En 2011 se inauguró el primero de una decena de Minsa-Capsi, el cual no ha resuelto las necesidades del sector este.
Aet Elisa Tejera C.
El único Centro de Atención Primaria de Salud Innovadora
(Minsa-Capsi) que ha inaugurado el gobierno de Ricardo Martinelli no
funciona como el Presidente había prometido.
La instalación,
ubicada en Las Garzas de Pacora, que lleva por nombre Ricardo Martinelli
Pardini Âen memoria del padre del Presidente de la República tiene
déficit de médicos especialistas, no hay suficiente inventario de
medicamentos y opera con un horario reducido.
De hecho, desde el
pasado 13 de junio, el hospital decidió limitar el servicio de
urgencias, dependiendo de la condición de los enfermos.
Todas
estas fallas, según denuncian los usuarios, les obligan a utilizar los
mismos centros de salud a los que asistían antes de que se construyera
el Minsa-Capsi de Las Garzas de Pacora, a un costo de $5.4 millones.
La
estructura y su equipamiento estuvo a cargo del consorcio Constructora
Real, S.A. y Design Build & Engineering Panamá Inc. de la mano de
Rogelio Oruña, empresario cubano-estadounidense que se autodenomina
representante de IBT Group en Panamá.
IBT Group es la empresa
encargada de otros cinco centros de salud en el interior del país, a un
costo de $30.1 millones, a los que el Ministerio de Salud (Minsa) ha
otorgado prórrogas ante los atrasos en la ejecución de las obras
civiles.
Esta compañía ha aprovechado varios contratos en el área de salud que, sumando los Minsa-Capsi, totalizan $393.2 millones.
Un tropiezo tras otro
Como presagio de los malos tiempos, el proyecto de Las Garzas de Pacora desde sus inicios tuvo tropezones.
La
Contraloría General de la República le negó en 2009 el refrendo del
contrato, que se dio de forma directa, entre el Minsa y el consorcio
Constructora Real, S.A. y Design Build & Engineering Panamá Inc.
La
entidad, liderada en aquel momento por el contralor Carlos Vallarino,
durante el periodo de transición de gobierno, advertía de serias
anomalías que podían ser “riesgosas para el Estado”.
Una de ellas
era que no se suministró el listado de los equipos de oficina,
mobiliario de hospital y equipo biomédico con sus catálogos,
especificaciones y precios, para así evaluar su costo y calidad.
También
se mencionó la posible vinculación de Oruña en una supuesta
malversación de contrataciones públicas para suministro de equipo y
otros en República Dominicana y México.
Finalmente, cuando la
Asamblea Nacional nombra a la contralora Gioconda de Bianchini, la
empresa tiene luz verde para hacer la obra y se firma el contrato
gestado por la vía rápida, la vía directa.
Así, en junio de 2011,
una enorme comitiva de Gobierno se trasladó al sector de Pacora para
hacer el corte inaugural de cinta en el centro de salud.
Promesa incumplida
Siendo
el primero de los 32 Minsa- Capsi que se construirían en todo el país,
las autoridades del sector salud y el presidente Martinelli indicaron
que la estructura estaba equipada en su totalidad con la más avanzada
tecnología médica y atendería las 24 horas a cerca de 200 mil personas.
Unos
46 administrativos y 75 del sector salud estarían al tanto de todos los
pacientes. Pero la falta de insumos hospitalarios, la absoluta ausencia
de médicos especialistas y un horario irregular de atención acabaron
con las expectativas de los moradores de Pacora, La Mesa, Felipillo,
Nueva Esperanza, Paso Blanco y otros sectores aledaños.
A dos años de aquel discurso, el relato de Sara Ibarbe sepulta las palabras del presidente Martinelli.
Ibarbe
vive a cinco minutos del Minsa-Capsi, sin embargo, asegura que
conseguir una cita es casi imposible, precisamente por la cantidad
limitada de doctores que atienden. Y cuando finalmente logra la atención
requerida, no hay especialistas ni medicamentos.
Por dos semanas
consecutivas este diario intentó obtener una versión del Minsa respecto a
las denuncias de los usuarios, pero nunca respondió a las solicitudes
de información.
La Prensa pudo corroborar que en el cuarto de
urgencias solo se atienden a los heridos con armas de fuego, sangrados
vaginales o picadura de animales (ver listado completo en fotografía
02).
La administración del Minsa-Capsi ha hecho una nueva clasificación de lo que se considera una urgencia.
Cuando
se trata de fiebres, en el salón de urgencias solo se recibe a menores
de tres meses con temperaturas por arriba de los 38 grados centígrados.
Esto
significa que la mayoría de los infantes con cuadros gripales fuertes,
muy comunes en estos tiempos de época lluviosa, tienen que ir a otro
lugar, comenta Yesica López, residente de Paso Blanco, en Las Garzas.
Además,
el cuarto de urgencias opera condicionalmente hasta las 7:00 p.m. “De
nada vale tener un centro médico tan bonito si por dentro está vacío, ni
acetaminofén hay”, asegura Yulissa Gutiérrez, una usuaria que reclama
mejor atención para su hijo.
Ibarbe continúa con su queja por lo
que denomina un pésimo servicio. Su hija de 11 meses tiene fiebre
producto de una infección gripal, pero su edad lo condenó a no ser
atendido.
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