domingo, 15 de abril de 2012

Shackelford: Costa Rica o Atlanta para evitar detención
ALBERTO DE LEÓN DE GRACIA                                                                                         adeleon@laestrella.com.pa

NEXOS. Entre familiares y personas allegadas a Gerald James Shackelford Vaughn se tejen verdades en la que la justicia panameña ha guardado silencio.

La estrategia para salir del país le ha costado a las autoridades de Nicaragua dar con el paradero del estadounidense con la cédula panameña E-8-43895, una historia sacada de un filme
PANAMÁ. La colaboración internacional a las autoridades judiciales de Nicaragua para lograr la ubicación del estadounidense con la cédula panameña E-8-43895, Gerald James Shackelford Vaughn, pareciera ser una tarea más compleja de lo que en principio parecía.

Y es que el supuesto propietario de la franquicia para Centroamérica del Club Elite e identificado como el cerebro de las operaciones de lavado de dinero de negocios ilícitos, donde además del narcotráfico, también se menciona el tráfico de personas, ha tenido tiempo, razones y las condiciones para poner su pellejo a buen recaudo tras conocerse la apertura de la investigación en Nicaragua y luego de la detención en aquel país de otras cuatro personas, entre éstas, su supuesto socio, Henry Fariñas Fonseca.

Como es sabido, en Panamá no se ha tramitado orden de detención contra Shackelford Vaughn, (por lo menos de manera pública) pese a que en reiteradas ocasiones los funcionarios de instrucción responsables de las pesquisas en Nicaragua han manifestado el interés de que –a través de la Interpol- se logre la detención del norteamericano, especialmente en territorio panameño, donde opera la matriz de los famosos clubes nocturnos.

RAÍCES BIEN PROFUNDAS

La investigación que adelanta La Estrella para conocer más a fondo de estas operaciones arroja datos interesantes. Por ejemplo, que la relación de los Shackelford (el difunto James y su hijo Gerald) con el grupo investigado en Nicaragua, es de reciente data.

Una fuente del entorno de los estadounidenses-panameños –que por razones más que obvias pidió las reservas del caso- reveló que los nexos con Henry Fariñas y su grupo se formalizaron hace unos cuatro años, ‘seguramente’, por la ambición de Gerald de hacer más dinero, ‘ya que el padre estaba muy enfermo para que haya estado muy activo en eso (actividades relacionadas con el tráfico de estupefacientes y blanqueo de activos)’.

‘La trata de mujeres siempre lo han hecho, desde que abrieron la cadena Joshepine’s… El lavado vino después’, asegura.

También asegura que las operaciones ilícitas que se investigan en la tierra de Sandino se trasladaron a Panamá ‘últimamente’ e involucraban a Nicaragua, Guatemala y en menor grado a Costa Rica, donde los Shackelford ‘han vivido los últimos años’.

La misma fuente da cuenta del vínculo primario de los Shackelford con un famoso socio estadounidense: Michael Kelly Hodgson. Este sujeto fue investigado por una Corte del distrito de Illinois, Estados Unidos, por la supuesta comisión de fraude a cientos de jubilados estadounidenses con el que se enriqueció por más de 419 millones de dólares.

En el caso de este último, El Buró Federal de Investigaciones (FBI), tenía una investigación sobre todo el esquema utilizado por Kelly para enriquecerse a costa de cientos de estadounidenses que gastaron sus ahorros con la esperanza de obtener ganancias anuales de hasta 20% de lo que invertían en un contrato interminable denominado "universal", de tiempos compartidos en centros de descanso, en Cancún.

Kelly era propietario de los hoteles Avalon Grand Cancún, Avalon Reef Club Isla Mujeres, Avalon Baccara y el Avalon Excalibur Acapulco.

Aquí en Panamá, según los datos obtenidos, Kelly era socio de la franquicia que opera en el sector norte de la capital. ‘La casa de Shackelford se encuentra en la calle Turpial, en Las Cumbres, justamente detrás del Avalon Panamá’, agrega.

OTROS NEXOS

Al difunto James Shackelford también se le conocen vínculos –éstos familiares- con personas vinculadas al manejo irregular de bienes: Su hija Nathalie Shackelford también conocía de los negocios. Ella se casó con Divaldo Cano, hijo homónimo del empresario propietario de la imprenta Edicano, que hace unas décadas tuvo que enfrentar la justicia por casos similares de lavado.

En Costa Rica, el abogado de confianza de esa familia es Ramón Chavarría Saxe, quien por años les hacía las sociedades anónimas necesarias; incluyendo la que maneja un complejo de oficinas a un kilómetro del aeropuerto internacional Juan Santamaría; una de las últimas moradas de James Shackelford. Su hombre operativo en la capital josefina se llama José Jara, de nacionalidad costarricense.

En Guatemala, por su parte, el abogado Mario Cuevas Vidal llevó por más de 5 años los asuntos de Elite Guatemala, incluyendo la inclusión del nicaragüense (Henry Fariñas) como socio de ellos en ese país y con eso financiar la apertura de los negocios de Honduras y en Nicaragua.

VÁLVULA DE ESCAPE

Volviendo al paradero del pretendido Gerald Shackelford sobresale que es muy probable que ya se encuentre en los Estados Unidos o que se esconda en Cota Rica.

‘Muchas veces usaba su pasaporte panameño y otras usaba el pasaporte gringo. Sé que son de un pueblo cerca de Atlanta. En todo caso, las dos hermanas de Gerald fuera de la que es panameña, viven allá; una se llama Vicky y de la otra no recuerdo su nombre’, termina el relato.

APOYO 
Las operaciones ilícitas también involucran a Costa Rica y Guatemala.

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