martes, 31 de julio de 2012

La obra de $114 millones

Transcaribe Trading, junto a Meco, ganó la licitación para rehabilitar y ampliar una carretera que está en óptimas condiciones.
Redacción de La Prensa

Los lugareños se trasladan en moto o bicicleta, y los que caminan lo hacen sobre la calle ante la falta de aceras.
LA PRENSA/David Mesa
Pasa una bicicleta. Pasa otra más. A lo lejos aparecen una moto y un carro y aún más atrás un camión de carga. Son las nueve de la mañana en un día de semana y por la impecable carretera de 38.4 kilómetros que une Paso Canoa y Puerto Armuelles transitan mayoritariamente vehículos de dos ruedas.

A pesar del poco tráfico que se percibe rápidamente en el lugar, el Gobierno decidió que era impostergable la rehabilitación y ensanche de esta carretera. Se dio una licitación a principios de año a través del Ministerio de Obras Públicas (MOP), a la que se presentaron 11 empresas. El ganador volvió a ser un viejo conocido de la casa.

El 18 de mayo, tras la apertura de sobres con las propuestas, se adjudicó el proyecto al consorcio entre Transcaribe Trading, de David Ochy, y Constructora Meco, S.A., por un valor de $114 millones.

Aquella tarde en el Consejo Municipal de Barú, el ministro del MOP, Federico Suárez, destacó que la base del proyecto era el desarrollo de las provincias del sector.

Pero los lugareños se quejan tras la asignación del presupuesto para la infraestructura. “Hay otros proyectos más importantes antes de la ampliación de esta carretera, como la de crear una que comunique a Punta Burica con Progreso- Barú, por la que se podría transportar la producción agrícola del área”, destaca Jaime Abdiel Guerra, extrabajador de Coosemupar y dirigente sindical.

“Prioridad es la instalación de la planta potabilizadora de agua, el mejoramiento del hospital, la reactivación del muelle de Puerto Armuelles, que está en ruinas desde 1998”, agregó Guerra.

la carretera
Desde los más pequeños a los más viejos en esa zona usan bicicletas o motos para trasladarse por esta carretera, que atraviesa varios poblados entre la frontera con Costa Rica y la costa del Pacífico.

Los paisajes que atraviesa la carretera saludan con un dejo de pereza. La quietud del lugar, los coloridos patios de las pequeñas casas a orillas del asfalto y la pasividad de los lugareños son cicatrices de la que fue una época activa, prometedora. De constante flujo de oro verde.

Las 18 fincas que totalizaban 5 mil 600 hectáreas de terreno ­hoy en proceso de titulación y repartición a exasociados de la Cooperativa de Servicios Múltiples de Puerto Armuelles (Coosemupar) de parte de la Autoridad Nacional de Tierras (Anati)­ producirían en promedio dos contenedores diarios.

Y uno de los favorecidos con esta fragmentación será el empresario David Ochy, dueño de Transcaribe Trading, quien con otra de sus empresas, Pana Plátanos, producirá en los terrenos entregados a exsocios de Coosemupar.

Ochy no oculta lo conveniente que será la ampliación de la carretera.

Una vez adjudicada la licitación, La Prensa publicó una nota el 22 de mayo en la que el empresario manifestó su alegría y destacó la importancia de tener una ruta para transportar carga.

“Esto [la ampliación de la carretera Paso Canoa] nos pondrá a pocos kilómetros para contar con una ruta de desplazamiento de carga entre ambos océanos”, afirmó Ochy en aquel entonces.

Dos semanas después, en las 247 hectáreas de la finca El Níspero, su empresa Pana Plátanos comenzó los trabajos para la producción del producto de exportación.

El paisaje y los usuarios demandan más una ciclovía que una vía de cuatro carriles, dos más de la actual. “No sé cómo van a hacer para ampliarla con tantas casas y almacenes tan cerca de la carretera. Si es verdad que con este proyecto habrá más actividad económica, bienvenido sea”, comenta David, un lugareño que lleva más de 30 años de residir en el área.

Al consultarle al MOP sobre este proyecto durante la última semana, la única respuesta fue que “se está esperando la orden de proceder, que se estima sería en agosto”, dijo el vocero de la entidad.

Una vez suceda esto, el consorcio Transcaribe Trading-Constructora Meco, tendrá 750 días calendario para entregar el proyecto, al que tendrá que darle mantenimiento durante los 36 meses siguientes, según lo establecido en el pliego de cargos.

Pero, ya en agosto, en ningún punto de los 38 kilómetros del tramo se divisa ni maquinaria ni señalización alguna para el proyecto.

“Hasta el tres de junio, ese era el tema en boca de todos, hasta que explotó lo de la repartición y titulación de las tierras. La gente no tiene idea de en qué estado se encuentra ese proyecto. Si fuera tan necesario, todos estarían pendientes”, comenta Elías González, exsocio de Coosemupar.

(Con información de Roberto González Jiménes y Yolanda Sandoval)
Cifras del proyecto

$88.5
millones era el precio inicial estimado por el Ministerio de Obras Públicas para el proyecto.
$130
millones fue el precio de referencia en un segundo llamado a licitación.

El camino de la licitación del MOP

El proceso de contratación, que había sido convocado para setiembre de 2011, tuvo varios tropiezos.
El 19 de diciembre del año pasado, el ministro de Obras Públicas (MOP), Federico Suárez, canceló el acto público. Alegó que se debía revisar las especificaciones técnicas. Aquel día, varios representantes de las 19 empresas que se presentaron a la licitación reconocieron que no recibieron ninguna explicación de la cancelación.

Ese mismo día se subió un nuevo pliego de cargos a PanamáCompra, el cual destacaba que la “nueva” licitación sería bajo el esquema de mejor valor con evaluación separada. Es decir, no se revelaría el precio de referencia del MOP hasta la apertura de los sobres con las propuestas.

En la primera licitación, el precio de referencia era de $88.5 millones, en la segunda y definitiva, a la que solo se presentaron 11 empresas, ascendió a $130 millones tras la inclusión de nuevos trabajos.

Desde un inicio, el MOP pedía en los criterios de experiencia que la empresa hubiese colocado pavimento de hormigón asfáltico en dos carreteras de mínimo 30 kilómetros cada una, con un mínimo de 45 mil toneladas, en los últimos cinco años.

Para algunos de los participantes este era un requisito excluyente y sacaba de competencia a muchas empresas.
Redacción de La Prensa

El modelo de negocio bananero

El asesor legal de la Asociación Agraria de Trabajadores de Barú (Astbaru), Álvaro Muñoz, sostuvo que fue por iniciativa de los extrabajadores bananeros de Barú que David Ochy Diez formó una alianza con ellos para la futura exportación de banano.

Con respecto a los términos de negociación, explicó que el trabajador pone su hectárea de tierra mediante la entrega de su título de propiedad por un certificado de participación en la empresa. Si el trabajador deja la empresa o fallece, el socio puede vender en primera instancia a la empresa o traspasar su propiedad a un familiar

Aseveró que el trabajador no traspasa la tierra a Ochy.

Tras este acuerdo “hay personas que no quieren que se produzca plátano en la zona, que genera mucho empleo, sino que se produzca palma africana, donde se emplea menor mano de obra que la que estamos pensando”, dijo Muñoz.

Acotó que planean sembrar en los próximos dos años mil hectáreas.
Flor Bocharel

No hay comentarios.:

Publicar un comentario