viernes, 19 de abril de 2013

Nueva investigación en Italia 

Las autoridades napolitanas tratan de confirmar los vínculos entre Ricardo Martinelli, la empresa impregilo, Valter Lavitola y Rogelio Oruña.

Ereida Prieto-Barreiro
eprieto@prensa.com

Rogelio Oruña (en primer plano) acompañó a políticos, al representante de Odebrecht en Panamá, André Rabello, y a los hijos del presidente Martinelli a un viaje –en un lujoso ‘jet’ privado– a ver la final del Mundial de Fútbol en Sudáfrica

¿Qué relación tiene la construcción de un hospital [en Veraguas] –prometido por el entonces primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi– con el Metro de Panamá? Esta es una de las interrogantes que se hacen las autoridades italianas para determinar la existencia de supuestos actos de corrupción entre empresas de su país, el presidente, Ricardo Martinelli, y el empresario estadounidense Rogelio Oruña.

Una nueva investigación iniciaron fiscales italianos sobre corrupción internacional por el supuesto pago de sobornos, en los que se menciona la empresa Impregilo –parte del consorcio Grupo Unidos por el Canal, S.A. que participa en la ampliación del Canal de Panamá–, Martinelli, el italiano Valter Lavítola y el estadounidense Rogelio Oruña.

Las miradas de los fiscales de Nápoles Vincenzo Piscitelli, Henry John Woodcock y Francesco Curcio –responsables de la actual detención de Lavítola, acusado de corrupción internacional en el caso de Finmeccanica– fijan su mirada en la supuesta “relación” entre Martinelli y el expresidente de la empresa Impregilo Massimo Ponzellini, relata el diario digital italiano Lettera43.

Los fiscales ordenaron el allanamiento de la sede de Impregilo en Milán, el pasado 15 de abril, para determinar la vinculación de esa empresa con el posible delito de corrupción internacional de funcionarios, reporta el mencionado diario italiano.

Los fiscales consideraron reiniciar las investigaciones, pero ahora dirigidas a las muchas interrogantes que quedaron sin respuestas, tras los interrogatorios a Ponzellini el año pasado, producto de la interceptación de conversaciones telefónicas entre él y el ex primer ministro Berlusconi sobre la construcción de un hospital.

Específicamente, resalta el Lettera43, los investigadores están por determinar si, a través de Lavítola, Impregilo estaba dispuesta a construir un hospital por la supuesta “promesa” que habría hecho Martinelli de “recompensar” a la empresa con el contrato para la construcción del Metro.

EL HOMBRE CLAVE

¿Por qué Ponzellini y Berlusconi hablaron por teléfono de los hospitales? ¿Qué tiene que ver la construcción del hospital con el Metro? ¿Por qué Martinelli insistió en construir el hospital? Esas son las preguntas que se hacen los fiscales napolitanos, según Lettera43.

Para encontrar esas respuestas, las autoridades centran su atención ahora en Rogelio Oruña, a quien Martinelli “ha confiado” el negocio de los hospitales en el país (ver recuadro).
“El papel de Oruña –amigo y persona de confianza del Presidente–, es una confirmación del hecho de que el destinatario de los sobornos en cuestión era, precisamente, Martinelli”, según los fiscales, resalta Lettera43.

“Oruña es un hombre de confianza de Martinelli al que se le ha confiado la construcción de varios hospitales en el país”, revelan documentos obtenidos en la investigación de los fiscales, señala el diario italiano.

En consecuencia, los fiscales han elaborado una hipótesis, según la cual, los hospitales han podido ser el “canal” a través del cual “el Presidente [Martinelli] ha recibido dinero y sobornos a cambio de jugosos negocios concedidos a empresas extranjeras en su país”.

Entre los registros de llamadas interceptadas figuran las que mencionan a Devor Diagnostic –sociedad propiedad de Oruña– señalada como la que se usó para hacer supuestas transferencias de dinero a políticos de este gobierno y a Martinelli.

La investigación de los fiscales se basó en la interceptación de una llamada entre Ponzellini y Berlusconi –el 2 de agosto de 2011–, así como la confirmación durante el interrogatorio de Ponzellini de haber recibido “presiones” para construir el hospital, que sería llamado “Ciudad de Milán”, prometido en 2010 por Berlusconi.

EL PAPEL DE LAVÍTOLA

En un interrogatorio hecho en noviembre pasado, Ponzellini confirmó a los fiscales haber recibido “presiones” de Berlusconi y de Lavítola para donar el hospital.

Antes, en julio de 2012, Ponzellini confirmó a los investigadores que para llegar a un acuerdo sobre el negocio del hospital y del Metro, el mediador fue Lavítola, quien, además, exigió dinero a cambio de la adjudicación del contrato del Metro.

“Lavítola nos dejó claro que el presidente Martinelli, con el fin de adjudicar dicho contrato a Impregilo [el del Metro] exigió un reconocimiento económico para él y su séquito; y de no ser así él, el presidente Martinelli, habría creado todo tipo de obstáculos, dando a conocer irregularidades cometidas por la empresa Impregilo. Todo esto, en caso de que no hubiesen aceptado sus pretensiones y solicitudes”, afirmó Ponzellini a los fiscales, de acuerdo a Lettera43.

LLAMADA DE BERLUSCONI

Entre las conversaciones interceptadas a Berlusconi, está una realizada el 2 de agosto de 2011 a Ponzellini.

En ella, Berlusconi le dice a Ponzellini que lo habían llamado de Panamá para que contactara a los directivos de Impregilo para que llegaran “a un acuerdo con Panamá en relación a la cuestión de los hospitales, o el presidente de Panamá [Ricardo Martinelli] dará a conocer a las 19:30 horas, hora panameña, una declaración con el fin de bloquear el trabajo de Impregilo en el Canal, causando una grave crisis y repercusiones en la Bolsa de Valores e inversiones para Impregilo”. Según Berlusconi, esa información se la dejaron por escrito y que “el tal Lavítola, amigo del Presidente de Panamá [...] me llamó seis veces”.

PROCESO 

El año pasado, los fiscales determinaron, a través de llamadas interceptadas en octubre y noviembre de 2010, que Angelo Capriotti –de la empresa Svemark, que pretendía obtener un contrato para construir cuatro cárceles modulares en Panamá– realizó un “depósito de 64 mil dólares en efectivo” destinados supuestamente a Martinelli, y a “hombres de gobierno de su entorno”.

La suma que fue entregada “bajo expresa indicación de Lavítola, ´director´ de la operación en objeto en Panamá, en un maletín de color oscuro, en las manos del ´facilitador´ Francisco Martinelli (alias Frankie)...”, dijo Capriotti, detenido en marzo pasado por las autoridades de su país, acusado del supuesto pago de coimas a funcionarios panameños.

En el expediente resalta un depósito de 16 mil dólares, supuestamente destinados a la exministra Roxana Méndez [hoy alcaldesa capitalina], también por instrucción de Lavítola, hecho a través de una cuenta de Devor Diagnistic, propiedad de Oruña, versión que la funcionaria niega.

También se cita un pago de 530 mil euros (unos 700 mil dólares), supuestamente destinados a Martinelli y sus allegados en el gobierno, también por instrucción de Lavítola.

Se intentó obtener la versión del presidente Martinelli sobre su mención en las investigaciones que se adelantan en Italia, pero no respondió un cuestionario enviado por este diario.

Interrogado sobre las investigaciones por posibles actos de sobornos, Oruña respondió escuetamente a este medio que “eso es viejo y ya se explicó”. Acto seguido, cerró la llamada.

Rogelio Oruña, empresario de envidiables conexiones

¿Quién es Rogelio Oruña? Su nombre se ha repetido una y otra vez en las investigaciones en Italia sobre el escándalo de supuestos sobornos en el caso de Finmeccanica. Pero también es mencionado en otros escándalos, tanto en Panamá, como en República Dominicana.

Siete meses después de la llegada de este gobierno, Oruña obtuvo el primer contrato directo con el Ministerio de Salud para construir un Minsa-Capsi, con el nombre del padre del presidente, Ricardo Martinelli, por $5.4 millones, casi el doble de lo que originalmente fue pactado. También obtuvo dos contratos directos con la Dirección de Pasaportes por $775 mil, entre 2010 y 2012. Los últimos pasaportes fueron reportados como defectuosos. A través de IBT Group, Oruña logró contratos por más de $425 millones en menos de tres años para construir hospitales, principalmente. Se le ha mencionado en las investigaciones que realiza Italia sobre supuestos actos de corrupción en los que habría recibido dinero para repartirlo entre funcionarios panameños por indicación de su “amigo” Valter Lavítola, como este expresó en una entrevista con  el periódico La Prensa. 

Y es que Oruña no niega su amistad con Lavítola, con quien viajó en septiembre de 2010 a la isla de St. Lucía. Este empresario también ha disfrutado de actividades deportivas, como el mundial de fútbol en julio de 2010 en Sudáfrica con funcionarios panameños y los hijos de Martinelli, y ha departido en fiestas y viajes privados con funcionarios, incluidos del Ministerio de Salud, con el que tiene contratos. El pasado domingo, su lujosa residencia en Dominicana fue allanada por las autoridades, que confiscaron más de $3.3 millones en efectivo, supuestamente producto del narcotráfico, así como una lancha que era utilizada por uno de sus empleados para las actividades ilícitas.

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