La cinta costera de los mil millones de dólares
La primera etapa costaría $189 millones. Con la extensión de la
obra hasta su tercera fase y las adendas, el proyecto terminará en $1,044
millones.
Roberto González Jiménez
Durante los dos primeros años de gobierno, el presidente, Ricardo Martinelli,
solía repetir una frase en cada firma de contrato o entrega de orden de
proceder: “Espero que terminen las obras a tiempo... Y sin incremento en los
costos”, decía a los contratistas mientras se dibujaba una sonrisa en su rostro.
La realidad resultó ser opuesta.
El primer contrato de la cinta costera, firmado entre el exministro Benjamín
Colamarco y la constructora Norberto Odebrecht en agosto de 2007 por $189.1
millones, ha sido modificado con adendas que elevaron el monto hasta $262.1
millones.
La primera adenda fue para el diseño y construcción de la segunda fase de la
cinta costera, entre el Mercado del Marisco y el acceso al Casco Antiguo. El
monto del contrato se incrementó entonces en $52 millones.
La última fue sellada por el todavía ministro de Obras Públicas, Federico
José Suárez, en julio de 2011. A través de esta modificación, publicada en
PanamáCompra en febrero de este año, se añadieron $20.9 millones al
contrato por trabajos adicionales, reparaciones y ajustes presupuestarios de
obras previas.
El vicepresidente ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de la Libertad
Ciudadana, Carlos Gasnell, dijo que “si la publicación de la adenda en
PanamáCompra y en la Gaceta Oficial no se realizó dentro
de un plazo razonable después de su firma y autorización, sería importante que
se explicara la razón de la dilación”.
También destacó el hecho de que “esta modificación no requirió el refrendo de
la Contraloría (control previo), ya que durante un tiempo el Ministerio de Obras
Públicas (MOP) estuvo exonerado expresamente de este requisito”.
trabajos
Sobre las obras adicionales, la adenda recoge que “el contratista desarrolló,
por solicitud del MOP, obras complementarias de la primera fase y surgidas por
los cambios de alcance y mejoras cualitativas con respecto al alcance original
del contrato, incluyendo cambios de diseño...”.
La Prensa consultó al ministro Suárez para que brindara más explicaciones
sobre estos trabajos, pero no se recibió respuesta. Odebrecht tampoco contestó
el cuestionario remitido.
Además de los trabajos adicionales, la adenda incluye la rehabilitación del
sistema de iluminación, reparación de juegos infantiles, rehabilitación y
mantenimiento por ocho meses de áreas verdes, reparación de paso peatonal,
reinstalación de ojos de gato, instalación de letreros informativos, reparación
de la fuente interactiva, instalación de la red de internet, entre otras.
También se ajustó el presupuesto para la construcción de quioscos de venta de
pescado, el de las afectaciones privadas y a servicios públicos de la segunda
fase de la cinta costera, y se reincorporó un período de ocho meses para el
mantenimiento de la segunda fase.
A través de adendas o licitaciones públicas, Odebrecht se ha hecho con los
contratos para el diseño y construcción de las tres fases de la cinta costera,
que suman mil 44 millones de dólares.
El más reciente fue la polémica tercera fase. Todavía en una etapa inicial de
ejecución, en este contrato tampoco faltan las adendas que elevaron el costo
proyectado inicialmente.
El contrato original se hizo por $776.9 millones, pero una modificación en el
calendario de pagos solicitada por el Gobierno elevó el monto a $782.1
millones.
El Metro (en el que participa junto a la española FCC Construcción), las
obras en el Casco Antiguo y Panamá Viejo, la autopista Panamá-Colón, el
saneamiento de la bahía, el Proyecto Curundú, o el más reciente para el sistema
de acueductos y alcantarillado en Panamá, son algunos de los proyectos que ganó
la constructora brasileña y que le han valido para participar en contratos por
más de $3 mil 500 millones con el Estado panameño.
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