miércoles, 26 de diciembre de 2012

 Financial Pacific sacude el sistema financiero

Cierra 2012 con una expectativa que le incumbe a todo el sector empresarial. El desenlace del caso Financial Pacific, la casa de valores investigada por supuestos delitos de estafa, falsedad de documentos y lavado de activos. El caso también es un choque entre dos pesos pesados: la Superintendencia de Valores y la Corte Suprema. La verdad de un expediente que no admite especulaciones. Y nada se sabe del paradero de Ramos.

ÓSCAR CASTAÑO LLORENTE
 
 
Es la noticia financiera del año o de la década, según expertos, con la misma trascendencia de otros procesos administrativos y penales que en el pasado sacudieron el ambiente regional de los negocios.
Es el caso de la estructura piramidal de David Murcia Guzmán (DMG) o del proceso sin fin del conglomerado empresarial Adelag. Ambos aún sin conclusiones definitivas.

La comparación es propia porque Financial Pacific presentaba una trayectoria modelo en el tracto habitual de sus negocios. Reportaba una supuesta cartera de 400 clientes y cerca de 80 empleados.
Cerró 2011 en la cuarta posición de la lista de las casas de valores –más de 75– y un monto administrado de 135 millones de dólares.

Nadie advertía los riesgos y las operaciones gestadas de puertas para adentro. Había dinero que entraba y salía bajo la discreción de una de las empleadas de confianza, que alega que no conocía a la junta directiva.

Se trataba ni más ni menos de un desfalco millonario, según la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV).

Las operaciones de la casa de valores tuvieron un serio tropiezo que quedó en evidencia con la orden de reorganización emitida el 16 de octubre por la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV).

La decisión se sustenta en irregularidades observadas por el regulador meses atrás, entre ellas la denuncia de un inversionista descontento con el manejo de su cuenta, por ahora el único cliente visible, e incongruencias en los estados financieros.

En el informe preliminar del pasado 23 de octubre, elaborado por Maruquel Pabón de Ramírez, reorganizadora designada por la SMV, resaltan el faltante de 11 millones 300 mil dólares y la configuración de plazos fijos de inversionistas de Financial Pacific en la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Empleados de la Caja de Seguro Social.

Sobre estas transacciones era equívoca la información reportada a los clientes. Este fue un aspecto tenido en cuenta por el regulador para emitir la suspensión de la licencia de operaciones el 7 de noviembre.

Las expectativas iban en aumento y se sabría pronto el nombre de los afectados, pues el regulador pediría la reorganización de la empresa.

Pero el proceso emprendido por la SMV se detuvo abruptamente cuando Alejandro Moncada, presidente de la Corte Suprema de Justicia, acogió la solicitud de amparo de garantías interpuesto el 8 de noviembre por los representantes legales de Financial Pacific.

Sorprendentemente, la Corte Suprema concedió el recurso en un dictamen sin precedentes en la historia financiera del país.

El amparo de garantías se basa en un posible conflicto de interés de la reorganizadora –excomisionada de la extinta Comisión Nacional de Valores (Conaval)– y que en 2003 había seguido un proceso administrativo sobre la casa de valores.

Otros motivos del recurso descansan en vicios de forma en el cumplimiento de la orden del SMV y la certeza de West Valdés, uno de los directores, de la ilegalidad de la reorganización y la intención de llevar a la empresa hasta su liquidación.

Nadie esperaba la decisión emitida por el órgano máximo de justicia.

Y menos la SMV, que por lo visto la tomó desprevenida, y solo hasta el 20 de noviembre, a las 5:00 de la tarde, acudió al Ministerio Público para presentar una denuncia por los delitos de estafa, falsedad de documentos y blanqueo de capitales contra Financial Pacific.

Fuentes del mercado aseguran que la denuncia se presentó por las presiones de la junta directiva de la SMV, integrada por siete miembros, dos de ellos representantes de las superintendencias de Bancos y de Seguros y Reaseguros.

“O la presenta usted, señor superintendente, o lo hacemos nosotros”, aseguran que dijeron miembros del colegiado.

En ese contexto de decisiones contradictorias, de choque de trenes entre estamentos públicos, se enrarece el ambiente del mercado de capitales con la aparición de carteles en las calles que informan sobre el paradero desconocido de Vernon Ramos López, subdirector de análisis financiero en la Dirección de Auditoría de la SMV.

De forma paralela a las obligaciones con el regulador, Ramos López ocupaba el cargo de director suplente del Banco Hipotecario Nacional y estaba inscrito en el partido Cambio Democrático.

Dado el puesto que desempeñaba el regulador, es casi seguro que desde hace tiempo el funcionario debió detectar indicios concernientes a la situación real de las cuentas de Financial Pacific.

Algunas personas ubican a Ramos López en la ciudad de Miami, Estados Unidos. Otras lo dan por muerto. No se sabe nada de él.

Desde hace varias semanas, este diario tuvo acceso a la indagatoria rendida por Mayte Pellegrini ante el fiscal que lleva la querella interpuesta el 26 de julio por West Valdés e Iván Clare, el otro director de la casa de valores.

En el expediente se hace referencia a las actividades de Financial Pacific durante los últimos cinco años, sus intenciones futuras de inaugurar un banco que tendría como socio a Ori Zbeda, ejecutivo importante de Financial Pacific, y en el que su sobrino Jonathan Binder juega un papel fundamental.

En todo este proceso se omite el pasado de Financial Pacific y las investigaciones y resoluciones en su contra por acciones alguna vez calificadas de “reprochables” por la Conaval.

La entidad también le comprobó falsedades en ciertos documentos.

En ese entonces, en otra empleada recayó parte de las explicaciones de los directores Valdés y Clare sobre defectos de la información suministrada al regulador y al público.

La estrella de una casa de valores 

Entre los argumentos del amparo de garantías se halla un posible conflicto de interés de la persona designada para la reorganización, Maruquel Pabón de Ramírez.

La funcionaria se había desempeñado como comisionada de la Conaval hasta 2004. Un año antes, Financial Pacific pudo obtener su licencia de operaciones al pagar una sanción pecuniaria de 20 mil dólares por haber hecho operaciones sin la autorización del regulador.

“Es decir, licencia contra multa, que no es la historia típica de una casa de valores. Estas no se inician así”, comentó una fuente que prefiere la omisión de su nombre.

La inculpación de un dependiente había sido uno de los recursos utilizados por los directores de Financial Pacific en procesos administrativos adelantados por el regulador. Así sucedió con la multa de 4 mil dólares fijada por la Conaval el 13 de abril de 2007 por omisiones y desbalances en los estados financieros de 2005.

La Conaval observó entonces yerros en las transacciones reportadas por Financial Pacific.
El volumen total de compra y venta de instrumentos al final de 2005 fue de mil 172 millones, cifra muy superior a los 343 millones de dólares tenidos en cuenta para pagar la tarifa de supervisión de 8 mil 582 dólares.

Parte de la falta fue imputada a Elena Araúz Díaz, oficial de cumplimiento, “al copiar en el cuadro de Excel el precio al cual se habían negociado los bonos en el mes de julio” de 2005. La ejecutiva fue multada con mil dólares.

En las consideraciones de la resolución, la Conaval hace hincapié en la manera como se pueden generar incumplimientos en la normativa vigente.

Una de ellas, mediante la entrega al regulador de informes o documentos que contengan reportes falsos o engañosos o con omisiones de importancia, o cuando “se deja de presentar al ente información correctiva una vez que se hubiere percatado de la inexactitud”.

Otro elemento en consideración es que la firma se publicitaba con información no veraz, que la mostraba en un ranking en una posición que de acuerdo a lo probado, no le correspondía, según lo determinó el regulador en 2007.

Este antecedente es fundamental, vital, y debió de llamar la atención al regulador en la omisión incurrida por la casa de valores al dejar de publicar los estados de pérdidas y ganancias desde el año 2010.

En la página web del regulador se hallan los activos y pasivos de 2008 y 2009. Son cifras significativas si se tienen en cuenta las comisiones cobradas por la casa de valores y los topes máximos señalados por la ley.

De los años 2010, 2011 y 2012 no aparecen las huellas del fraude, que ahora ronda los 14 millones de dólares. Pellegrini es la acusada por Valdés y Clare del desvío del dinero.

En la indagatoria ella asegura que solo seguía instrucciones de Valdés e Iván Clare. Se refiere a las irregularidades en el manejo de las cuentas e inversiones administradas por Financial Pacific.

Y menciona una cuenta secreta llamada Hight Spirit, a la que ella vincula al presidente, Ricardo Martinelli.


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