Argentina también protesta por la minería
La empresa canadiense Osisko afirma que no explotará el yacimiento de Famatina si no hay "licencia social"
El PAIS
Alejandro Rebossio
Buenos Aires
“El Famatina no se toca” es el lema de muchos pobladores de la
provincia argentina de La Rioja (noroeste), en alusión a la montaña en
la que se proyectaba la explotación de un yacimiento de oro. De momento,
el Famatina no se tocará. Por ahora. La minera canadiense Osisko, que
firmó en agosto pasado un contrato con el Gobierno de La Rioja para
explotar aquel metal precioso, anunció ayer que “si no hay licencia
social para la exploración y el desarrollo alrededor del área del
proyecto de Famatina, no habrá trabajo”.
La decisión de la empresa de suspender momentáneamente la iniciativa
se produjo después de que el viernes pasado el gobernador de La Rioja,
el peronista Luis Beder Herrera, anunciara que la retrasaría “el tiempo
que sea necesario” mientras trata de convencer a la población de sus
bondades. Beder afirmó que no habrá minería a cielo abierto mientras los
ciudadanos se opongan por su temor a eventuales contaminaciones del
medio ambiente. A su vez, la decisión del gobernador se desencadenó
después de una manifestación de 10.000 personas en la capital
provincial. Los vecinos de Famatina, un pueblo de 6.500 habitantes,
llevan casi un mes bloqueando el camino que conduce a la mina y seguirán
allí hasta que se rescinda el contrato entre la provincia y Osisko,
según cuenta Carina Díaz Moreno, una de las líderes de la protesta.
Osisko indicó que ese corte de carretera ha impedido que sus
empleados iniciaran una campaña de información y consulta entre los
pobladores acerca del yacimiento. Tanto la empresa como el gobernador y
algunos alcaldes de municipios vecinos planean contrarrestar la campaña
antiminera con su propia propaganda sobre los beneficios económicos y
laborales que traería un yacimiento que supuestamente no dañaría el
agua, la tierra ni el aire.
Pero las protestas contra la minería a cielo abierto en Argentina, un
país sin tradición en esta actividad, han crecido a partir del boicot
en Famatina. En la provincia vecina de Catamarca algunos pobladores
también comenzaron bloqueos en el camino a una de las minas más
importantes de Argentina, Bajo la Alumbrera. El pasado viernes una
decena de manifestantes fueron detenidos por la policía en el municipio
catamarqueño de Santa María. Ya han sido liberados, pero el premio Nobel
de la Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel denuncia que el fiscal del
caso, Julio Landívar, los ha imputado por un delito contemplado por la
nueva ley antiterrorista que impulsada por el Gobierno de la peronista
Cristina Fernández de Kirchner. El ministro de Justicia de Argentina,
Julio Alak, negó que se usara esa ley contra los arrestados y afirmó que
presuntamente habían violado el artículo del Código Penal que castiga
el “entorpecimiento del transporte”.
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