miércoles, 10 de abril de 2013

El Metro Bus pone a los panameños al límite de la paciencia

Pasajeros soportan larga filas de espera para abordar un Metro Bus de noche. Denuncian que a esas horas el transporte también está durmiendo

Ángel López Guía

Didier Hernán Gil Gil
La rabia es como la energía. No se crea ni se destruye, sino que se transforma y se transmite.
Este sentimiento es el que percibe entre la multitud la enfermera Dayanis Sugasti, cuando a las 11:00 p.m. le toca esperar hasta 45 minutos un Metro Bus.

“Si de noche con los “diablos rojos” el servicio era malo, ahora es peor. La gente está muy cansada y esperar tanto tiempo da mucha rabia”, cuenta Sugasti, quien trabaja en la sala de Neonatología del Hospital del Niño, cuidando recién nacidos en incubadoras.

Desde que empezó a operar por completo el sistema Metro Bus, Sugasti llega a la 1:30 a.m. a su casa en la Mesa de San Martín, en Pacora, una hora más tarde que cuando se transportaba en buses “diablos rojos”.

Si se toma en cuenta que esta enfermera trabaja cinco días a la semana, desde que se estableció el nuevo sistema de transporte Sugasti duerme 20 horas menos al mes.

Al igual que ella, cada noche son cientos los trabajadores que cansados, luego de una intensa jornada laboral en hoteles, casinos, restaurantes, entre otros locales en la ciudad, tienen dificultades para llegar a casa debido a la baja frecuencia de los buses.

Según cifras oficiales de Mi Bus, empresa que administra este sistema de transporte colectivo, el pasado lunes de 7:00 p.m. a 5:00 a.m. se trasladaron en Metro Bus 55 mil personas.

En tanto, Jimena Batista, que trabaja en un restaurante en el centro comercial Los Pueblos, denuncia que tiene que esperar hasta dos horas para abordar uno de esos autobuses.

“Esto es deprimente. Nos sentimos como presos y sin poder hacer nada. Dependo de una empresa para poder movilizarme”, cuenta.

“Juegan con el panameño y hacen lo que les da la gana. Esto no se aguanta y por eso es que la gente se pone violenta, porque no sabe a quién reclamar”, agrega Aurelio Bárcenas, otro panameño que a diario se traslada desde su trabajo en El Parador de Pedregal hasta el sector de La Siesta, en Tocumen.
Según Bárcenas, en la noche las autoridades no monitorean la frecuencia de los Metro Bus.

“Este transporte no fue lo que nos prometió el Gobierno, a veces estoy en el trabajo y estoy pensando cómo regreso a mi casa si no hay buses suficientes”, declara.

Justicia popular

En lo que va del año, al menos en tres ocasiones la frustración de los usuarios de transporte ante la baja frecuencia del Metro Bus en horas nocturnas los ha llevado a cerrar la vía principal en la terminal de transporte de Albrook.

Para solucionar estas manifestaciones, la Policía Nacional ha intercedido mediante conversaciones con representantes de Mi Bus, para que envíen vehículos adicionales a la terminal.

En tanto, Nicolás Brea, secretario general de la Autoridad del Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), indica que desde el 15 de marzo, fecha en que dejaron de circular los buses “diablos rojos”, ha aumentado a 780 mil los usuarios que a diario utilizan los Metro Bus.

Brea desmiente que los panameños se estén acostando más tarde debido a la baja frecuencia del servicio de transporte.

Sin embargo, el funcionario reconoce que de día hay retrasos en los traslados a consecuencia de las diversas obras viales que se ejecutan en la ciudad.

Además, señala que la ATTT tiene estudios que comprueban que se está cumpliendo con la cifra meta de movilizar 750 mil pasajeros, por lo que cerca de 30 mil nuevos usuarios estarían utilizando el sistema desde su creación.

paciencia

Si la paciencia se estudiara en la universidad, de seguro Kenia Pinto tuviera una maestría en la carrera.

Residente en Belén, corregimiento de Tocumen, esta empleada doméstica ha visto cómo sus vecinos se pelean por subir el Metro Bus cuando llega a la parada.

“Lo que más me da rabia es ver a los buses que dicen: En tránsito. Pasan pocos y cuando vienen están llenos o siguen de largo. Las personas están molestas y con toda razón”, señala Pinto.

Ante las quejas, el propio presidente de la República, Ricardo Martinelli, ha solicitado paciencia a los usuarios del transporte mientras se dan los ajustes necesarios que permitan mejorar el sistema.

De hecho, el pasado lunes, cronómetro en mano, el director de la ATTT, Roberto Moreno, convocó a los medios de comunicación para verificar el tiempo que tardan los buses en llegar a cada parada.
En este encuentro el funcionario indicó que desde esta semana 40 funcionarios de la institución fiscalizan la frecuencia del sistema de transporte.

Mientras las soluciones al problema de transporte llegan, el dilema diario de los panameños es cómo van a llegar a su hogar y trabajo por la poca frecuencia del Metro Bus, poniendo a prueba su paciencia.
Transportistas insisten en utilizar "diablos rojos"

Los transportistas reiteraron ayer que los “diablos rojos” volverán a las calles por dos razones: la crisis que atraviesa el sistema de transporte público; y segundo, porque propietarios de más de 250 vehículos de este tipo no han sido indemnizados hasta el momento.

En ese sentido, el dirigente transportista Tomasito López indicó que desde hoy habrá “diablos rojos” que prestarán el servicio en Alcalde Díaz, Mano de Piedra, Las Cumbres y otras rutas donde los Metro Bus no llenan las expectativas de los usuarios.

“En esas rutas hay personas que duermen en las paradas y nosotros lo que queremos es brindar apoyo”, agregó. Por otra parte, López aseguró que hay más de 200 “diablos rojos” cuyos propietarios no han recibido su indemnización.

Sus declaraciones se dieron en la sesión del Consejo Municipal de Panamá, del que recibieron cortesía de sala para explicar las medidas que emprenderán. En medio de su participación, los transportistas propusieron al Concejo que en lugar de pagar $250 mil para contratar buses que presten el servicio de transporte en la ciudad, les suministren el combustible y ellos se encargarán de aportar esos 50 vehículos.

La semana pasada el Municipio de Panamá recibió el visto bueno de los ediles para contratar unos 50 autobuses durante 10 días por $250 mil para ofrecer el servicio en medio de la crisis del transporte.
“Nosotros podemos colaborar con los autobuses y eso le ahorraría dinero al Estado”, sostenían los transportistas en la sesión del Concejo. Mientras que el presidente de la entidad y edil de Río Abajo, Javier Ortega, calificó la propuesta de los transportistas como “positiva”, pero aclaró que eso lo decide la alcaldesa, Roxana Méndez, quien se ausentó de la sesión.

Este diario llamó a su teléfono celular, pero no respondió.

Otro de los problemas que se planteó ayer en el Concejo fue la falta de paradas en la ciudad capital, ya que muy pronto comenzará la temporada de lluvias.

Ohiggins Arcia Jaramillo

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