Gobierno italiano aclara que no participó en negociación
Valter Lavítola, figura clave en la contratación
entre Finmeccanica y Panamá, llega hoy a Italia después de ocho meses de
estar prófugo de la justicia.
LINA VEGA ABADUNIDAD DE INVESTIGACIÓN
CARTA.
El Gobierno de Italia le respondió al senador Elio Lannutti,
asegurándole que nada tenía que ver con la carta enviada por
Finmeccanica al Gobierno de Panamá. LA PRENSA/
“El Gobierno italiano no ha estado involucrado directamente
en la etapa de negociación de los contratos, que han sido gestionados
completamente por Finmeccanica”.
Así respondió el Gobierno
italiano –a través de su Cancillería– a los cuestionamientos que el
senador Elio Lannutti hiciera sobre el polémico contrato por $250
millones que el Gobierno de Panamá firmó con el conglomerado
Finmeccanica, para la adquisición de 6 helicópteros, 19 radares y 1 mapa
digital.
La carta de la Cancillería italiana del pasado 4 de
abril responde específicamente el cuestionamiento de Lannutti sobre la
categoría de “oficial” que tanto el presidente, Ricardo Martinelli,
como el ministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, dieran a una
carta que Massimo Pugnali, responsable de Coordinación Comercial y
Desarrollo de Finmeccanica, enviara al Gobierno panameño el 19 de enero
pasado.
En dicha carta –entregada por el embajador italiano en
Panamá, Giancarlo Cursio– se destacaba “la comprobada regularidad y
transparencia de los susodichos contratos...”, en alusión a los graves
cuestionamientos relacionados con sobrecostos y comisiones, justo cuando
varios altos cargos de Finmeccanica eran acusados en Italia, por la
existencia de un “fondo negro” alimentado con sobreprecios para sobornar
a funcionarios en el extranjero.
DESMENTIDO
El
23 de enero pasado, el presidente Martinelli anunció con tono
triunfalista la llegada de la citada carta de Finmeccanica. “Quiero
decir que ya llegó la carta de Italia y ojalá todos los medios y
aquellas personas que con mucho morbo y con mucha mala intención
desinformaron todo lo que pasó con los radares, le den la misma
prominencia que le dieron a todos los detractores que tanto daño
hicieron”, fueron sus palabras exactas.
La misma actitud asumió el
ministro Mulino, dando por cerrado el debate. Nada dijo del hecho de
que la carta era de la misma empresa que estaba certificando su
transparencia.
Durante su último pronunciamiento público sobre el
tema de Finmeccanica, en marzo pasado –al anunciar que se mantendría en
el cargo de ministro-, comentó que “el tiempo le había dado la razón”,
sin explicar en qué basaba su categórica afirmación.
Ahora, el
Gobierno italiano aclara formalmente que “se limitó a servir de conducto
con la Presidencia [de Panamá], procediendo a entregar una nota de
aclaración redactada por la misma Finmeccanica...” (ver facsímil).
Además,
la carta que la Cancillería italiana enviara a Lannutti señala que “el
Gobierno italiano por lo tanto actuó, a través de su propia Embajada en
Panamá, siempre dentro de los límites institucionales y legales
permitidos, y sin trascender sus propias funciones”.
Con esta
última afirmación, el Gobierno de Italia aclaraba las preocupaciones del
senador Lannutti, expresadas durante sus muchas interpelaciones
parlamentarias, sobre el peligro que para las instituciones de su país
implicaba que el Presidente de Panamá le diera categoría oficial a una
carta meramente empresarial.
Incluso, la preocupación del senador
Lannutti era que “las aseveraciones hechas en Panamá podrían crear
responsabilidades a las autoridades italianas, sobre todo en un negocio
que podría ocultar un súper soborno”.
SATISFACCIÓN
Recién
llegado de Marsella (sur de Francia) de una reunión de la Organización
del Tratado Atlántico Norte (OTAN, por su siglas en inglés), en la que
participó en su calidad de miembro del Comité Parlamentario italiano
sobre la OTAN, el senador Lannutti habló con este diario sobre la
respuesta del Gobierno italiano a sus múltiples cuestionamientos sobre
los contratos con Finmeccanica.
“Finalmente el Gobierno ha
respondido a una de mis interpelaciones parlamentarias relativas a un
evidente camuflaje hecho ver como noticia oficial... una evidente
tergiversación hecha pasar como noticia oficial”, comentó Lannutti.
Pero
la respuesta recibida del Gobierno de su país no constituye el fin de
sus inquietudes en relación al contrato entre Finmeccanica y el Gobierno
de Panamá.
“Continuaré mi batalla por obtener más respuestas
sobre los intercambios que involucran la hacienda pública italiana con
la república de Panamá. Agradezco a La Prensa –ejemplo de periodismo
libre e independiente– porque el coraje de sus investigaciones ha
contribuido a destapar el mal actuar”.
LAVÍTOLA
La respuesta del Gobierno italiano a Lannutti constituye el triunfo de la persistencia del senador independiente.
Es
la primera respuesta que recibe Lannutti, desde que el 5 de septiembre
de 2011 se refiriera por primera vez al tema en el Senado italiano.
Ese
día hizo alusión a lo que llamó “la sospechosa conducta” de directivos
de la empresa cuyo 30% accionarial pertenece al Estado.
Igualmente
ese día mencionó a un personaje muy cercano al entonces presidente
Silvio Berlusconi, y que jugaría un papel clave en la formalización de
los contratos entre Finmeccanica y Panamá: Valter Lavítola.
Este pintoresco personaje pasó de tener vía expedita en los círculos panameños de poder, a ser prófugo de la justicia.
Una
serie de correos electrónicos hechos públicos en diciembre de 2011,
daban cuenta de la estrecha relación entre Lavítola e importantes
miembros del Gobierno de Panamá.
Lavítola incluso se movía por el
país con escoltas y vehículos oficiales, recomendaba nombramientos en el
Canal, mientras hacía gestiones para lograr ser designado cónsul de
Panamá en Roma.
Pero su relación con Panamá iba más allá. A través
de las investigaciones que se le siguen en Italia por supuesta
extorsión, se descubrió la existencia de la sociedad anónima panameña
Agafia, S.A. vinculada al pago de comisiones por los contratos con
Finmeccanica.
Tras conocerse este hallazgo de la justicia
italiana, el Gobierno panameño reveló la existencia de una carta en la
que Selex (la empresa de Finmeccanica que vendió los 19 radares)
cancelaba su contrato con Agafia. Sin embargo, el precio de los radares
se mantuvo.
Como presidente de la sociedad Agafia, aparecía Karen de Gracia, una mujer panameña vinculada sentimentalmente a Lavítola.
Con
paradero desconocido desde septiembre de 2011, Lavítola supuestamente
salió de Panamá en diciembre de ese año, rumbo a Suramérica.
A
final de año, Lavítola envió un comunicado a los diarios italianos,
anunciando que estaba en Argentina y que se entregaría en enero. No lo
hizo.
Ayer reapareció en Buenos Aires, donde abordó un avión rumbo a Roma, a donde debe llegar hoy.
“El
exdirector [del diario] Avanti, fugitivo desde hace ocho meses, llegará
a Roma en un vuelo procedente de Buenos Aires. Lo esperan la cárcel y
los magistrados [fiscales] que indagan sobre las fiestas en el palacio
Grazioli, y los escándalos de P4 y Finmeccanica”, reportó ayer el diario
italiano La Repubblica.
La nota añade que Lavítola decidió
entregarse a la justicia a pesar de que le espera la cárcel. “Estoy
preocupado de ir a prisión. Tengo miedo, pero regreso porque no puedo
más”, fueron las palabras de Lavítola al embarcarse en la terminal C del
aeropuerto de Buenos Aires camino al vuelo que lo devolverá a Italia.
“El exdirector de Avanti, en jeans, portaba solo una maleta y una mochila”, agrega la nota.
El
diario italiano también relata que Lavítola tenía ocho meses de estar
prófugo, “desde que la Procuraduría de Nápoles emitió una medida
cautelar en su contra acusándolo de extorsión en complicidad con
Giampaolo Tarantini y su mujer en contra de Silvio Berlusconi”.
Lavítola
también “deberá dar explicaciones a los fiscales sobre su participación
en los diversos procesos que adelantan sobre el escándalo P4 y sobre
coimas de Finmeccanica, y donde ha aparecido su nombre en repetidas
ocasiones dentro de las investigaciones. Entre otras cosas, deberá
aclarar sus informes con Tarantini, el empresario de Puglia que proveía
las prostitutas (escorts) para las fiestas del primer ministro en el
palacio Grazioli [residencia de Berlusconi en Roma]”.
Entre los
casos que investiga la Procuraduría de Nápoles relacionados con
Lavítola, están los contratos entre Finmeccanica y Panamá, donde los
fiscales analizan la hipótesis de corrupción internacional que incluiría
a funcionarios panameños aún por identificar.
Lavítola podría ser
clave para los fiscales en este caso. Y es que como dijera el
presidente Martinelli, fue “una persona muy instrumental para Panamá”.
PERFIL
Elio Lannutti.
Nació
en 1948 en una familia de campesinos en la provincia de Chieti. Emigró a
Alemania donde trabajó como obrero para pagar sus estudios. De vuelta
en Italia se graduó en ciencias sociales y economía de la Universidad La
Sapienza. Trabajó por 15 años en bancos, convirtiéndose también en un
líder sindical. En 1987 fundó la Asociación de Defensa Usuarios de
Bancos, Financieras, Seguros. Ejerció el periodismo profesional por casi
una década. En 2001 fue candidato al Parlamento en la lista de Italia
de los Valores (2001) y del Partido Verde (2006). Fue elegido senador de
la República en 2008. Es miembro del Comité Permanente de Economía y
Hacienda y del Comité Parlamentario para el control de los órganos de
dirección de la seguridad social (gerentes públicos), la Comisión
Especial para el control de precios y la delegación de la OTAN.
Ensayista y escritor, es autor de numerosas obras, entre ellas ´¿Cómo
usar el banco?´, ´Euro, el robo del siglo´ y ´El Foxelli de apartamento
pequeño´.
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