Diálogo se retoma hoy en un nuevo escenario: la ONU
La Iglesia católica y la Asamblea piden que las
autoridades investiguen los incidentes del jueves. El Ministerio Público
inició una investigación de oficio.
Gustavo Aparicio Eduardo Mendoza
EN
EL CRUCE DE SAN FÉLIX. Las acciones de resistencia indígena continúan a
un costado de la vía Interamercana. ESPECIAL PARALA PRENSA/Flor
Bocharel
El diálogo entre representantes de la etnia Ngäbe Buglé y el
Gobierno, desde hoy tiene un nuevo escenario: la sede de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Clayton.
Esto luego
de los disturbios del pasado jueves en la Asamblea Nacional, que dejaron
cuatro indígenas y a un miembro de la seguridad del Legislativo
heridos, después de lo cual se paralizaron las conversaciones entre las
partes.
El cambio de sede se determinó en una reunión que
sostuvieron ayer la Coordinadora Indígena, las autoridades tradicionales
de la comarca y la cacica Silvia Carrera con monseñor José Luis
Lacunza, mediador del diálogo. En ese mismo encuentro, los integrantes
de la coordinadora también habían pedido que el Gobierno cambiase su
equipo de negociadores en el debate, incluyendo al jefe, el ministro
Jorge Ricardo Fábrega.
Bernardo Jiménez, hijo de la cacica
Carrera, y miembro de la Coordinadora, justificó esta solicitud
argumentando que Fábrega no ha mostrado ningún interés en encontrar una
solución a esta discusión. Alberto Montezuma aclaró que la petición
finalmente no fue aceptada en esta reunión. “Vamos a respetar las
decisiones de ellos, pero que también respeten las de nosotros”, dijo.
Montezuma
señaló que mantienen su posición de que se cancele la concesión de la
hidroeléctrica de Barro Blanco. “Esperamos que se solucione el problema;
ya nosotros le hemos demostrado con nuestros técnicos que se puede
cancelar la concesión e inclusive indemnizarlos. Ellos están hablando de
la inseguridad jurídica, pero no han expresado por qué no pueden parar
la empresa”.
´NADA MÁS QUE DAR´
También se
refirió al tema el ministro de la Presidencia, Demetrio Papadimitriu,
quien manifestó que el Gobierno ha dado prácticamente todo lo que tiene
que dar en las negociaciones. “Dijeron no a la minería, y ya no hay
minería; el tema de la protección de los recursos hídricos, también se
está protegiendo al 100%”, afirmó tras agregar que la intransigencia de
este grupo, puede llevarlos a perderlo todo. “Ellos no entienden que
están a punto de perder todo lo que lo han logrado, porque cada vez que
se sientan a la mesa están pidiendo más y más”, dijo.
ASAMBLEA SE PRONUNCIA
Mientras,
el presidente de la Asamblea, Héctor Aparicio, pidió ayer al Ministerio
Público (MP) que empiece una investigación para esclarecer las causas
del enfrentamiento en los predios del Palacio Legislativo, donde la
dirigencia indígena de la comarca Ngäbe Buglé alega que se dispararon
perdigones a los manifestantes.
Aparicio, en conferencia de
prensa, negó que la seguridad de la Asamblea haya utilizado perdigones
de plomo, aunque sí dijo que tienen escopetas de doble uso (usan balas
de goma o perdigones) no se utilizaron perdigones de plomo, porque
estos permanecen custodiados por la seguridad de la armería de la
Asamblea.
“Queremos pedir formalmente una investigación a los
estamentos autorizados para tal fin y estaremos en la disposición de
entregarles a las autoridades competentes copia de las filmaciones que
se hicieron”, indicó.
Rechazando las afirmaciones del jefe de
seguridad, Juan Vallarino, de que un grupo de indígenas estaba tomando
licor y fumando marihuana en los predios del parque Legislativo,
Aparicio manifestó que es muy temerario señalar que se estaba tomando
licor o fumando drogas.
Por su parte, el subjefe de seguridad de
la Asamblea, Jaime Fornione, mostró las escopetas y las municiones
usadas y detalló que se trata de perdigones y balas de goma, que en su
interior tienen gas pimienta, que se activa una vez hace impacto con el
objetivo, “sin penetrar en la piel”.
También pidieron una
investigación los representantes de la Conferencia Episcopal Panameña,
que preside el mediador del diálogo José Luis Lacunza, al igual que la
Alianza Evangélica de Panamá, a través de su presidente, Rolando
Hernández.
MP INVESTIGA
La petición de
estos grupos fue escuchada. Fuentes del MP confirmaron ayer a este
diario que la Fiscalía Auxiliar comenzó una investigación de oficio por
los hechos ocurridos este jueves en las inmediaciones de la Asamblea.
De
acuerdo con las fuentes, apenas se registraron los hechos, en horas de
la tarde de ese día, la Fiscalía abrió la investigación y corresponderá
al fiscal Dimas Guevara continuarla.
Como parte de este proceso, ayer se hicieron varias diligencias en el lugar de los hechos.
DEMANDA
En
tanto, la abogada y activista Celma Moncada interpuso una demanda
contra la seguridad de la Asamblea Nacional. Después de los disturbios
del jueves, Moncada, quien en el pasado ha impulsado causas contra la
minería y los proyectos hidroeléctricos, manifestó que los agentes de
seguridad del Legislativo fueron los agresores.
Explicó que pidió
una prueba de alcoholemia y antidoping, luego de las declaraciones del
jefe de seguridad de la Asamblea, Juan Vallarino, que dijo que los
indígenas habían consumido alcohol y fumado marihuana.
ALERTA EN CHIRIQUÍ
En
San Félix, Chiriquí, luego de que casi a la medianoche del jueves la
cacica Carrera pidiera la reapertura de la vía Interamericana, las bases
indígenas en esa área se replegaron hacia la plaza de juegos de San
Félix, a cinco kilómetros de la carretera internacional.
El tráfico por esa importante vía se mantuvo fluido ayer durante todo el día.
En
El Salado, distrito de Remedios, Santa Mariano, dirigente en esa base,
movilizó al grupo hacia un costado de la vía Interamericana y con
pancartas y consignas pidieron respeto y exigían la presencia del
presidente de la República, Ricardo Martinelli, en la mesa del diálogo.
Al
mediodía de ayer, los indígenas de San Félix se movilizaron en una
marcha hacia la intersección, donde han mantenido el bastión de
resistencia. Después de ondear pancartas por 15 minutos, regresaron
hacia la sombra de un árbol Panamá, donde permanecen en vigilia.
Miembros
de la Cruz Roja del área visitaron todos los puntos de protesta para
evaluar las condiciones de salud de los manifestantes.
A través de
teléfonos celulares y de radios de dos bandas se mantienen en
comunicación permanente con los miembros de la Coordinadora por la
Defensa de los Recursos Naturales y los Derechos del Pueblo Ngäbe Buglé y
Campesinos que están en la capital.
(Con información de Elio Núñez y Flor Bocharel).
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