Los negocios de Yanibel Ábrego
La diputada de Cambio Democrático ha traspasado
tierras que compró a la Nación por centavos a una fundación a su
nombre, con lo que trata de impedir que estas puedan ser objeto de
embargos. Camiones de una empresa de la legisladora circulan con placa
oficial de la Asamblea Nacional. Ábrego asegura que lo hacen porque
están repartiendo donaciones y en ocasiones llevan sobrepeso.
Ereida Prieto-Barreiro
Más de 13 hectáreas de tierras costeras se vendieron a Ábrego en 4 centavos el metro cuadrado. LA PRENSA/Ricardo Iturriaga
Yanibel Ábrego –además del salario que recibe como diputada de la
Asamblea Nacional– tiene el negocio soñado: compra muy barato y vende
caro... muy caro. Tan es así que, gracias a sus negocios, tiene que usar
en sus camiones privados su placa oficial de diputada para evitar el
pago de multas por el “sobrepeso” de sus donaciones.
La funcionaria ejerce el comercio de tierras, bloques, cemento y
arena. Fue por ello que en 2009 –unos meses después de llegar a la
Asamblea como diputada independiente– logró que el gobierno le aprobara
la compra de una tierra que le fue negada en el gobierno anterior. Se
trata de un globo de terreno bañado por el Pacífico, de 135 mil metros
cuadrados, que compró a 4 centésimos el metro cuadrado, y otros dos
lotes, con una extensión conjunta de 50 mil metros cuadrados, por los
que pagó 60 centésimos el metro cuadrado.
“Yo me dediqué a [el negocio de] bienes raíces y no de ahora –dice–
ese es mi negocio, lo que más plata me ha dado”. Por ejemplo –narra– se
compró “un terrenito” de nueve hectáreas en Santa Rosa, Capira, que
luego lotificó, “y yo vendo los lotes en mil el metro [cuadrado], un
billete ya, sencillo”.
Para darle valor agregado a la tierra que vende, “yo le meto
carretera y luz, me gasto un billetito ahí, pero recupero 10 veces [más]
de lo que invertí, porque aquí no hay donde vivir, estamos llenos de
terratenientes”, expresó la diputada, quien parece olvidar que su
negocio es, precisamente, comprar tierras para luego venderlas.
En un rápido vistazo a sus propiedades, este diario identificó al
menos unas 20 fincas, con una extensión total de aproximadamente 45.6
hectáreas, por las cuales pagó unos 52 mil dólares, incluidas las 18.5
hectáreas de su residencia en la playa.
La diputada también compró otro globo de terreno en Cermeño (Capira).
Son cinco hectáreas por las cuales solo desembolsó 36 dólares a la
Dirección Nacional de Reforma Agraria en febrero de 2009. La nueva
adquiriente pagó una alteración de turno en el Registro Público en
Santiago de Veraguas para inscribir rápidamente la finca.
Una vez con la tierra en sus manos, Ábrego no dudó en protegerla.
Este terreno y las 13.4 hectáreas que compró Ábrego en Majagual, en
diciembre de 2009, fueron “donadas” por la diputada, el 7 de octubre de
2010, a la Fundación Yem –creada el 4 de agosto de 2010– y que tiene a
Ábrego como representante legal y presidenta; Eduardo García (su
esposo), como secretario, y a Esther Oralia Smith de Ábrego (su madre),
como tesorera.
La Ley 25 del 12 de junio de 1995 que regula las fundaciones de
interés privado establece en su artículo 11 que los bienes de las
fundaciones “no podrán ser secuestrados, embargados ni objeto de acción o
medida cautelar, excepto por obligaciones incurridas o por derechos
legítimos de sus beneficiados”.
Este artículo agrega que “en ningún caso responderán por obligaciones
personales del fundador o de los beneficiarios”. La ley también
establece que para todos los efectos legales, los bienes de la fundación
constituirán un patrimonio separado de los bienes personales del
fundador.
LA FRUSTRACIÓN DE ÁBREGO
A pesar de compras tan ventajosas, Ábrego no está contenta. Se queja
de que su actividad comercial no crece por culpa del cargo que ejerce.
“He tenido que aguantar este negocio porque soy diputada. Es verdad, ser
diputada me ha jodido el negocio que llevaba viento en popa porque la
gente ya te ve como que esta tipa, en vez de solucionar el problema de
una vivienda, viene a vender los terrenos. Ahora le vendo a la gente que
tiene un poco más de dinero y me manejo así”.
“No soy millonaria –prosigue–, pero tampoco soy una pintada en la
pared”, dijo, refiriéndose a las propiedades y empresas que posee, según
ella, antes de que tomara posesión el gobierno del cambio. Y pese a que
no es ninguna “pintada en la pared”, logró que el Estado se
desprendiera de tierras privilegiadas para que ella las adquiriera a
solo 4 centésimos el metro cuadrado.
Ábrego se jacta de haber gastado más de 400 mil dólares en su campaña
como candidata independiente, suma que equivale a su salario bruto –de 7
mil dólares al mes– en los cinco años que durará su período.
“Yo financié mi campaña política, yo le gané al Partido
Revolucionario Democrático, al panameñismo y a Cambio Democrático, que
eran una maquinaria política en ese entonces. Eso se hizo con billete y
carisma, buscando voto de casa en casa”, dijo la hoy presidenta de la
comisión de Educación y Cultura de la Asamblea.
NEGOCIOS ´OFICIALES´
Los negocios de Ábrego abarcan otras ramas. “Yo tengo equipo pesado:
un camión volquete y un carro plataforma. Tengo una fábrica industrial
de hacer bloques en la que [también] vendo cemento, piedra y arena, todo
antes de ser diputada”, insistió.
Una de esas empresas es Bloques del Oeste, ubicada en un terreno de
90 mil metros cuadrados en Santa Rosa. Este diario lo visitó
recientemente y no solo notó una gran actividad comercial, sino que aún
conserva el letrero de su apertura así como un letrero de la Autoridad
Nacional del Ambiente (Anam) en el que informa de la aprobación del
estudio de impacto ambiental de la fábrica el 19 de abril de 2011.
Aunque la empresa fue creada, según el Ministerio de Comercio en 2007
para la compra y venta al por menor de bloques y materiales de
construcción para Residencial del Oeste, en el Municipio de Capira lo
que reposa es un permiso de operación otorgado en febrero de este año.
Todo esto contrasta con las declaraciones de Ábrego, quien insiste en
que este negocio data de antes de llegar a la Asamblea.
En cuanto al “carro plataforma” que mencionó en líneas superiores,
este medio también lo vio en acción. Llegó al lugar en busca de
materiales, portando nada menos que una placa oficial de la Asamblea
Nacional con la numeración 01, asignada a Yanibel Ábrego.
Según la diputada, el camión de su empresa usa su matrícula oficial
para “hacer donaciones” y para “sustentar” el “sobrepeso” de sus
donaciones. Así que no ve problema en ello, porque para eso a ella la
ampara su “derecho constitucional”, ya que es diputada de la República
(ver detalle en la fotografía principal).
Ábrego también gestionó ambulancias para su comunidad de electores.
Solo que estos se quejan de que nunca las pueden usar. En abril de 2011,
la diputada recibió del Ministerio de la Presidencia dos ambulancias,
ambas con equipos valorados en más de 80 mil dólares.
Uno de estos vehículos que se convertiría en “el alivio” de los
moradores –como anunció en su momento Ábrego–, principalmente para los
sectores más apartados de Lídice, estaba estacionada a pocos metros de
su casa, ubicada en una barriada que construyó la hoy diputada (ver
fotografía).
A pesar de que era un hecho público dónde estaba estacionada la
ambulancia, Ábrego lo niega rotundamente. Aseguró que esta estuvo mes y
medio en la junta comunal porque el Ministerio de Salud “no asignaba un
conductor” para el sector de Nueva Arenosa.
Este diario recorrió el Centro de Salud de Lídice, y la principal
queja de los moradores era, precisamente, la falta de ambulancias. “Una
de las ambulancias está tirada, dañándose en el patio del centro de
salud, y la otra la he visto parada por la barriada de la diputada
[Ábrego]”, dijo otro vecino.
El futuro de la diputada tránsfuga, según ella, es prometedor, a
pesar de todo. Dice que puede dejar su partido –Cambio Democrático–
cuando quiera, y aún así, sus coterráneos no dudarán en reelegirla.
Eso lo decidirán en las elecciones de 2014.
Familia sin luz ... y casa de playa ,iluminada
A 10 minutos de la casa de playa de la diputada Yanibel Ábrego,
ubicada en la cima de la península llamada Majagual, en Capira, hay una
casa de madera y cinc a punto de caerse donde reside la familia de
Belarmino Bultrón.
Bultrón, padre de cinco hijos, se dedica a la siembra de arroz para
consumo familiar. Contó que reza cada vez que llueve para no perder su
precaria vivienda.
Este sencillo hombre dijo que cada día ve pasar uno de los pick up de la diputada, sin detenerse para ayudarlo.
Otra de sus principales preocupaciones es que no cuenta con energía
eléctrica para que sus hijos puedan estudiar. Las guarichas, aunque son
sus mejores aliadas, son perjudiciales para la vista de los niños que estudian por largas
horas en la noche. Contradictoriamente, hay no menos de 20 postes del
tendido eléctrico a lo largo de la carretera privada que llega a la casa
de playa de Ábrego que, según dijo a este diario, pagó $30 mil para su
colocación. Seis de ellos alumbran la casa de playa de Ábrego.
La diputada posee más de 185 mil 423 metros cuadrados en la península
de Majagual –ubicada a 40 minutos de la vía Interamericana– pagados a
costo de centavos a la Autoridad Nacional de Administración de Tierras.
Se trata de tres terrenos rodeados por playas, que Ábrego compró entre
diciembre de 2009 y agosto de 2012.
Ereida Prieto-Barreiro
No hay comentarios.:
Publicar un comentario