domingo, 1 de abril de 2012


Policía Nacional denuncia al Senan por homicidio

ENFRENTAMIENTO ENTRE AGENTES DE LAS DOS INSTITUCIONES DEJÓ UN MUERTO Y UN HERIDO

El fiscal tercero superior, Sofanor Espinoza, le tomó inda-gatoria a siete miembros del Servicio Aeronaval implicados en este caso.
José Otero
ESCENARIO. El hecho ocurrió durante un operativo antidrogas en un sector de bahía Escribano, en la costa arriba de Colón, el 30 de noviembre de 2011. CORTESÍA/Servicio Nacional Aeronaval
 
La Policía Nacional (PN) y el Servicio Nacional Aeronaval (Senan), entidades entre cuyas funciones destaca garantizar la seguridad de la ciudadanía y trabajar en conjunto para enfrentar la delincuencia organizada, encaran actualmente un litigio legal como consecuencia de un enfrentamiento armado entre agentes de ambas instituciones, ocurrido en un operativo antidrogas a finales de 2011 que dejó como resultado un muerto y un herido.

En este hecho, ocurrido el 30 de noviembre de 2011 en un sector de bahía Escribano, en la costa arriba de Colón, murió el cabo segundo de la PN Luis Ábrego y resultó herido el sargento del Senan Sensión García.
En los primeros informes sobre el suceso se habló de “bajas por fuego amigo”; sin embargo, las investigaciones penales posteriores demostraron que hubo actuación dolosa y que inclusive una de las partes incurrió en el delito de homicidio.

Como resultado de las pesquisas iniciales, abogados de la PN, en representación de los familiares del cabo Ábrego, presentaron el pasado 5 de marzo una querella criminal ante el Ministerio Público contra siete funcionarios del Senan que participaron en el operativo y posterior enfrentamiento.

Dicha querella quedó radicada en la Fiscalía Tercera Superior, a cargo de Sofanor Espinoza, quien desde la semana pasada procedió a indagar a los funcionarios del Senan por la supuesta comisión de los delitos de homicidio y tentativa de homicidio.

Fuentes del Ministerio Público informaron que el fiscal sumó al expediente una providencia emitida el 25 de enero de 2012, por parte de la personería de Santa Isabel, en Colón, que abrió el sumario, y en la cual se solicitó la indagatoria de los agentes y oficiales del Senan implicados en el hecho.

A los acusados también se les impuso una medida cautelar de presentación ante el despacho cada 15 días. Todos continúan laborando en el Senan.

LO OCURRIDO
Según el expediente del caso, el 30 de noviembre de 2011 el subcomisionado de la PN Luis Jiménez, jefe de la Unidad Táctica de Operaciones Antidrogas (UTOA), recibió dos informaciones de una fuente confiable, en las que le señalaban que en el sector de bahía Escribano había entrado una lancha con un cargamento de cocaína, por lo que procedió a notificar a un grupo de esa unidad que estaba en la subestación de Nombre de Dios, con el propósito de verificar la información.

El teniente de la PN Alexis Andrade fue encargado de esta inspección y junto con otros seis funcionarios se dirigió en un bote de la entidad al sector mencionado.

Al llegar al sitio, como a las 11:00 p.m., visualizaron una luz y se percataron de que se trataba de una embarcación pequeña con tres hombres a bordo, a quienes dieron la voz de alto.

Los supuestos narcotraficantes intentaron escapar en el bote y a la vez procedieron a tirar unos bultos al mar, lo que generó que los policías hicieran disparos de advertencia y finalmente lograran su captura en altamar.

Los agentes del UTOA sacaron los bultos de drogas del agua y se dieron cuenta de que quienes estaban en la narcolancha eran tres indígenas panameños, uno de ellos menor de edad.

Luego de tener controlada la situación, Andrade ordenó al cabo Luis Ábrego y a Robert Romeldo, este último mecánico, revisar el interior del bote de los detenidos.

Cuando Romeldo revisaba los motores de la narcolancha y Ábrego lo protegía con un fusil AK-47 y lo alumbraba con una linterna de mano, escucharon que en la oscuridad se acercaba otra embarcación grande a gran velocidad.

Sin mediar palabras, los que estaban a bordo de esta última embarcación comenzaron a dispararle a Ábrego y a Romeldo, que apagaron las linternas y contestaron el fuego, acción que imitaron sus compañeros a bordo del bote de la UTOA.

La embarcación grande, que resultó ser la BPC-4505 del Senan, comandada por el capitán Rubén Darío Ayarza, procedió a embestir la lancha de la PN y le destrozó dos de los tres motores fuera de borda.
En medio de esa situación, los agentes del UTOA se identificaron y fue entonces cuando los funcionarios del Senan se percataron de lo ocurrido y procedieron a retroceder su embarcación, que había quedado montada sobre el bote policial.

El teniente Andrade notificó a su contraparte Ayarza, que previamente también había formado parte de la UTOA, que en el intercambio de disparos el cabo Ábrego fue herido de bala, y como su lancha quedó parcialmente dañada debido a la embestida, necesitaba auxilio para transportarse.

Ayarza le contestó que en el incidente ellos también habían resultado con uno de sus tripulantes herido y por lo tanto tenían que retirarse del área, acción que hicieron a pesar de que los tripulantes del UTOA les pedían apoyo.

Finalmente, los policías lograron reparar uno de los motores dañados y al día siguiente, tras varias horas a la deriva, llegaron a tierra firme con los tres indígenas detenidos, los 15 kilos de cocaína y el cadáver de Ábrego.

Oficial del Senan declara que solo se defendieron

El mayor Rubén Ayarza, que estaba al frente de la embarcación BPC 4505 “Cazador 1” del Senan el día del hecho, señaló en un informe a sus superiores que recibió orden del mayor Gabriel Arroyavez, 
subdirector de Información Aeronaval, para que se dirigiera a la zona porque había informes de inteligencia que daban cuenta de una lancha con mil kilos de droga, la cual, supuestamente, tenía como destino final Nicaragua, pero había sido interceptada por un grupo de tumbadores de drogas.

Al llegar al sitio, añadió Ayarza, escucharon ruidos de motores y disparos, y observaron una serie de luces en altamar, por lo que se procedió a revisar el área y se percataron de que había dos pequeñas lanchas sin ningún distintivo y con personas a bordo. Ayarza señaló que las personas que estaban en estas pequeñas embarcaciones procedieron a abrir fuego contra la nave del Senan, por lo que dio la orden de contestar los tiros. 

El oficial del Senan también destacó que hizo una maniobra con el fin de desestabilizar a sus agresores, golpeando con la proa de su embarcación los motores de una de las lanchas En ese momento, acotó, fue cuando los policías se identificaron y se procedió entonces a preguntarles si tenían algún herido.La respuesta, según el mayor, fue que no; que solo tenían “un compañero en el agua”. Luego de esto, Ayarza les informa a los agentes de la PN que se iban a retirar del área, porque ellos sí tenían a un compañero herido.

“Pude observar a un joven que estaba en el agua, agarrado al bote más pequeño, y le pregunté si estaba bien y él me contestó que sí”, dijo Ayarza. Afirmó que no fue hasta que su embarcación llegó al muelle de Portobelo, a la mañana del día siguiente, cuando fue informado que en el hecho de la noche anterior había muerto un policía.
José Otero

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