lunes, 16 de abril de 2012

Gobierno italiano aclara que no participó en negociación

Valter Lavítola, figura clave en la contratación entre Finmeccanica y Panamá, llega hoy a Italia después de ocho meses de estar prófugo de la justicia.
LINA VEGA ABADUNIDAD DE INVESTIGACIÓN

CARTA. El Gobierno de Italia le respondió al senador Elio Lannutti, asegurándole que nada tenía que ver con la carta enviada por Finmeccanica al Gobierno de Panamá. LA PRENSA/
 
“El Gobierno italiano no ha estado involucrado directamente en la etapa de negociación de los contratos, que han sido gestionados completamente por Finmeccanica”.

Así respondió el Gobierno italiano –a través de su Cancillería– a los cuestionamientos que el senador Elio Lannutti hiciera sobre el polémico contrato por $250 millones que el Gobierno de Panamá firmó con el conglomerado Finmeccanica, para la adquisición de 6 helicópteros, 19 radares y 1 mapa digital.

La carta de la Cancillería italiana del pasado 4 de abril responde específicamente el cuestionamiento de Lannutti sobre la categoría de “oficial” que tanto el presidente, Ricardo Martinelli, como el ministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, dieran a una carta que Massimo Pugnali, responsable de Coordinación Comercial y Desarrollo de Finmeccanica, enviara al Gobierno panameño el 19 de enero pasado.

En dicha carta –entregada por el embajador italiano en Panamá, Giancarlo Cursio– se destacaba “la comprobada regularidad y transparencia de los susodichos contratos...”, en alusión a los graves cuestionamientos relacionados con sobrecostos y comisiones, justo cuando varios altos cargos de Finmeccanica eran acusados en Italia, por la existencia de un “fondo negro” alimentado con sobreprecios para sobornar a funcionarios en el extranjero.

DESMENTIDO
El 23 de enero pasado, el presidente Martinelli anunció con tono triunfalista la llegada de la citada carta de Finmeccanica. “Quiero decir que ya llegó la carta de Italia y ojalá todos los medios y aquellas personas que con mucho morbo y con mucha mala intención desinformaron todo lo que pasó con los radares, le den la misma prominencia que le dieron a todos los detractores que tanto daño hicieron”, fueron sus palabras exactas.

La misma actitud asumió el ministro Mulino, dando por cerrado el debate. Nada dijo del hecho de que la carta era de la misma empresa que estaba certificando su transparencia.

Durante su último pronunciamiento público sobre el tema de Finmeccanica, en marzo pasado –al anunciar que se mantendría en el cargo de ministro-, comentó que “el tiempo le había dado la razón”, sin explicar en qué basaba su categórica afirmación.

Ahora, el Gobierno italiano aclara formalmente que “se limitó a servir de conducto con la Presidencia [de Panamá], procediendo a entregar una nota de aclaración redactada por la misma Finmeccanica...” (ver facsímil).

Además, la carta que la Cancillería italiana enviara a Lannutti señala que “el Gobierno italiano por lo tanto actuó, a través de su propia Embajada en Panamá, siempre dentro de los límites institucionales y legales permitidos, y sin trascender sus propias funciones”.

Con esta última afirmación, el Gobierno de Italia aclaraba las preocupaciones del senador Lannutti, expresadas durante sus muchas interpelaciones parlamentarias, sobre el peligro que para las instituciones de su país implicaba que el Presidente de Panamá le diera categoría oficial a una carta meramente empresarial.
Incluso, la preocupación del senador Lannutti era que “las aseveraciones hechas en Panamá podrían crear responsabilidades a las autoridades italianas, sobre todo en un negocio que podría ocultar un súper soborno”.

SATISFACCIÓN
Recién llegado de Marsella (sur de Francia) de una reunión de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN, por su siglas en inglés), en la que participó en su calidad de miembro del Comité Parlamentario italiano sobre la OTAN, el senador Lannutti habló con este diario sobre la respuesta del Gobierno italiano a sus múltiples cuestionamientos sobre los contratos con Finmeccanica.

“Finalmente el Gobierno ha respondido a una de mis interpelaciones parlamentarias relativas a un evidente camuflaje hecho ver como noticia oficial... una evidente tergiversación hecha pasar como noticia oficial”, comentó Lannutti.

Pero la respuesta recibida del Gobierno de su país no constituye el fin de sus inquietudes en relación al contrato entre Finmeccanica y el Gobierno de Panamá.

“Continuaré mi batalla por obtener más respuestas sobre los intercambios que involucran la hacienda pública italiana con la república de Panamá. Agradezco a La Prensa –ejemplo de periodismo libre e independiente– porque el coraje de sus investigaciones ha contribuido a destapar el mal actuar”.

LAVÍTOLA
La respuesta del Gobierno italiano a Lannutti constituye el triunfo de la persistencia del senador independiente.

Es la primera respuesta que recibe Lannutti, desde que el 5 de septiembre de 2011 se refiriera por primera vez al tema en el Senado italiano.

Ese día hizo alusión a lo que llamó “la sospechosa conducta” de directivos de la empresa cuyo 30% accionarial pertenece al Estado.

Igualmente ese día mencionó a un personaje muy cercano al entonces presidente Silvio Berlusconi, y que jugaría un papel clave en la formalización de los contratos entre Finmeccanica y Panamá: Valter Lavítola.
Este pintoresco personaje pasó de tener vía expedita en los círculos panameños de poder, a ser prófugo de la justicia.

Una serie de correos electrónicos hechos públicos en diciembre de 2011, daban cuenta de la estrecha relación entre Lavítola e importantes miembros del Gobierno de Panamá.

Lavítola incluso se movía por el país con escoltas y vehículos oficiales, recomendaba nombramientos en el Canal, mientras hacía gestiones para lograr ser designado cónsul de Panamá en Roma.

Pero su relación con Panamá iba más allá. A través de las investigaciones que se le siguen en Italia por supuesta extorsión, se descubrió la existencia de la sociedad anónima panameña Agafia, S.A. vinculada al pago de comisiones por los contratos con Finmeccanica.

Tras conocerse este hallazgo de la justicia italiana, el Gobierno panameño reveló la existencia de una carta en la que Selex (la empresa de Finmeccanica que vendió los 19 radares) cancelaba su contrato con Agafia. Sin embargo, el precio de los radares se mantuvo.

Como presidente de la sociedad Agafia, aparecía Karen de Gracia, una mujer panameña vinculada sentimentalmente a Lavítola.

Con paradero desconocido desde septiembre de 2011, Lavítola supuestamente salió de Panamá en diciembre de ese año, rumbo a Suramérica.

A final de año, Lavítola envió un comunicado a los diarios italianos, anunciando que estaba en Argentina y que se entregaría en enero. No lo hizo.

Ayer reapareció en Buenos Aires, donde abordó un avión rumbo a Roma, a donde debe llegar hoy.
“El exdirector [del diario] Avanti, fugitivo desde hace ocho meses, llegará a Roma en un vuelo procedente de Buenos Aires. Lo esperan la cárcel y los magistrados [fiscales] que indagan sobre las fiestas en el palacio Grazioli, y los escándalos de P4 y Finmeccanica”, reportó ayer el diario italiano La Repubblica.

La nota añade que Lavítola decidió entregarse a la justicia a pesar de que le espera la cárcel. “Estoy preocupado de ir a prisión. Tengo miedo, pero regreso porque no puedo más”, fueron las palabras de Lavítola al embarcarse en la terminal C del aeropuerto de Buenos Aires camino al vuelo que lo devolverá a Italia.
“El exdirector de Avanti, en jeans, portaba solo una maleta y una mochila”, agrega la nota.

El diario italiano también relata que Lavítola tenía ocho meses de estar prófugo, “desde que la Procuraduría de Nápoles emitió una medida cautelar en su contra acusándolo de extorsión en complicidad con Giampaolo Tarantini y su mujer en contra de Silvio Berlusconi”.

Lavítola también “deberá dar explicaciones a los fiscales sobre su participación en los diversos procesos que adelantan sobre el escándalo P4 y sobre coimas de Finmeccanica, y donde ha aparecido su nombre en repetidas ocasiones dentro de las investigaciones. Entre otras cosas, deberá aclarar sus informes con Tarantini, el empresario de Puglia que proveía las prostitutas (escorts) para las fiestas del primer ministro en el palacio Grazioli [residencia de Berlusconi en Roma]”.

Entre los casos que investiga la Procuraduría de Nápoles relacionados con Lavítola, están los contratos entre Finmeccanica y Panamá, donde los fiscales analizan la hipótesis de corrupción internacional que incluiría a funcionarios panameños aún por identificar.

Lavítola podría ser clave para los fiscales en este caso. Y es que como dijera el presidente Martinelli, fue “una persona muy instrumental para Panamá”.

PERFIL
Elio Lannutti.


Nació en 1948 en una familia de campesinos en la provincia de Chieti. Emigró a Alemania donde trabajó como obrero para pagar sus estudios. De vuelta en Italia se graduó en ciencias sociales y economía de la Universidad La Sapienza. Trabajó por 15 años en bancos, convirtiéndose también en un líder sindical. En 1987 fundó la Asociación de Defensa Usuarios de Bancos, Financieras, Seguros. Ejerció el periodismo profesional por casi una década. En 2001 fue candidato al Parlamento en la lista de Italia de los Valores (2001) y del Partido Verde (2006). Fue elegido senador de la República en 2008. Es miembro del Comité Permanente de Economía y Hacienda y del Comité Parlamentario para el control de los órganos de dirección de la seguridad social (gerentes públicos), la Comisión Especial para el control de precios y la delegación de la OTAN. Ensayista y escritor, es autor de numerosas obras, entre ellas ´¿Cómo usar el banco?´, ´Euro, el robo del siglo´ y ´El Foxelli de apartamento pequeño´.

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