domingo, 19 de junio de 2011

Formación con sabor a corrupción

Los vínculos y conexiones de ‘Mi primer empleo’

Casi dos años después de su inicio, el programa ‘Mi primer empleo’ ha capacitado a 27 mil jóvenes a un costo de $21 millones.

SANTIAGO CUMBRERA
unidad de investigación

scumbrera@prensa.com
Empresas en las que figuran abogados vinculados por lazos familiares o actividades profesionales con la ministra de Trabajo, Alma Cortés, han sido beneficiadas con jugosos contratos del programa “Mi primer empleo”, que busca capacitar a jóvenes panameños.
Sara Cortés Aguilar, hermana de la ministra de Trabajo, aparece vinculada como abogada en dos empresas que han obtenido contratos de capacitación por un monto de $493 mil.
Una de estas empresas fue contratada solo dos meses después de su creación, para dictar un curso de “inglés básico para el turismo”.
Consultada al respecto, la ministra Cortés dijo que “no es de extrañarse que sea [su hermana] agente residente” ya que, justificó, es una actividad diaria de los abogados que tienen idoneidad.
Asimismo, cinco empresas que fueron creadas en un mismo día –y que supuestamente operan desde un mismo local– han sido beneficiadas con contratos por $2.4 millones.
Se intentó, en vano, obtener una reacción de la Contraloría. 
Programa ‘Mi primer empleo’

Formación con sabor a clientelismo oficial

Empresas en las que figuran abogados vinculados por lazos familiares o actividades profesionales con la ministra Cortés, han sido beneficiadas con contratos.



A punto de cumplir dos años en el poder, el gobierno de Ricardo Martinelli ha invertido unos $21 millones en capacitar a 27 mil jóvenes panameños para que logren insertarse en el dinámico mercado laboral, a través del programa “Mi primer empleo”, a cargo de la ministra de Trabajo, Alma Cortés.
Sin embargo, el hecho de que solo 5 mil chicos capacitados encontraron trabajos en 2010 –según estadísticas del Ministerio de Trabajo–, así como la ausencia de información de la Contraloría que permita saber con certeza el impacto del programa, arroja dudas sobre su eficacia e intención.
Empresas creadas poco tiempo antes de ser contratadas por el Ministerio de Trabajo, nombres que se repiten en las juntas directivas, abogados vinculados por lazos familiares o actividades profesionales con la ministra Cortés y que aparecen en la documentación de las citadas empresas, son algunas de las características de las sociedades que han participado en las licitaciones y obtenido contratos del programa “Mi primer empleo”.
La mayoría de estas sociedades no tiene experiencia en capacitación o formación de personal, y sus oficinas están ubicadas en residencias personales, o en un mismo lugar.
En algunos casos, incluso, quienes concursaron para ganarse alguno de los contratos como parte de un grupo empresarial, también probaron suerte en solitario.
Es el caso de Eduardo Arturo Thomas y Adalberto Lorenzo Arnáez, quienes también fueron contratados por el programa “Mi primer empleo” a título personal.
Thomas recibió en marzo pasado un contrato por $171 mil 600 para dictar el curso “Turismo especializado en inglés”.
Su propuesta fue seleccionada, pese a que superó en $23 mil las de otros dos ofertantes con instalaciones propias. Entre los requisitos que aportó hay un aviso de operación en el que se señala que representa a Consultores Nueva Generación y que opera en una residencia en la urbanización La Gloria.
Este diario intentó entrevistar a Thomas para saber de su experiencia y obtener datos acerca de las capacitaciones impartidas, pero no fue posible.
Lorenzo Arnáez, por su parte, recibió un contrato por $170 mil 688 para formar a 240 promotores turísticos. Su propuesta superó en $20 mil la de otros dos ofertantes y fue seleccionada, pese a que entregó un aviso de operación en el que se señala que representa a Servicios de Embobinados.
Los vínculos
Otra empresa beneficiada con dos contratos por un total de $327 mil 498.20 es Servicios de Gestiones y Consultorías Especializadas, cuyo agente residente es Sara Cortés Aguilar, hermana de la ministra Alma Cortés (ver tabla).
Consultada sobre este hallazgo, la ministra se limitó a decir (vía correo electrónico) que estaba sorprendida. Sin embargo, en otro mensaje enviado con posterioridad, indicó que “no es de extrañarse que sea agente residente... esos trámites son el pan de cada día de los abogados que tienen idoneidad y son hábiles para ejercer el derecho”.
Nada dijo la ministra sobre el conflicto de interés que plantea que una empresa constituida el 27 de enero de 2011, con su hermana como agente residente, sea contratada dos meses después de su creación para dictar un curso de “inglés básico para el turismo” por la institución estatal a su cargo.
“Hay miles de empresas que están registradas en PanamáCompra y que licitan como oferentes”, acotó.
La hermana de la ministra también figura en otra sociedad. Se trata del Grupo de Servicios de Consultorías Especializadas, creada el 5 de abril de 2010.
Sara Cortés Aguilar gestionó la protocolización del acta de una reunión de la citada sociedad que, por el momento, ha obtenido contratos por $329 mil 700.
Otra de las empresas beneficiadas es Vale Holding International, inscrita en el Registro Público el 23 de diciembre de 2010 y presidida por Jania Moscoso de Moreno. Tres meses después de constituida, esta empresa obtuvo un contrato por $170 ml 688 para dictar un curso de inglés comercial básico. Un mes después recibió otro contrato por $163 mil para capacitar a 210 jóvenes como asistentes de administrador de empresas.
El número de teléfono de Vale Holding International, según la documentación oficial, corresponde a la residencia de Moscoso. Además, no tiene establecimiento propio, sino que cita como dirección la firma de abogados Moreno Law Firm, ubicada en el Edificio La Exitosa, calle 45, Bella Vista, presidido por su cuñado, Rubén Moreno.
Moreno fue abogado del grupo Martinelli entre 2003 y 2005, y atendió varios casos con la ministra Cortés, según ambos confirmaron.
La Prensa llamó a la firma Moreno Law Firm para hablar con algún representante de la empresa capacitadora Vale Holding International, en especial Jania Moscoso, pero la persona que respondió aseguró no saber de quién se le hablaba.
“Lo que pasa es que ella [la secretaria] tiene poco tiempo de trabajar aquí. Esa empresa es de mi hermano que tiene mi mismo nombre. Seguro él usó mi dirección al momento de crear esa empresa... ellos tienen la confianza de usar hasta mi baño siempre y cuando no sea para nada ilícito”, dijo el abogado Moreno al ser abordado por este diario.
“No tramito en el Ministerio de Trabajo ni tengo clientes que tramiten allí”, añadió Moreno.
Coincidentemente, la oficina del abogado es, según documentación oficial, sede de la empresa Consultorías y Asesorías Global, S.A. que se constituyó el 14 de abril de 2010 y que hoy preside Giovanni Biagio. “No sé nada de esta empresa”, comentó el abogado.
Sin embargo, en el Registro Público aparece que acudió el 4 de enero de 2011 a una notaría de la capital, en representación de la citada sociedad para gestionar la protocolización de un acta.
Además, originalmente, la tesorera de Consultorías y Asesorías Global era Aris Lorenzo Arnáez, quien está ligada a varias empresas que han obtenido contratos millonarios con el Ministerio de Trabajo como parte de “Mi primer empleo”.
“Puede ser que mi hermano utilizó mi nombre”, apuntó. Al ser preguntado cómo pudo ocurrir esto, cuando en la escritura se señala que había comparecido personalmente ante un notario, pidió tiempo para indagar.
Poco después tenía la respuesta: “mi oficina le realizó a la sociedad que usted cuestiona, un cambio de junta directiva y el protocolo lo firmé yo, dado que fue una solicitud que me hizo mi hermano, por ejercer la profesión de abogado, lógico que lo hace porque le sale más barato”.
Por el momento, Consultorías y Asesorías Global ha recibido dos contratos: uno para dictar un curso de turismo con especialización en ventas directas por $169 mil 728, y otro para capacitar a jóvenes en la creación de micro y pequeña empresa por $170 mil 688.
La confusión sobre dos personas llamadas Rubén Darío Moreno y vinculadas a contratos del programa “Mi primer empleo”, fue parcialmente aclarada. Un Rubén Darío Moreno, médico ginecólogo, pero trabajando como gerente de operaciones de un restaurante de comida rápida –hermano del abogado del mismo nombre– habló con este diario, y aseguró ser el dueño de las dos empresas que en total se han ganado contratos con el Ministerio de Trabajo por más de $500 mil para capacitar a jóvenes panameños.
Igualmente relató que maneja las dos empresas desde su casa y que le paga a Eduardo Thomas –quien aparece como dignatario en otras sociedades– para que organice los cursos.
Pasado y futuro
La dirección del millonario programa ha sufrido varios cambios desde su inicio. A su cargo estuvo primero el panameñista Pablo Clua y luego Ericka Borbón, quien fuera miembro de la comisión evaluadora de los actos públicos.
Hace unos meses, la ministra Cortés removió a Borbón del cargo, pero negó que se trate de malos manejos. “No meto la mano en el fuego por esta funcionaria. La cambié porque tuve muchas quejas por su comportamiento”, explicó Cortés.
Este dirio intentó entrevistar a Borbón en varias ocasiones, pero no aceptó. Tampoco fue posible obtener información sobre el programa del director de Empleo, Samuel Vargas.
Por el momento, y a pesar del poco impacto que los millones invertidos está teniendo en los índices de desempleo juvenil en el país, el programa “Mi primer empleo” que desarrolla el Ministerio de Trabajo sigue su marcha hacia el 2014.

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