martes, 28 de febrero de 2012

Diálogo, en un punto crítico

Gustavo Aparicio
Flor Bocharel
PROTESTAS. Simpatizantes de los indígenas gritaron consignas contra la hidroeléctrica Barro Blanco y contra el presidente, Ricardo Martinelli. También cerraron por varios minutos los alrededores de la plaza 5 de Mayo. LA PRENSA/Ricardo Iturriaga
 

El reinicio del diálogo entre dirigentes indígenas de la comarca Ngäbe Buglé y autoridades del Gobierno transcurrió con la petición de constantes recesos por parte de la dirigencia indígena.

Primero solicitaban que autoridades del Ministerio de Salud dieran un informe de los heridos resultantes de los enfrentamientos con los antimotines en Chiriquí, y que el Gobierno se comprometiera a respaldarlos con los gastos de la atención médica de los afectados.

Tras un receso, el secretario general del Ministerio de Salud, Félix Bonilla, se presentó al salón azul de la Asamblea, donde se realizan las conversaciones, y dio un informe de los heridos. Detalló que al menos uno se encuentra en el hospital regional Luis Chicho Fábrega de Veraguas y otro está en el hospital Santo Tomas, ambos en condición estable. Otros dos, que estaban el hospital Luis Chicho Fábrega, explicó Bonilla, fueron dados de alta.

El funcionario afirmó que el Gobierno asumirá los gastos médicos actuales y futuros. Luego los indígenas exigieron la presencia de representantes de la empresa Genisa para que explicase el alcance del proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco.

La cacica Silvia Carrera lamentó que en su momento la empresa no explicara el proyecto y criticó un acuerdo pactado entre Genisa y el congreso regional, asegurando que jamás se consultó. “Se hizo en una oficina refrigerada y jamás el pueblo fue tomado en cuenta. Pedimos la cancelación de Barro Blanco; nosotros no somos sordos, queremos resolver este problema, la propuesta del Gobierno es la misma de la semana pasada”, sostuvo Carrera, argumentando que no hay avance en el diálogo. Fue más allá y manifestó que hoy martes quieren una respuesta definitiva del Gobierno.

En tanto, el ministro Jorge Ricardo Fábrega dijo que el Gobierno ha sido fiel a lo pactado, aceptando prohibir la explotación minera dentro de la comarca y en áreas anexas y derogando la ley que creó la Corporación de Desarrollo Minero. Explicó que en el caso de las hidroeléctricas se propuso que, a futuro, solo las autoridades comarcales sean las que autoricen proyectos de esta naturaleza, si ellos así lo aprueban. Indicó que en torno a la concesión hidroeléctrica de Barro Blanco se les ha dicho que hay que revisar el acuerdo de responsabilidad social entre Genisa y los vecinos del área anexa.

Detalló que el Gobierno ha ido más allá y ha propuesto una plan de desarrollo integral de la comarca, en el cual en vez de insistir en cerrar un “proyectito”, o la concesión de Barro Blanco que está fuera de la comarca, se concentren en discutir el proyecto de desarrollo.

FRICCIONES
Cerca de las 4:30 p.m., los indígenas que se mantienen en vigilia en el parque legislativo, apoyados por la agrupación estudiantil Pensamiento y Acción Transformadora y de sindicalistas, bloquearon las entradas y salidas de la Asamblea. El mediador del diálogo José Luis Lacunza les dijo a los dirigentes indígenas que se sentía prácticamente “secuestrado” y que no podían continuar de esa manera.

“Si vamos a estar sometidos a esto, díganmelo. Yo no acepto esto. Dígannos claramente hasta dónde vamos a llegar. Las dos partes que me digan, así sabré si ser árbitro o no en este juego. Si no me quieren como mediador, díganmelo”, sostuvo Lacunza.

El fiscal de la Coordinadora, Alberto Montezuma, puso en duda el rol de mediador del obispo, preguntándole si estaba con el Gobierno.

CIERRES

El poco avance obtenido provocó que indígenas ngäbes cerraran la vía Interamericana en el cruce de San Félix, en El Salado, Emplanada de Chorcha y en el Viguí, por hora y media.

Francisco Miranda, cacique local de Nole Duima, dijo que la medida se dio para presionar al Gobierno.

Todo ocurrió a las 4:55 p.m. de ayer. Miranda, en lengua ngäbe, le indicó a su gente que cerrarían la vía con piedras, llantas y haciendo sonar el tradicional caracol. Enseguida, cerca de un centenar de indígenas, entre hombres y mujeres, se apostaron en la vía hasta las 6:30 de la tarde. Miranda advirtió que se podrían dar cierres parciales y esporádicos de la vía Interamericana.

Transportistas de carga y del servicio público y privado atravesaron la vía en medio de las protestas, con temor a que el cierre fuera total.

Los indígenas en el cruce de San Félix se mantienen bajo un árbol panamá; preparan alimentos en ollas comunes y siguen las incidencias del diálogo través de los medios de comunicación.

DEBATE. Tras el receso de Carnaval, las partes demostraron ayer que el proceso para un acuerdo será largo y controvertido. LA PRENSA/Ricardo Iturriaga

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