martes, 11 de diciembre de 2012

Protesta en CBP evidenció deficiencias

El conflicto entre los bomberos de la Guardia Permanente y la directiva de la entidad concluyó por el momento. Temas como la homologación salarial y los ascensos se retomarán el próximo 18 de diciembre, según acordaron ambas partes.

Urania Cecilia Molina

Los nuevos carros de extinción de incendios no tienen vidrios de seguridad. Este sufrió un accidente y está en la estación de Balboa. LA PRENSA/Maydée Romero

La dirección y la Guardia Permanente del Cuerpo de Bomberos de Panamá (CBP) lograron ayer limar las asperezas que los mantenían separados desde el pasado 4 de diciembre.

Los miembros de la Guardia Permanente exigían la homologación de salarios, la ratificación en sus puestos y mejores condiciones laborales. No obstante, todo se agravó con la destitución de uno de sus dirigentes

La intervención de la Iglesia católica logró acercar a las partes, consensuar las diferencias y pautar una reunión para comenzar a discutir un pliego de peticiones, de 13 puntos, el próximo 18 de diciembre.

Sin embargo, durante la protesta que se prolongó por ocho días salieron a relucir las condiciones y carencias con las cuales trabajan los camisas rojas diariamente.

Una realidad que pudo constatar este diario durante un recorrido por instalaciones del CBP en los corregimientos de Tocumen, Chilibre y Ancón.

PENURIAS

Las carencias con las cuales conviven los miembros de la Guardia Permanente se repiten en cada una de las instalaciones visitadas, y según conoció La Prensa es la tónica de todas las estaciones del CBP.
En las estaciones de Tocumen, Alcalde Díaz y Balboa la comida se guarda en anaqueles que no cumplen con las mínimas condiciones de salubridad, muchos son casilleros de metal, en los que abundan las cucarachas, entre otros insectos.

Las carnes rojas o blancas se guardan en congeladores deteriorados, algunos de ellos visiblemente oxidados o con la tapa superior desprendida.

Pero el rosario de problemas no termina ahí, porque las propias estructuras son un riesgo para los trabajadores, debido a que están expuestos a instalaciones eléctricas defectuosas, hojas de cielo raso desprendidas y acondicionadores de aire dañados o sin filtros.

TOCUMEN

En la estación Luis Endara de Tocumen los daños se presentan en los carros de extinción tanto nuevos como viejos, así como en los equipos para rescatar personas de accidentes de tránsito.

Algo parecido se registra en las hojas de cielo raso, los pisos, las instalaciones eléctricas y hasta el calentador de agua de la instalación.

El vehículo de extinción de incendios número 290, comprado el año pasado, a un costo de $800 mil, tiene una fuga de agua. La situación fue reportada hace una semana, pero la respuesta para la reparación todavía no llega, informaron algunos agentes consultados.

Otro de los implementos de trabajo que está defectuoso es el motor de uno de los equipos que utilizan para rescatar a las personas cuando quedan atrapadas en un accidente de tránsito.

También en esta estación desde hace seis meses está varado un cisterna, porque le hace falta una balinera.

ALCALDE DÍAZ

Pero si en Tocumen llueve en Alcalde Díaz no escampa, porque a los problemas de desprendimiento del cielo raso, instalaciones eléctricas defectuosas y vehículos nuevos que en el último año entraron y salieron varias veces del taller, se suma una infraestructura visiblemente deteriorada.

En la parte posterior de la estación se observaron rajaduras en la base de concreto, y rieles oxidados que sostienen un anexo.

En este mismo lugar las tuberías de agua pelean espacios con los cables eléctricos y los tanques de gas de 50 libras. Una realidad, que según los bomberos, en la empresa privada conllevaría a la aplicación de una multa.

Esto tomando en cuenta que la Oficina de Seguridad del CBP es la que se encarga de supervisar que las compañías cumplan con todas las medidas de seguridad para proteger a sus trabajadores. Y la citada anteriormente es una de ellas.

Los bomberos de Alcalde Díaz también viven con el peligro que un tanque de reserva de agua se les venga encima, ya que las vigas que lo sostienen están corroidas

Desde hace varios años dejaron de consumir esta agua. Ahora solo la utilizan para quehaceres internos de la estación, mientras que la que usan para tomar y cocinar la traen de otros lugares.

BALBOA

Se podría decir que la estación del CBP en Balboa es una herencia del Comando Sur de Estados Unidos.

Por eso, a diferencia de las otras estaciones visitadas, cuenta con más espacio.

Sin embargo, los años de existencia y la evidente falta de mantenimiento la convierten en un foco de infección para sus trabajadores.

La estructura de madera que protege el techo se convirtió en un refugio de murciélagos, cuyas heces caen directamente sobre las camas de los camisas rojas.

La estación carece de acondicionador de aire y al igual que en las otras dos, a falta de cortinas, optaron por colocar cartuchos negros en los huecos de las ventanas.

Además, el sistema eléctrico está defectuoso. Prueba de ello es la ausencia de electricidad en la escalera estrecha y empinada que conduce a los dormitorios.

ADMITEN DEFICIENCIAS

Por su lado, el director del CBP, Pablo Tuñón, dijo que es una realidad que las condiciones de las estaciones no son las mejores.

Explicó que cuando asumió el cargo reconoció que existía una necesidad imperante de arreglar las 86 estaciones de bomberos que existen en Panamá, así como de construir nuevas instalaciones.

Un trabajo que están haciendo “poco a poco”, aseguró Tuñón. Agregó que existen estaciones nuevas en lugares como Chepo, provincia de Panamá; Santiago, en la provincia de Veraguas, y Bugaba, en Chiriquí. “Todavía hay un déficit grande por cubrir”, concluyó.

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