Fiscales italianos hablan de ´modalidad criminal´
El expresidente de la empresa Impregilo –que participa en obras del Canal– asegura que Valter Lavítola intercedió por el mandatario panameño
Santiago Cumbrera
Las últimas noticias surgidas en Italia, en relación
con las investigaciones que realizan fiscales napolitanos al conglomerado Finmeccanica,
revelan las declaraciones de Massimo Ponzellini, expresidente de la empresa
Impregilo, integrante del consorcio Grupo Unidos por el Canal, S.A. que realiza
los trabajos de ampliación del Canal.
Ponzellini confirmó a los fiscales Henry John
Woodcock, Vincent Piscitelli y Francesco Curcio que recibió presiones del ex
primer ministro italiano Silvio Berlusconi y de Valter Lavítola –pieza clave en
la millonaria contratación entre Finmeccanica y el Gobierno de Panamá– para que
donara un hospital a Panamá.
En el interrogatorio se hizo alusión a una llamada
interceptada en abril de 2011 entre Berlusconi y Ponzellini, en la que el ex
primer ministro de Italia le dice que “se debe llegar a un acuerdo con Panamá
en relación con los hospitales, o el presidente [Ricardo Martinelli] emitirá un
comunicado de manera de bloquear el trabajo de Impregilo en el Canal
produciendo así una grave quiebra y crisis”.
Ya en agosto pasado, los fiscales dieron a conocer la
transcripción de esa llamada en la que Ponzellini –investigado en Italia por
corrupción, fraude fiscal y blanqueo de capitales– le respondió a Berlusconi
que intervendría inmediatamente.
“Entraron en juego Lavítola y Martinelli con sus pretensiones,
o más bien, Lavítola como intermediario de las pretensiones del presidente
Martinelli”, declaró Ponzellini a los fiscales, según publicó ayer el diario
italiano especializado en temas económicos, Il Sole 24 Ore.
“Lavítola nos hizo entender claramente que el
presidente Martinelli, a fin de adjudicar dicho contrato a Impregilo, exigió un
reconocimiento económico para él y su séquito, dando a entender que pondría
obstáculos y problemas para Impregilo en caso de que no cediésemos a su
pretensiones”, aseguró Ponzellini.
Según el diario italiano, Ponzellini también explicó a
los fiscales napolitanos que “Impregilo participó en la licitación del Metro de
Panamá, sin embargo, la empresa de construcción no estaba particularmente
interesada, tanto es así que hizo una oferta altísima”.
Aunque Ponzellini negó que Impregilo aspirara a ser
beneficiada con las obras del Metro de Panamá, en septiembre de 2009 (cuando el
presidente Martinelli hizo su primera visita a Italia), representantes de la
empresa dejaron en evidencia su interés de ampliar sus inversiones en Panamá en
proyectos como el Metro y la construcción de nuevos centros penales.
Incluso, el día en que se abrieron los sobres para la
selección de la empresa que construiría el Metro capitalino, los empresarios
italianos salieron con cara de disgusto del salón, al escuchar que las empresas
seleccionadas fueron la española FCC y la brasileña Odebrecht.
SUPUESTA CORRUPTELA
Por su parte, la televisora italiana Canal 7 (que
también recoge en su sitio web el interrogatorio de Ponzellini) recordó que el
presidente Martinelli se había quejado ante Lavítola por no haber recibido el
dinero para la construcción de un hospital, y amenazó con represalias.
Frente a estos elementos, la Fiscalía de Nápoles
describió lo sucedido como “la aplicación de una práctica arraigada y muchas
veces experimentada... una modalidad criminal”.
Los fiscales también identifican a Lavítola como el
"corruptor" y a Martinelli como el "corrupto".
DE HOSPITALES Y MÁS
En su edición del 23 de agosto de 2012, La
Prensa dio a conocer que cinco meses después de la llamada
interceptada entre Berlusconi y Ponzellini, el secretario privado de
Martinelli, Adolfo De Obarrio, le escribió un correo electrónico a Lavítola
solicitándole la confirmación sobre la construcción del hospital Luis Chicho
Fábrega, en Veraguas.
Justamente
un año antes (agosto de 2011) el entonces embajador de Italia en Panamá,
Giancarlo Curcio, le escribe a funcionarios de Palacio Chigi informándoles de
una llamada que le hiciera el presidente Martinelli, en l que evidenció su gran
molestia -"furia" es la palabra que usa el embajador - porque
Berlusconi no había cumplido una supuesta promesa de donar un hospital a
Panamá.
Finmeccanica niega ´tangenti´
El presidente de Finmeccanica, Giuseppe Orsi, pasó hoy
al contraataque.
A través de su abogado afirmó que, por el momento, la
justicia italiana “no ha comprobado esos pagos [presuntos sobornos pagados en
Panamá] para obtener favores en la licitación de las obras públicas”.
El abogado de Orsi, Ennio Amodio, hizo estas
declaraciones el mismo día en que un Tribunal de Nápoles negó el pedido
planteado por el director comercial de Finmeccanica, Paolo Pozzessere, de salir
de la cárcel.
El
"no" de la justicia a ese pedido confirmaría - afirman fuentes
independientes - que las acusaciones de los fiscales son confiables.
Pozzessere,
que se encuentra en una prisión de Nápoles precisamente por el tema de los
presuntos sobornos en Panamá, es un hombre de confianza de Orsi, que tiempo
atrás lo nombró "senior advisor" para los negocios del grupo en
Rusia.
Orsi –al que diversos sectores le han solicitado la
renuncia– está siendo investigado por la Fiscalía de Milán por corrupción
internacional y financiación ilícita a los partidos.
Hoy volvió a defender, a través de Amodio, su posición
también en relación a presuntos pagos hechos por el grupo Finmeccanica en la
India.
La empresa AgustaWestland también desmintió el pago de
comisiones o tangenti (sobornos) por la operación de la venta de helicópteros
en Panamá. “No hubo comisiones y mucho menos tangenti, afirmó la empresa, que
“descartó categóricamente la admisión, por parte de un dirigente de la
sociedad, del pago de las comisiones”.
Es, en cambio, cierto –indicó la misma empresa– que
AgustaWestland “firmó
con Agaphia” (la sociedad que según la Fiscalía de Nápoles hizo “transitar” los
presuntos sobornos a través de Valter Lavítola) “un contrato del que no ha
salido ningún tipo de pago”.
Rigacci Martino
Ansa
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