viernes, 29 de marzo de 2013


Bienes de Murcia, un enigma

El Ministerio Público afirma que hay un inventario detallado, ero la defensa del colombiano destaca que la información no es precisa.
 
José Otero

 

Cuatro años y cuatro meses después de que el llamado “rey de las pirámides”, el colombiano David Murcia Guzmán, fuera detenido en Panamá y entregado a las autoridades judiciales de su país, el destino de sus lujosos y excéntricos bienes confiscados es un misterio.
Murcia está preso en Estado Unidos, donde fue condenado, en 2011, a nueve años de cárcel por lavado de activos.

Entre sus propiedades en Panamá hay diez carros –de los cuales seis son de lujo–, dos apartamentos, tres motocicletas, tres aviones, prendas de oro, diamantes, cuadros de pintores famosos, mobiliario de oficina, ropa y 1.3 millón de dólares depositados en cuentas bancarias.

De acuerdo con la fiscal decimocuarta de Circuito, Elena Cedeño, encargada del proceso por captación ilegal de fondos que se le sigue a Murcia en el país, hay un inventario de todos los bienes, algunos de los cuales ya fueron subastados.

Cedeño afirmó que cada cierto tiempo se hace una inspección a las propiedades y se rinde un informe al Juzgado Decimoquinto Penal, encargado de su custodia.

Pero Ronier Ortíz, el abogado que representó a Murcia en los cuatro procesos que se le siguieron en Panamá –tres de estos cerrados o archivados por falta de pruebas– dijo desconocer dónde está la mayoría de esos bienes y anunció que presentará un recurso legal ante el Juzgado Decimoquinto Penal para que le entreguen las propiedades a su cliente.

Agregó que la nueva petición se sumará a las órdenes de devolución que, en dos oportunidades, ha dictado el Juzgado Tercero Penal, después de que se ordenara el archivo del proceso que se le siguió por blanqueo de capitales, en septiembre de 2011.

Según el abogado, las órdenes han sido incumplidas porque el proceso por captación ilegal de fondos se mantiene abierto en el Juzgado Decimoquinto Penal, que dos veces ha pospuesto el juicio ante la imposibilidad de notificar a varios de los ochos imputados, entre ellos, al propio Murcia.

La nueva fecha de audiencia fue fijada para septiembre próximo.

El paradero

Los seis vehículos deportivos de lujo confiscados a Murcia, de las marcas Maceratti, Lamborghini y Ferrari, valorados entre $250 mil y $350 mil cada uno, desde enero de 2009 están en el patio de la sede de la Policía Nacional (PN), en Ancón.

Ortíz expresó que dos Lamborghini (uno amarillo y otro naranja) fueron pintados de blanco y son utilizados por la PN, sin la autorización del juzgado.

La PN solo reconoce el uso de uno de esos automóviles, modelo LP 560-4, en “calidad de préstamo”.
En este sentido, Ortíz anunció que presentará una denuncia por daños y perjuicios contra la PN y el Ministerio Público, encargados de su custodia.

Y es que, según él, nadie le da mantenimiento a estos “valiosos y delicados” automóviles que, afirmó, se deterioran.

De estos seis autos, cinco están a nombre de sociedades anónimas, supuestamente, de papel.

El otro, un Ferrari G12 Scaglietti, está registrado a nombre de Harmodio Villarreal, exdiputado suplente del Parlamento Centroamericano por el Partido Revolucionario Democrático.

El resto de la flota incautada, incluyendo las motos, Ortíz no sabe dónde está.

También ignora el paradero de ocho cuadros de pintores famosos, decomisados en los apartamentos del colombiano.

“No sabemos si fueron vendidos o licitados. Lo que sí podemos afirmar es que hemos visto algunos en la Procuraduría de la Nación”, destacó.

Al respecto, Ana Matilde Gómez –que era procuradora general de la Nación cuando Murcia fue detenido– dijo desconocer las afirmaciones de Ortíz.

“Muchas veces se pide al Centro de Custodia del Ministerio Público algunos de los objetos incautados para usarlos en los despachos o adornar oficinas, como una forma de darles mantenimiento, pero desconocemos si se usaron esos cuadros”, recalcó.

En el aire

Otro de los enigmas que hay sobre los bienes de Murcia es la ubicación de los tres aviones que supuestamente tenía en Panamá.

Según Ortíz, lo poco que se conoce de este tema es lo declarado por el propio Murcia en una entrevista que brindó a este diario en 2009, cuando aún estaba detenido en Colombia.
Esa vez le reclamó al panameño Ernesto Chong Coronado (que estuvo señalado en uno de los procesos que se abrieron en Panamá) por un avión Cessna Citation II 550 (modelo 1980), que Aseguradora Mundial valuó en $2 millones.

Este medio tuvo acceso a varios documentos, entre estos uno que se señala que esta nave figuró, por lo menos hasta enero de 2007, a nombre de la sociedad Waipunalei Inc, una supuesta empresa que después estuvo ligada con la red de sociedades creadas por Murcia en Panamá.

Otro documento fechado el 27 de septiembre de 2006 da cuenta de que Murcia recibió una propuesta de la empresa PMC Group para el registro “de su avión”, en la que detalla que la máquina sería inscrita bajo una sociedad panameña.

Según la nota, esa sociedad se utilizaría únicamente para registrar la nave como su propiedad, “de modo que no se vincule con ninguno de sus otros activos, debido a los diferentes riesgos en que incurre este tipo de equipos”.

Entre los papeles hay un correo electrónico enviado por PMC Group a un empleado de la comercializadora DMG, en el que se reconoce que Murcia es dueño de la aeronave, aunque “no el único”.

Por otra parte, de acuerdo con el propio Murcia, su otro avión, un Cessna 550, operó desde el aeropuerto de Albrook hasta septiembre de 2008.

En la misma entrevista a este diario, Murcia citó unos diamantes valorados en un millón de dólares, que supuestamente le entregó a uno de sus guardaespaldas cuando fue detenido en Panamá y cuyo paradero se desconoce.

Ortíz manifestó que las autoridades tampoco le han informado qué hicieron con los muebles de oficina y la ropa confiscada a su cliente, cuyo valor suma cientos de miles de dólares.

Sobre los tres apartamentos y las dos oficinas que las autoridades le endilgaban a Murcia, estaban alquiladas; por ellas el colombiano llegó a pagar una renta de hasta 8 mil dólares mensuales.

De lo que sí hay información es de la embarcación Moppie 57, un yate confiscado a Murcia. Aunque estaba valorado en 1.2 millón de dólares, el Ministerio Público lo subastó por 600 mil 100 dólares a la empresa Cardoze & Lindo, en diciembre de 2009.

El dinero recaudado en esta subasta, convocada por el Centro de Custodia de Bienes y Fondos Cautelados del Ministerio Público, se destinaría a resarcir a los clientes locales afectados por el cierre de las empresas de Murcia, cuyas pérdidas en el negocio piramidal fueron calculadas en unos 3.5 millones de dólares, por la Procuraduría de la Nación.

Más de cuatro años después, no hay información confirmada en cuanto a si los más de 800 cuentahabientes de la comercializadora recibieron alguna compensación con los bienes subastados.
Entre los bienes también figura 1.3 millón de dólares congelados en varias cuentas bancarias que tenía Murcia, por órdenes que dictó en noviembre de 2008 el Juzgado Tercero Penal.

Este diario consultó al Juzgado Decimoquinto sobre el estatus de las propiedades, pero no hubo respuesta.

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