crédito en compensación por autoabastecimiento para clientes regulados de 50 centésimos por kilovatio/hora.
La medida aparece en la resolución 6138 de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos del 7 de mayo de 2013.

Esta misma disposición se aplicó en 2010 cuando hubo una crisis energética similar, pero en aquella ocasión la compensación era de 42 centésimos por kw/h y en esta ocasión se aumentó a 50 centésimos por kw/h.

La resolución extiende el plazo durante los cuales los clientes regulados opten por autoabastecerse y en lugar de ser exclusivamente en las horas de demanda pico, se deja abierto para que sea durante las 24 horas del día.

En el caso del cierre de supermercados, cines, bares, cantinas, casinos, discotecas y centros de diversión nocturna después de las 10:00 p.m., de lunes a jueves, solo aplica para aquellos establecimientos que no cuentan con una planta de generación eléctrica.

Canal adopta medidas

Debido a los pronósticos meteorológicos que indican que la temporada seca se extenderá por los próximos 10 días, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) decidió racionar el agua que usa en sus operaciones.

Una de las acciones para reducir el gasto de agua es suspender la asistencia hidráulica a los buques durante la salida de las esclusas, que consiste en inyectar agua en la parte posterior de la esclusa para que levante la popa del buque, a fin de que pueda desplazarse con mayor rapidez.
La entidad también propone el esclusaje de dos buques al mismo tiempo.

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