sábado, 20 de octubre de 2012

Policía dispara contra fotógrafo

Bienvenido Velasco, fotógrafo de ´La Prensa´ estuvo a punto de perder la vida ayer por disparos de un policía que luego le pidió disculpas.
Eliana Morales
 
El policía de la izquierda hizo disparos contra el reportero gráfico de este medio. LA PRENSA/Bienvenido Velasco.
 
Las balas no respetaron la prensa. Provenían tanto de desconocidos como de la propia policía que anoche intentaba restablecer el orden en la ciudad de Colón.
 
Al cierre de esta edición, las fuerzas especiales de la Policía Nacional y del Servicio Nacional de Fronteras recorrían las principales calles del centro de Colón y la periferia, en medio de detonaciones constantes. Colón era una ciudad sitiada.
 
Después de las 8:00 p.m., TVN se vio obligado a suspender la cobertura noticiosa luego de que su unidad móvil recibiera un impacto de bala durante la confusión. El presentador de ese canal Iván Donoso dio la alerta por Twitter. “Ráfaga de balas para carro Policía alcanzó nuestra unidad móvil en Colón. Todos a salvo, afortunadamente. #ZonaLibre”.
 
Pero los disparos no solo provenían de los desconocidos o de “grupos antisociales” como describió anoche en CNN el vocero presidencial, Luis Eduardo Camacho.
 
La propia Policía disparó contra los civiles. El reportero gráfico de este diario, que junto con periodistas internacionales cubría los sucesos, vivió lo descrito en carne propia. He aquí su testimonio.
 
´ME TIRÉ AL SUELO PARA SALVAR MI VIDA´
 
Ocurrió a las 3:15 p.m. A esa hora los manifestantes tenían bloqueadas las principales calles de Colón. Llantas quemadas, palos, piedras por doquier, todo era un caos. Un grupo de manifestantes intentó saquear un local comercial del área. No tuvo éxito.
En ese momento dos policías corrieron hacia el lugar, sacaron sus armas y empezaron a disparar.... no al aire. Con sus balas intentaron abatir a los saqueadores, y a todo el que estuviese cerca.
 
Yo, Bienvenido Velasco, 30 años, fotógrafo de La Prensa desde hace dos años, captaba con mi cámara la escena. Cuando veo que uno de los policías (ver foto de arriba) me apunta. De inmediato me tiré al suelo para salvar mi vida. Solo escuchaba los disparos: uno, dos, tres, cuatro... fueron varios... Perdí la cuenta...
 
En esos segundos pensé que iba a resultar herido, mi mente se preparó para eso. Cuando la refriega acabó, me levanté, corrí, y fui a un lugar más seguro.
 
Me encontré con mis compañeros fotógrafos. Uno de ellos, Mauricio Valenzuela de la agencia Xinhua, me contó que mientras el policía disparaba hacia mí, él gritaba “sal de ahí”, “sal de ahí”. Le dije que no escuché nada, solo el eco de las balas.
 
Acordamos abandonar el sitio que a esa hora era un campo de batalla.
 
Tomamos un descanso de una media hora cuando vimos que dos policías caminaban hacia nosotros. Fui a mi carro, saqué las memorias de la cámara y las guardé en un bolsillo del pantalón. Temía que me arrebataran el material fotográfico.
 
Se acercaron. Uno de ellos, nos dijo: “Yo vi el man de la máscara y pensé que era uno de esos manes.... chuzo si esos manes estaban robando el Fantastic... Y nosotros no podemos dejar que roben el casino... Ya nos habían tirado cinco cuerazos... Yo sé que yo fallé, pero ustedes estaban entre la multitud... Ustedes tienen que hacer su trabajo, pero lejos de esa gente”.

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