viernes, 24 de junio de 2011

Voy por que voy

TENER Y MANDAR

‘Voy porque voy’     

Mauro Zúñiga Araúz
opinion@prensa.com

 
No creo que exista mejor nombre para un caballo ganador del pasado clásico Presidente de la República de Panamá. “Voy porque voy”. Esas palabras las debió haber dicho o pensado Ricardo Martinelli Berrocal desde que adquirió el Súper 99 de la manera en que yo lo señalé en un artículo de opinión, amparado por miembros de las Fuerzas de Defensa. Desde entonces, todos conocemos el itinerario de su inmensa fortuna: sobreexplotando a sus empleados, chantajeando a los proveedores, invirtiendo aquí y allá, sin importar la naturaleza de los negocios.
Eso no importa. Lo que importa es tener y mandar: yo voy porque voy. En este mundo solo importo yo. La función de los demás es servirme; para llegar a ellos les miento, les ofrezco o les doy algunos sobrantes. No acepto críticas de nadie. ¿Qué se cree ese arzobispo por andar denunciando la corrupción? Yo soy corrupto, ¿y qué? Tengo que hacer el show para que la gente crea. Tengo que pedir nombres, aunque todo el mundo los conoce. Los denuncian a diario y la gente sabe muy bien que yo estoy detrás de esas coimas. Ningún funcionario se mete un billete en su cartera sin pasar antes por la mía. Ninguno. Ni el que lava los carros en la Presidencia.
Vamos a quitar el Santo Tomás y el Hospital del Niño de ese lugar. ¿Saben por qué? Porque esos terrenos son muy valiosos. Se van a construir rascacielos que me darán a mí mucho dinero. ¿Los que…? ¿Pacientes? Esos son pobres, que se vayan a ahogar en la laguna en donde se construirá el nuevo Hospital del Niño. Ya le dije a uno de mis médicos, el Dr. Franklin Vergara, que es, junto a Suárez, mi gran aliado en la corrupción, que hable con Papa para que contrate a una compañía publicitaria, de esas que infla los precios para nuestras coimas, y dar inicio a una enorme campaña publicitaria para que la gente se convenza de la necesidad de la construcción de ese centro hospitalario.
Terminarán tirándole piedras al actual hospital. Si no, llevamos a nuestro call center a que haga piquetes alrededor. Entiendan que la Tuza va porque va. Lo mismo que el relleno de la cinta costera. ¿Saben lo que significan para mí esos proyectos, sobre todo el último? Que se prepare Slim, que lo voy a sobrepasar antes de lo que yo esperaba. Ya me dijeron que pronto voy a salir con frecuencia en las revistas Forbes y Fortune. Ver mi retrato en esas revistas me llevará al éxtasis; ese es uno de mis sueños. Afortunadamente, para el relleno de la cinta costera, “convencí” al búfalo, pero pobrecito, no se ha dado cuenta de que cuando saquemos a los habitantes de El Chorrillo, se quedará sin votantes y no regresará más a la Asamblea.
A esa gente la vamos a mandar a vivir a unas casas que se están diseñando y se construirán en unos terrenos cerca de los manglares de Tocumen, pero por ahora son nuestros pies de guerra para la construcción de la fase III de la cinta.
No tienen ustedes idea de lo que me voy a ganar en ese proyecto, por eso es que no entienden de la imprescindible necesidad de mi reelección, porque por más amistad que pueda tener con Ferrufino, “tongo botao no pone boletas”. Así es que voy porque voy.
Hablando de corrupción, Almita no se queda atrás. Ya le pillaron el negociado de los cursos de capacitación. Yo le advertí que fuera más cauta, pero se imaginan: ella jamás en su vida pensó siquiera comer faisán y, por supuesto, se indigestó. Claro que el nombramiento de Parodi fue en pago a un favor por la extracción de documentos sensibles en el caso de Murcia Guzmán, ¿y qué?
Tengo que admitir que la primera vez que un reportero me preguntó sobre la Unesco, le dije que ese era uno de los cuatro gatos de las ONG que estaban protestando por la extensión de la cinta costera. Afortunadamente, un miembro del protocolo estaba cerca y convenció al periodista de que era una broma mía. Hubiera salido en la TV, pero bueno, ¿y qué? Ahora Papa quiere que me aprenda el nombre de todas esas instituciones internacionales. Cuando oí la palabra OIT, pensé que se referían al OTI, ese premio de la canción latinoamericana. Fue un día cuando vi a Mariano Mena en la tele que entendí lo que significaba. Pero la culpa la tiene Alma por no habérmelo dicho antes; ahora leo que estamos en una lista. También estamos en varias de derechos humanos, de periodistas internacionales y varias más, pero, ¿y qué? También hay otra por contaminación ambiental, por el manejo inadecuado de los desechos tóxicos. No sé cómo puedo salvar de esa a mi socio y médico, Franklin. Me dijeron que la condena es segura. Cuando el caso se denunció le pedí que me viniera a tomar la presión. La tenía alta, pero cuando se la tomaron a él casi rompe el aparato. ¿Para qué le va a servir toda la fortuna que hizo?
Me dice Papa que también estoy en una lista que tienen los gringos. ¡Qué me quiten la visa, pues! Ya tengo preparado al pueblo. Le he dicho que una cosa son nuestras actividades privadas y otras son las públicas, de manera que si me la quitan, ¿qué? Mis encuestadores privados me han dicho que si los gringos se meten conmigo, el pueblo en masa se tirará a la calle y hará una huelga de hambre colectiva hasta que me la devuelvan: voy porque voy.
PD: me acaba de informar Garganta Profunda que el Excelentísimo indultará a Noriega. Que dice que él es su amigo, a quien le debe muchos favores y “favor con favor se paga”. Que ya les dio instrucciones al procurador y a sus magistrados para que encuentren las formas legales de hacerlo; pero si no las hay, lo indulta igual, ¿y qué?

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