miércoles, 16 de enero de 2013

Tras los pasos de Vernon Ramos L.

Las autoridades policiales no tienen pistas que los lleven a decifrar lo sucedido con el director de Análisis Financiero de la SMV

José Otero

 

“Cuiden mucho a su mamá”, fueron las últimas palabras que escucharon Jackeline y Vernon Michell Ramos de parte de su padre, Vernon Ramos López, horas antes de que desapareciera sin dejar rastro, hace exactamente 60 días.

Ramos López, de 52 años, nacido en la provincia de Colón, labora como subdirector de Análisis Financiero en la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) y es una persona considerada como profesional en sus funciones, amable, hogareño, fanático del baloncesto y adicto a los ejercicios físicos.

El jueves 15 de noviembre de 2012, 24 horas antes de su desaparición, Ramos López salió como de costumbre hacia sus oficinas en la SMV, en la avenida Balboa, donde llegó a las 8:35 a.m. y sostuvo un breve encuentro con su asistente Karina Chávez.

Al mediodía almorzó en vía España y regresó a su oficina pasadas las 2:00 p.m., a fin de participar junto con otras 15 personas en una reunión a las 3:00 p.m., la cual se efectuó en la salón principal de la SMV.

En ese encuentro estaban presentes el superintendente, Alejandro Abood Alfaro; el secretario general de la institución, Javier Miranda; el director de Análisis Financiero, Ignacio Fábrega; y los asesores legales Abilio Batista y Jair Urriola, entre otros.

El tema central fue el informe sobre la situación financiera de Financial Pacific (FP), que más tarde serviría de base para la presentación de una querella penal contra los directivos de esa empresa por delitos financieros.

Ramos López estuvo la mayor parte de la reunión en silencio, aunque se le observaba intranquilo. Se quitó el saco, lo colocó en el respaldar de la silla y se dobló las mangas de la camisa.

Su intervención, que trató sobre el informe especial de auditoría que había recomendado hacer en FP, demoró cerca de 15 minutos.

La reunión terminó a las 5:20 p.m. y Ramos López se marchó a su residencia en la barriada La Fontana de Chanis. Un día normal, según sus familiares.

Al día siguiente, es decir, el 16 de noviembre, Ramos López despertó temprano a su hija Jackeline Ramos Ho para que fuera a su trabajo, lo que no era una rutina usual en él.

La esperó y la llevó en su carro hasta la rotonda de la antigua estatua a Franklin Roosevelt, donde abordaría un autobús. Le dio un fuerte abrazo, un beso en la mejilla y le dijo: “por favor, hija, cuida a tu mamá”. Fue la última vez que la joven vio a su padre.

El analista financiero se dirigió entonces hasta su oficina, donde llegó a las 8:45 a.m., y después de permanecer un tiempo revisando informes se reunió con dos de sus asistentes, su jefe inmediato Ignacio Fábrega, y con el superintendente Abood Alfaro.

En ese encuentro hubo una discusión acalorada sobre la responsabilidad de un cálculo errado del capital mínimo para el funcionamiento de FP. Se responsabilizó a Ramos López, y sus jefes lo amenazaron con la posibilidad de despedirlo.

Tras la reunión, el funcionario se fue a su oficina e hizo una llamada a un amigo en el Tribunal Administrativo Tributario, a fin de cancelar una cita que tenía para optar por una vacante de magistrado suplente.

Luego, a las 12:48 p.m., hizo una llamada al celular de su esposa, Sabina Susana Ho, a quien le dijo que se retiraba de su trabajo y se dirigía a una clínica porque se sentía indispuesto por una discusión que había tenido.

Ramos López condujo su carro hasta la clínica hospital San Fernando, en la vía España, y allí fue atendido a la 1:15 p.m. por el médico Juan Carlos Villarreal, quien le tomó la presión arterial y le diagnosticó que la tenía alta, le recetó un medicamento y le recomendó que se ejercitara levemente.

Acto seguido se dirigió a su residencia, donde solo se encontraba su hijo menor, Vernon Michell. El joven se estaba bañando, su padre abrió la puerta, le dio un abrazo fuerte y le dijo: “cuida mucho a tu mamá”.

Y sin dar mayores explicaciones, Ramos López salió de su residencia y anunció que se iba a caminar, sin decir a dónde.

Vestía pantalón corto, suéter gris, zapatillas blancas, rojas y amarillas, y una gorra azul de los Chicago Cubs.

Vernon Mitchell percibió a su padre preocupado y extraño, pero no le hizo comentarios. Fue la última vez que lo vio.

A las 7:00 p.m., Sabina Ho llamó a su cuñado, Víctor Ramos, y le informó que estaba preocupada porque su esposo no había regresado a la casa. Ambos, junto con los dos hijos de Ramos López, realizaron durante toda la noche una búsqueda por hospitales, sedes policiales y hasta en la morgue de los hospitales. No lo hallaron.

A la mañana siguiente, el sábado 17 de noviembre, los familiares del analista se dirigieron a la Fiscalía Auxiliar de la República, en Ancón, para formular la denuncia y pedir ayuda policial; sin embargo, no recibieron la atención que esperaban de parte de los funcionarios investigadores.

Víctor Ramos llamó por celular al entonces procurador de la Nación, José Ayú Prado, para informarle de lo ocurrido a su hermano.

El jefe del Ministerio Público llamó de inmediato al subcomisionado Manuel Castillo, jefe de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), para que atendiera a los familiares del analista desaparecido.

Castillo dio la orden para que se adelantara un operativo de búsqueda y se formara un bloque especial para el caso, pero a pesar de ello no han surgido pistas que lleven a descifrar, hasta ahora, lo ocurrido.
“No hay un móvil definido en este caso”, dijo uno de los investigadores a cargo de las pesquisas.

El pasado 18 de noviembre, los familiares de Ramos López recibieron una llamada de los investigadores que los dejó fríos: “Se ubicó un cadáver sin identificar en el sector de María Chiquita, Colón. ¿Pueden venir a ver si se trata de su familiar?”.

Familiares de Ramos López fueron a la morgue del hospital Manuel Amador Guerrero, en Colón, pero afortunadamente para ellos no se trataba de Vernon, por lo que recalcaron que “nuestras esperanzas y fe en que aparezca, siguen vivas”.

(La información fue aportada por familiares y compañeros de trabajo de Vernon Ramos López, y tomada de un informe la DIJ).

Las investigaciones del experto

Al momento de su desaparición, el analista de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) Vernon Ramos López lideraba al menos tres investigaciones sobre anomalías en empresas ligadas a esta rama comercial en el país.

El 7 de noviembre pasado, en calidad de subdirector de Análisis Financiero de la SMV, Ramos López envió una nota a West Valdés, directivo y representante legal de la empresa Financial Pacific (FP), informándole de una inspección especial a esa casa de valores, debido al “desgreño financiero” que se había descubierto en sus fondos.

Ramos dictó esa directriz a pesar de que, un día antes, el magistrado de la Corte Suprema de Justicia Alejandro Moncada admitió un amparo de garantías en favor de FP y con ello suspendió la reorganización ordenada en esa casa de valores en octubre de 2012.

El informe sobre la inspección fue concluido el 28 de diciembre de 2012, y sirvió de base para la ampliación de la denuncia presentada por la SMV el 20 de noviembre contra directivos de FP por delitos financieros. La ampliación fue presentada el 6 de este mes.

Ramos también integra el equipo que revisa supuestas irregularidades en la empresa Interbolsa Panamá, luego de que autoridades colombianas ordenaran la intervención de la casa matriz de esa compañía bursátil.

Además, es el interventor en la casa de valores Spartan Global Securities, tras comprobarse que no cumple con los requisitos para operar en el país.

El reclamo antes de la desaparición

Entre los hallazgos de las primeras auditorías a Financial Pacific (FP), por la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), resaltan un supuesto fraude gestado a lo interno de la empresa, diferencias importantes entre los saldos consignados a favor de clientes, un descuadre que ascendía a $7 millones y que luego aumentó a $14.2 millones, así como insolvencia en el capital mínimo requerido.

A pesar de ello, el 29 de noviembre pasado, 13 días después de la desaparición de Vernon Ramos López, subdirector de Análisis Financiero de la SMV, su jefe Ignacio Fábrega declaró ante el subcomisionado Alberto Bennett, de la Dirección de Investigación Judicial, que Ramos López se había equivocado en el cálculo del capital mínimo requerido a FP, lo que produjo la suspensión temporal de su licencia. “Él confundió los términos capital mínimo requerido con fondos de capital, este último es un artículo que iba a entrar en vigencia en enero, pero fue pospuesto”, declaró Fábrega.
Según Fábrega, la confusión provocó que se convocara a una reunión de subdirectores para conocer quién había emitido la auditoría. Allí Ramos López “asumió que era su responsabilidad”. En su declaración, a la que este diario tuvo acceso, el funcionario agregó que se reunió con Ramos López y sus dos asistentes el viernes 16 de noviembre, día de la desaparición, para tratar el tema. “Yo estaba muy molesto”, ya que se iba a requerir un memorando donde se justificara cómo se había llegado a la cifra que le proporcionaron al superintendente de Mercados, Alejandro Abood Alfaro, debido a que por esta situación “alguien podría ser responsable y perder su puesto de trabajo”, advirtió Fábrega.

Manifestó que luego le llegó un correo de Ramos López indicando que estaba en el médico, y no lo volvió a ver.

Estas declaraciones contrastan con el trabajo que se realizaba a lo interno de la entidad, ya que el pasado 3 de enero, la SMV amplió su denuncia e insistió en que la casa de valores afronta un faltante importante de liquidez que la lleva a su insolvencia y, en consecuencia, a una liquidación forzosa.

Hoy, dos meses después de la desaparición de Ramos López, Abood Alfaro dijo que no puede asegurar si este hecho se relaciona con la investigación a FP. “Ramos López estaba manejando muchos casos de alto perfil... todos estábamos bajo estrés”, cuenta Abood Alfaro. Al momento de la desaparición de Ramos López se tramitaba la suspensión de la reorganización a FP.
Ereida Prieto-Barreiro

Piden investigar a Ricardo Martinelli

Una denuncia por supuesto abuso de autoridad e infracción de los deberes de los servidores públicos contra el presidente, Ricardo Martinelli, fue puesta ayer en la Asamblea por el Movimiento Juventud Arraiján 2000.

José Luis Gallowey, abogado del movimiento, alegó que hubo una intromisión del Presidente en la investigación que lleva el Ministerio Público (MP) por supuestas anomalías en la casa de valores Financial Pacific, al enviar una carta fechada el 23 de noviembre de 2012 al entonces procurador, José Ayú Prado.

En la nota, el mandatario admitió tener una cuenta personal desde hace más de 10 años en FP y pidió que ese hecho no fuera usado con fines políticos y que la información no incidiera en las investigaciones.

Para Gallowey, la acción violó el principio de la independencia judicial.

En tanto, abogados en representación de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV) pusieron ayer ante el MP una petición para que se archive la quere-lla presentada por FP contra el superintendente Alejandro Abood A.

La petición se basa en que la querella no incluye evidencia de que Abood Alfaro hubiese violado la ley ni que haya abusado de autoridad.

Argumenta que la SMV puede ejercer de manera independiente procesos administrativos sancionatorios y de reorganización; y detalla que el proceso a FP, iniciado con las resoluciones 350 y 351 del 15 de octubre de 2012, está en trámite y es independiente de la reorganización ordenada por la Resolución 352 del 16 de octubre.

Según los abogados, esas acciones se sustentan en el artículo 295 de la Ley de Valores, que se refiere a la salvaguarda de los clientes.

Gustavo Aparicio
Juan Manuel Díaz C.

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