viernes, 13 de julio de 2012

Eliminan salas del hospital santeño

La reducción del hospital Anita Moreno causa despidos, mientras, en Colón, subcontratista se queja de Grupo IBT.
Vielka Corro Ríos
 
La disminución del área de construcción y muchas otras faltas graves de la empresas del Grupo IBT, son muestras elocuentes de los resultados de proyectos mal planificados, cuyos únicos objetivos han sido impresionar a la población con falsas expectativas y crear oportunidades para extraer mas dinero de las arcas públicas.
El Ministerio de Salud (Minsa) decidió eliminar definitivamente las salas de urgencia/esterilización, así como las de rehabilitación y procedimientos de neumología del nuevo hospital Anita Moreno que se construye en Los Santos. Esto implica la reducción de 3 mil metros cuadrados de hospital.

La medida se aplicaría con “carácter inmediato”, según se desprende de una nota del director de Proyectos del Minsa, Everaldo Roa, enviada a Jaime Jované, representante de la empresa Ingeniería R-M., S.A., subcontratada por IBT Group, que ganó la licitación para el diseño y construcción de dicho hospital por $59.5 millones.

En la nota, a la que tuvo acceso este diario, Roa se limita a decir que “siguiendo directrices” se reducirían “parcialmente los alcances previstos” en el complejo de salud. No se explican las razones de esta reducción de “alcances”.

PROTESTA
Trabajadores del hospital paralizaron la obra y bloquearon la carretera nacional por 15 minutos, debido al despido de 61 obreros como consecuencia de la reducción de las salas.

Javier Jaramillo, secretario de Relaciones Nacionales del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (Suntracs), explicó que con este cierre rechazan la posición del Gobierno de eliminar los 3 mil 400 metros de construcción, sin consultarle siquiera a la población santeña que se beneficiará de forma directa con la nueva instalación de salud.

“Eso significa que se desmejorará la calidad de atención y de vida de los pacientes que viven en esta región”, denunció Jaramillo.

Posterior a la protesta, la empresa accedió a indemnizar a 61 trabajadores por los 25 días de contrato que todavía hacen falta.

Hospital de Colón
El ingeniero peruano Luis Solari, de la firma Nodus Panamá, empresa subcontratada por IBT Group para la construcción del nuevo hospital Manuel Amador Guerrero de Colón, denunció “desorden y desorganización”.

Solari afirmó que se había iniciado la construcción sin los planos y sin el estudio de suelo, lo que calificó como “peligroso, porque pueden producirse asentamientos y rajaduras” en la estructura.
“Nosotros insistimos en el estudio y ellos [IBT] lo entregaron por partes. Por suerte, descubrimos que era una zona rocosa”, indicó.

Solari añadió que la empresa Constructora Nova –que ganó la licitación para fiscalizar las obras del hospital de Colón por $11.8 millones– “desapareció” luego de seis meses de haber iniciado la obra.

“Nova representaba los intereses del Minsa y eso nos daba la seguridad de que se estaban haciendo bien las cosas, pero después no los vimos más”, añadió.

La empresa fiscalizadora también ganó en agosto de 2010 la licitación para la inspección técnica, aseguramientos y control de calidad de los hospitales de Metetí, en Darién, por $3.8 millones, y el Luis Chicho Fábrega, de Veraguas, por $9.6 millones.

Según Solari, IBT Group rechazaba la fiscalización porque generaba materiales adicionales.

“Ellos querían ahorrar en el diseño para que se eliminaran cosas ya aprobadas”, denunció el ingeniero.

Este medio intentó obtener la versión del presidente de IBT, José Ramón Brea, pero al cierre de esta nota no había respondido.
(Con información de Ereida Prieto-Barreiro).

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