Pistas, en riesgo por rellenos
Expertos advierten de que los rellenos en el
humedal bahía de Panamá están un metro por encima de la pista del
aeropuerto de Tocumen.
Ohiggins Arcia Jaramillo
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No solo 25 comunidades del
corregimiento de Juan Díaz corren peligro por la deforestación de
manglares y construcción de rellenos en el humedal bahía de Panamá. La
pista principal del aeropuerto de Tocumen –así como la que se proyecta
construir como parte de la ampliación– también podría sufrir
inundaciones.
Lo anterior ha sido advertido por organizaciones ambientales e
incluso entidades públicas como la Dirección de Obras y Construcciones
del Municipio de Panamá y la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam).
Hasta la Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA) ha alzado
su voz de alerta.
El coordinador de la Comisión de Urbanismo de la SPIA, Jerónimo
Espítia, detalló que los rellenos levantados a un costado del corredor
Sur y muy cerca del aeropuerto, están un metro por encima de la pista.
“Técnicamente, la estructura de la pista está por debajo de los
rellenos. Ante una gran anegación, quedarán por debajo de las aguas y
con ello se compromete el desarrollo”, indicó el experto.
Espítia pronosticó que si no se toman las medidas correspondientes en
estos momentos, la expansión de la terminal aérea podría verse afectada
en un futuro.
La citada ampliación costará más de $600 millones e implica la
construcción de la terminal sur, con su propia torre de control, pista
de aterrizaje, entronque con el corredor Sur y desvío del cauce del río
Tocumen. Supuestamente, estos trabajos extenderán el “período de vida”
del aeropuerto hasta 2030.
CONOCEN PROBLEMA
Lo de los rellenos también preocupa al Municipio de Panamá. El
director de Obras y Construcciones Municipales, Juan Manuel Vásquez, fue
uno de los primeros en advertir sobre el problema y, para enmendarlo,
ha sostenido reuniones con autoridades del aeropuerto.
“La conducción de agua cercana al aeropuerto ha mejorado mucho debido
a unos trabajos de drenaje que realizamos con las empresas que
construyen en Juan Díaz, pero el riesgo está allí”, expresó Vásquez.
El funcionario detalló que dentro de los trabajos de expansión del
aeropuerto hay unos estudios preliminares de ingeniería que buscan que
el agua fluya de manera más expedita. “Esto nos da tranquilidad, entre
comillas, pero hay que estar pendiente de que esta situación no nos
afecte a futuro”, agregó.
Juan Carlos Pino, gerente de Tocumen, S.A., admitió que han sostenido
reuniones con los encargados de proyectos de construcción en el área.
Sin embargo, no quiso ahondar en el tema aunque se le llamó por
teléfono y se le enviaron cuestionarios, en reiteradas ocasiones.
Datos de la Anam dan cuenta de que en la zona de amortiguamiento del
humedal bahía de Panamá hay más de 10 proyectos de construcción, entre
residenciales, canchas de golf y rellenos.
Estas intervenciones han dejado sus secuelas. Tanto Rosabel Miró,
presidenta de la Sociedad Audubon de Panamá, como Alida Spadafora, de la
Asociación para la Conservación de la Naturaleza, denuncian que las
obras afectan más de 200 hectáreas de manglar.
“No solo se trata de las pistas del aeropuerto. Hay miles de familias en Juan Díaz que corren peligro”, argumentó Spadafora.
A Mauricio Benaim, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de
Panamá, tampoco le parece bien que, cerca de un aeropuerto, se
construyan rellenos y urbanizaciones, por razones de seguridad de
cualquier tipo.
Para el representante de las líneas aéreas, las construcciones
aledañas se deben regular más, para tranquilidad de todas las
agrupaciones e instituciones inquietas por el asunto.
Informe de Ramsar alertó sobre riesgos
Un informe elaborado en 2009 por expertos de la Convención Ramsar
sobre el humedal bahía de Panamá alertó de los riesgos en el área
cercana a la pista del aeropuerto.
El documento dice que la construcción del corredor Sur, sin duda, ha
causado modificaciones en la hidrología de este sector de la bahía de
Panamá. A ello hay que sumar también los rellenos y drenajes que los
proyectos de viviendas han realizado, así como las distintas actividades
humanas dentro de los humedales y los manglares, como el terraplén
construido de forma paralela al mar desde el río Tapia hacia el este y
que ha afectado a los manglares al interrumpir el flujo de agua.
Todos esos perjuicios “podrían representar riegos al ambiente,
comunidades y al aeropuerto”, mencionó el informe. Incluso va más allá
sobre lo que ese problema significa para el país. “La destrucción de los
manglares y humedales asociados, constituye la peor decisión ecológica y
económica para Panamá. Los efectos del cambio climático apenas empiezan
a sentirse y sin embargo ya están causando muertes y pérdidas
económicas. Por lo tanto, es esencial que no se autoricen más proyectos
de desarrollo en la franja costera de la bahía de Panamá, incluyendo
manglares y humedales asociados a ellos”.
Esto fue una especie de punta de lanza para que los ambientalistas
comenzaran las campañas sobre los efectos negativos de la devastación de
los manglares, tanto para las comunidades cercanas al humedal como para
el aeropuerto. En octubre pasado, Ramsar extendió los límites del
humedal bahía de Panamá, sin embargo, la Autoridad Nacional del Ambiente
(Anam) le solicitó que suspendiera dicha medida hasta tanto se tratara
el tema con mayor profundidad.
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