sábado, 18 de junio de 2011

Gobierno de Panamá lucra con la educación

empresas recién creadas han obtenido jugosos contratos

Un negocio llamado ‘Mi primer empleo’

En menos de dos años, el Ministerio de Trabajo ha adjudicado contratos por $10 millones a empresas recién creadas para que capaciten a jóvenes desempleados entre 18 y 29 años. La ministra Alma Cortés defiende el programa alegando que ha dado buenos resultados, pero las estadísticas oficiales revelan que en 2010 se capacitaron a 12 mil chicos y solo 5 mil consiguieron trabajo.


Santiago Cumbrera
unidad de investigación

scumbrera@prensa.com
Cuando el entonces novato presidente, Ricardo Martinelli, inauguró el 10 de agosto de 2009 el programa “Mi primer empleo”, lo hizo con el alegado propósito de capacitar a 20 mil jóvenes de entre 18 y 29 años, desempleados, subempleados o en búsqueda de trabajo.
Casi dos años después de su lanzamiento, el programa, bajo la tutela de la ministra de Trabajo, Alma Cortés, parece haberse convertido en una muy efectiva forma de hacer negocio para algunos avispados emprendedores, sin experiencia en el campo de la capacitación.
La metodología no es nueva: empresas creadas poco tiempo antes de que empezaran los procesos de selección, y presuntamente con vínculos en la institución que dirige el proceso, han logrado alzarse con jugosos contratos para brindar capacitaciones o asesorías.
Por cada curso –para grupos de 200 a 240 estudiantes–, el Ministerio de Trabajo les paga a las empresas, en promedio, entre $700 y $800 por participante.
Según documentación obtenida por este diario, las empresas invierten unos $80 mil en gastos varios –planilla, material, alquileres, etc.–, lo que deja una utilidad de aproximadamente $90 mil por curso.
Con la orden de proceder, las empresas seleccionadas reciben el 30% del precio pactado. Al finalizar la capacitación técnica reciben 40%, y el 30% restante al terminar la práctica laboral.
Los cursos tienen una duración aproximada de ocho semanas en las que se imparten 30 horas de clases semanales. Los participantes también reciben $108 mensuales, para cubrir gastos de transporte y alimentación mientras dura la capacitación.
Fácil competencia
La experiencia en el campo de la docencia y formación de personal no es un aspecto indispensable para que una empresa compita por un contrato en “Mi primer empleo” y lo obtenga, ya que al Ministerio de Trabajo le basta como aval un certificado de operaciones en el que se establezca que la empresa en cuestión se dedica a ofrecer capacitaciones y asesorías.
Que esa certificación se produzca como resultado de la reciente creación de la empresa, no parece ser un problema.
“Para la comisión evaluadora la empresa es la pantalla, pero los que deben estar adiestrados son los facilitadores, quienes nos interesan, y eso lo toma en cuenta la comisión evaluadora”, explicó Michelle Caballero, funcionaria del Ministerio de Trabajo.
Lo cierto es que la citada comisión evaluadora la integran solo funcionarios del Ministerio de Trabajo. Nombres como Elvia Gudiño Moreno, Reynaldo Medina y Tamara Alvarado, todos funcionarios de esa cartera, se repiten en las comisiones evaluadoras encargadas de seleccionar las empresas que efectúan las capacitaciones.
En los últimos dos años, el Ministerio de Trabajo ha adjudicado contratos por casi $10 millones a empresas sin ningún tipo de experiencia en el área de la capacitación, según documentación de PanamáCompra.
Además, un análisis hecho por este diario detectó un grupo de 11 empresas (la mayoría recientemente creada) que tienen como dignatarios a personas unidas por vínculos de parentesco o comercial. A este grupo de empresas, la ministra Cortés le ha otorgado contratos por $4 millones en un período que no alcanza los dos años (ver tabla).
Exitosa iniciativa
“Amigos/socios si logramos esta operación y repetirla durante cuatro años, deberemos escribir un libro de cómo, sin oficinas, plata, carro, secretarias, experiencia, nos hicimos millonarios”, fue un mensaje relacionado con el programa “Mi primer empleo”, cuya copia le fue suministrada a este diario.
El citado mensaje fue enviado por Jaime Moreno a un grupo de personas que lo contrató como gerente (Moreno fue ministro de Trabajo durante la administración de Mireya Moscoso).
“Yo lo dije como una forma jocosa, yo solo gerencio los proyectos y cuando me hicieron la consulta, esa fue mi respuesta”, fue la explicación de Moreno al ser cuestionado por este diario.
“No soy la persona indicada para tener contacto en el Ministerio de Trabajo que permita hacer negocios, soy panameñista y la ministra [Cortés] Cambio Democrático, no nos llevamos bien... me siento como el más tonto de todo este grupo”, agregó Moreno.
Confrontada con estos datos y cifras, la ministra Cortés se limitó a defender el programa, y negó categóricamente que haya tráfico de influencias en la selección de las empresas. “Esos cursos se ganan por actos públicos. La Contraloría fiscaliza todo y no han encontrado nada irregular”, enfatizó.
Para la ministra de Trabajo se trata de un grupo de personas que se organizó para buscar financiamiento y optar por los cursos. “Ellos tienen que invertir [en infraestructuras y equipos] para poder ganarse algo. Nadie compra huevo para vender huevo. Esto no es ningún negocio, hay muchos gastos para las empresas”, agregó.
Sin embargo, algunas fuentes consultadas aseguraron que, como parte de la metodología de trabajo, las empresas utilizan las aulas de escuelas públicas, lo que implica ahorro en el alquiler de locales. A cambio donan acondicionadores de aire, computadoras, o hacen reparaciones que necesiten las escuelas involucradas.
Este diario también constató que algunas de estas empresas operan desde un mismo local, a pesar de que en la información que suministraron al Ministerio de Trabajo aparecen direcciones diferentes.
Tal es el caso de Consultores del Siglo XXI, Capacitación y Asesoría Inc. y Euromotive, esta última dedicada principalmente a la compra de repuestos y accesorios automotrices.
Otras “operan” desde las residencias de sus dignatarios, según consta en la documentación existente en el portal de PanamáCompra.
Cursos y trabajos
El Decreto Ejecutivo 34 del 16 de julio de 2009 que dio vida a este programa, estableció que los recursos para su ejecución saldrían del presupuesto asignado al Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (Inadeh).
Consultada al respecto, la ministra Cortés explicó que en el año 2010 se destinaron $16 millones al programa, y que en lo que va de 2011 se han comprometido alrededor de $5 millones.
Según las estadísticas del Ministerio de Trabajo, en el año 2010, 30 mil 967 jóvenes se inscribieron en el programa “Mi primer empleo”.
Sin embargo, solo 12 mil 243 fueron capacitados en una diversidad de áreas, como principios básicos de informática, atención de centros turísticos, bares y restaurantes, y asistente de construcción con especialización en repello.
Igualmente, se capacitaron para ser agentes de seguridad, escolta personal, manejo de almacén y bodega, panadería básica, administrador de fincas agropecuarias, ordeño de ganado bovino o cuidado de niños y ancianos.
¿Cuántos lograron obtener un puesto de trabajo? Según las mismas estadísticas oficiales, únicamente 5 mil 252 jóvenes lo lograron durante el año 2010.
Entre enero y abril de 2011, el Ministerio de Trabajo reportó que se ha capacitado a 15 mil 129 jóvenes en todo el país. Sin embargo, no hay información sobre cuántos están trabajando.
Una fuente ligada al proceso, que pidió el anonimato, aseguró a este diario que estos chicos no suelen permanecer en el trabajo obtenido tras las capacitaciones. “Hay muchas quejas de los empresarios que los emplean porque no están bien capacitados... es un proyecto político, no educativo”, aseguró.
Por el contrario, Antonio Fletcher, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada, considera que se trata, en términos generales, de un “proyecto positivo”.
Sobre su impacto, Fletcher comentó que hay que esperar para “medir su factibilidad”, debido a que es un proyecto nuevo.
Este diario intentó obtener información de la Contraloría sobre la fiscalización del programa, así como estadísticas relacionadas con el resultado de las capacitaciones. No hubo respuesta.


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