sábado, 3 de marzo de 2012

Adolescentes e infantes indígenas están en riesgo

El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) cree que el país tiene el desafío de reducir la tasa de mortalidad materno-infantil.
OHIGGINIS ARCIA JARAMILLO
RETOS. Panamá tiene grandes desafíos para poder cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio en 2015, especialmente reducir la mortalidad infantil y materna. LA PRENSA/David Mesa

El último informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) sobre Panamá planteó dos preocupaciones: la situación del adolescente marginado y la de las niñas indígenas.

El documento denominado La niña indígena y el adolescente urbano: entre riesgos y oportunidades contrastó algunas políticas nacionales en materia de protección a la niñez y la adolescencia, y propuso algunas recomendaciones para mejorar la condición actual de ese grupo poblacional.

Por ejemplo, una de las primeras evaluaciones que hace el organismo internacional es que la cantidad de muertes que ocurren en niños menores de cinco años se da en el primer año de vida.

En ese sentido, las principales causas de muerte se debieron a ciertas afecciones originadas en el período perinatal, como malformaciones congénitas, infecciones diarreicas, neumonía, entre otras causas. (Ver tabla).
Sin embargo, lo que más preocupa a Unicef es que este problema se acentúa en las comarcas. Muestra de ello es que la tasa de mortalidad de menores de cinco años en la comarca Ngäbe Buglé es de 37.1 defunciones por cada mil nacidos vivos, mientras que en otros puntos como, Los Santos, es de solo 7.6.

En el caso de la tasa de mortalidad materna, la más reciente es de 42.4 muertes por cada 100 mil nacidos vivos, lo que para Unicef es todo un reto reducirla, sobre todo cuando la meta proyectada para 2015 es de 12.5 defunciones, según los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Alma Acosta, coordinadora de programas de Unicef, manifestó que se necesita aumentar el acceso de las mujeres a los controles prenatales, porque es la clave para reducir las muertes.

“La tasa de mortalidad materna en Panamá es alta, y hay que garantizar que las mujeres, sobre todos indígenas, tengan acceso a dicho servicio”, agregó Acosta.

Para la representante de Unicef , Panamá tiene desafíos sobre todo en los relacionados con la mortalidad infantil y la materna, además indicó que el país debe asegurar una educación secundaria a nivel universal para todos los niños, como es el caso de la primaria.

El informe también se centra en el aspecto nutricional de la niñez panameña y detalla que el 46.4% de los niños menores de cinco años en el país está bien, el 19.1% tiene baja talla para su edad; el 3.9%, bajo peso para su edad y el 1.2%, bajo peso para su talla.

Sobre los adolescentes marginales del área urbana, señala que hay 384 adolescentes de los cuales el 55% está en régimen de custodia y el 45%, en régimen de cumplimiento.

La organización internacional hizo hincapié, en su informe, en que el entorno urbano hace que el adolescente marginado sea vulnerable a integrarse a una pandilla, o víctima de homicidio, así como correr riesgo de que sus derechos sean vulnerados debido a que las personas o las autoridades policiales lo identifican como un “maleante”.

RECOMENDACIONES
Unicef, además de analizar las cifras, insta a las autoridades a tomar algunas medidas. En ese orden, solicitó elevar la calidad de la información estadística sobre la situación de la niñez y la adolescencia por medio de sistemas de información mejorados y un conjunto reforzado de indicadores que proporcionen datos actualizados y pertinentes.

De igual modo mantener un monitoreo constante de los avances de los ODM, así como ejecutar una política nacional que se base en la atención de la niñez y la adolescencia en los pueblos indígenas, porque en la actualidad es escasa.

Por último, instó a avanzar en la reforma del sector educativo de modo que se garantice la permanencia de los adolescentes en las escuelas hasta completar el ciclo escolar y poner en práctica una estrategia nacional de prevención de la violencia con participación de los adolescentes.

Durante la presentación del documento estuvo presente el ministro de Economía y Finanzas, Frank De Lima, quien mencionó que dicho informe sirve para medir el impacto de los programas sociales, y también es un diagnóstico para saber “dónde estamos y hasta dónde tenemos que ir”. “Por las cifras que vemos hay mucho que hacer, especialmente en las áreas indígenas”, acotó.

Gloria Lozano de Díaz, encargada de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, reconoció que hay una “mora” con la niñez de las comarcas. “El informe nos ayudará a trabajar mejor con los niños”, concluyó.

Graficas:
La UNICEF señala tasa de mortalidad materna en Panamá es alta, y hay que garantizar que las mujeres, sobre todos indígenas, tengan acceso a dicho servicio 
El informe también se centra en el aspecto nutricional de la niñez panameña y detalla que el 46.4% de los niños menores de cinco años en el país está bien, el 19.1% tiene baja talla para su edad; el 3.9%, bajo peso para su edad y el 1.2%, bajo peso para su talla
 

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