viernes, 6 de enero de 2012


Por $100 al mes laboran los menores de edad

informe señala que 60 mil 702 niños y adolescentes trabajan
En las regiones rurales viven unos 22 mil 593 niños y adolescentes trabajadores; 22 mil 226 en las comarcas; y 15 mil 883 en áreas urbanas.
VANNIE ARROCHA MORÁN
 


Según la Encuesta de Trabajo Infantil 2010, hay 45 mil 415 varones y 15 mil 287 féminas menores de edad ocupados en actividades económicas, que suman un total de 60 mil 702 personas de 5 a 17 años.
De ese total, el 28% (17 mil 300) de los menores trabajadores gana menos de $100 al mes.

El 56.6% de ellos labora en el sector agrícola; el 15% trabaja en el comercio; el 7.6% está insertado en el sector servicios; el 4.8% a la industria manufacturera; el 3.6% al transporte, almacenamiento y comunicaciones; y el 2.7% en servicio doméstico, etc.

En las regiones rurales viven unos 22 mil 593 niños y adolescentes trabajadores; 22 mil 226 en las comarcas; y 15 mil 883 en áreas urbanas.

Por grupo etario, el más ocupado es el que forman los jóvenes de 15 a 17 años: 30 mil 686; seguido por el conjunto de niños de 10 a 14 años, que suman un total de 24 mil 639. Y el que tiene menos población trabajadora es el grupo etario de 5 a 9 años, con 5 mil 377.

Dinero peligroso

El cruce de la vía Simón Bolívar (Transístmica) con la avenida 12 de Octubre está atestado de carros, buses, camiones y motos a toda hora. Cuando la luz verde se pone para algunos de los carriles, los vehículos arrancan a toda velocidad, y justo allí se encuentra Mariano, quien clasifica en el grupo de 10 a 14 años.
Tiene 13 años, pero por su tamaño y diminuta contextura, parece un niño de 8.

Seis días antes de Navidad comenzó a viajar desde Samaria, distrito de San Miguelito, a este punto, cargando con una botella plástica llena de agua y poco jabón más un pequeño rodillo.

Cada vez que la hilera de carros que viene de Pueblo Nuevo hacia la Transístmica se detenía, Mariano saltaba a la calle a empapar las ventanas de los automóviles. Varios conductores le dicen que no a su oferta. Otros se lo permiten. Una vez limpio el vidrio, “me dan lo que ellos quieran”.

Mariano alarga las palabras, entona una vocal, es decir habla con “tiempo”, como se dice en buen panameño.
Su progenitora sabe que está en la calle. “Mi mamá me dice que vaya pa´ la calle a sumá, después que no sea a robá...”.

Al que más dinero le dan es a su primo Enrique, de 9 años, quien parece un infante de 6 años. Entre los dos pueden ganar hasta 25 dólares al día, limpiando parabrisas y exponiéndose al peligro de la calle.

A pesar de que es prohibido que la comunidad infanto-juvenil trabaje en lavaautos, reciclaje, en casas de terceros, como chapistero, empacador o como secretario de bus, solo 26 ciudadanos del área metropolitana se animaron a denunciar, en 2011, este tipo de trabajo (clasificados como peligrosos, según el Decreto Ejecutivo No. 19 de 2006) a la Dirección nacional contra el trabajo infantil y protección de la persona adolescente trabajadora (Diretippat).

La jefa de esta dirección, Rosa Carrasco, explica que la función de empacador en supermercados está entre las labores no aceptadas porque los menores deben levantar bultos pesados.

Anota que el año pasado las trabajadoras sociales de Diretippat captaron a mil 628 niños y jóvenes trabajadores en el país. La provincia de Panamá, Bocas del Toro y la comarca Ngäbe-Buglé son las regiones donde esta dirección encontró más menores trabajadores en el momento de su visita.

Para la directora de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia, Gloria Lozano de Díaz, el período de vacaciones escolares representa un aumento en el trabajo infantil.

De Díaz dice que descubrieron en la provincia de Panamá a 69 niños trabajando como buhoneros en las calles como limpiabotas, pescador y agricultor, durante el pasado mes de diciembre.

Para Carrasco, el problema del trabajo infantil empieza en la familia. “En la terminal de transporte de Bocas del Toro se mueve de todo: Hay alcohólicos que se tiran en la calle, adultos que no sabemos a qué actividades se dedican... Cómo así que se va todo el día el niño a limpiar zapatos. ¡Claro que están en riesgo!”. “Los padres son muy desprendidos de sus hijos”, asegura la abogada.

La violación sexual, el pandillerismo, la droga y el alcoholismo son algunas de las variables alrededor del trabajo infantil, asegura la trabajadora social Aichel Elías, funcionaria de Diretippat.

Según Elías, los retos que tienen son abolir el trabajo peligroso realizado por menores de 14 años y las peores formas de trabajo infantil.

12 mil 726 más que en 2000

La primera Encuesta de Trabajo Infantil hecha en Panamá en el año 2000 arrojó la estadística más baja: 47 mil 976. Aunque este estudio debe hacerse cada dos años, no se efectuó la segunda encuesta hasta 2008, cuando se contabilizó que la población infanto-juvenil trabajadora ascendió a un total de 89 mil 767.

Los 60 mil 702 menores trabajadores de la encuesta realizada en 2010 y presentada en diciembre pasado es inferior a la cifra (89 mil 767) de 2008; mas es mayor a la que se diagnosticó en 2000.

Elías menciona que un factor que dispara el incremento de 87% de 2000 al 2008 es que para el año en que se hizo la primera encuesta, la gente (tanto el personal técnico como la misma población) no identificaba bien el concepto de trabajo infantil.

“Para 2008 ya había un conocimiento más amplio de la temática. Eso influyó en que cuando se hizo la segunda encuesta, la gente ya podía identificar a un niño trabajador y podíamos llegar a esa población”, afirma.

La Encuesta de Trabajo Infantil 2010 indica que terminar la educación y comenzar a trabajar es lo que desea el 49.9% de la población ocupada de 5 a 17 años.

La próxima encuesta se hará en octubre, reveló la directora de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia.

Sanciones para padres y empresas

Comercios.

Cuando la Dirección Nacional de Inspección del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral realiza inspecciones a comercios y hay niños o adolescentes laborando, los casos son remitidos a la Secretaría Judicial de este ministerio, la que se encarga de establecer el monto de la sanción, por $500 y más.

Padres.

La sanción para los padres que inducen a sus hijos a hacer trabajos peligrosos es de tres a seis años de cárcel. La pena mayor es la pérdida de la patria potestad, indica Gloria Lozano de Díaz.
 

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